"SE QUE NO TE VA A GUSTAR LO QUE TE VOY A DECIR..."

El neurólogo me dijo, intentando arropar a sus palabras de la mayor calidez que pudo:

"Sé que no te va a gustar lo que te voy a decir...". 

Y no, rotundamente no me gustó nada lo que yo, muy a la defensiva, le escuché. 

En un microsegundo pasé de corredor a boxeador, porque fue como estar en el centro del ring y recibir un tremendo derechazo de aquellos que, por imprevistos, te tumban en la lona y te dejan KO.

Desde el 3 de noviembre de 2014 (... + de 9 años ya) llevo corriendo la ultra-trail más larga de mi vida a la que, por cierto, yo no me había inscrito. Me enteré de que lo estaba en esa visita rutinaria al neurólogo porque no dormía bien.

Esta larga y dura ultra-trail tiene nombre, una palabra de tres sílabas, que desde ese día repiquetean sin cesar en el interior del coco:

                         P.  A   R   K   I   N   S   O   N  

PARKINSON  Una palabra que, en mi caso, pasó a ser como una especie de mantra, como queriendo decir :

Ponte 

  A 

    Recorrer 

      Kilómetros 

        Incansablemente;

          No 

            Sentirás 

              Otra 

                Necesidad.

Porque, sí, el PARKINSON es una especie de carrera de larga distancia (esa ultra-trail que comentaba). O así desde el principio me lo he tomado yo al menos. Desde hoy hace ya más de 9 años llevo colgada esta mochila. 9 años corriendo en una carrera que nunca imaginé que iba a tener que disputar.

Pero me he conjurado para que, como hasta ahora y mientras dispute esta competición, seguiré sonriéndole a la vida.

Para colmo, el reglamento de esta ultra-trail no está del todo claro, entre otras cosas porque para cada corredor es una carrera distinta, no hay una mismo línea de meta para todos los que la corremos, no está pre-marcado el recorrido, cada corredor sigue por una senda distinta, no hay límite de tiempo para acabarla... así que es cada corredor el que puede decidir abandonarse, lloriquear, dejarse llevar... y a ver qué pasa, o bien apretar los dientes y correr, correr y correr la que va a ser una muy laaaarga ultra-trail, con la intención de alcanzar el mejor de los finales (paradójicamente, en un ambiente runnero, el objetivo es el llegar a meta lo más tarde posible, hacer tu PMP. 

Desde ese 3-11-14 las Maratones han ido dejando paso poco a poco a las Medias Maratones; y últimamente las curses de 5k van arrinconando a las de 10k. Atrás quedan años de cursas y más cursas. 

Pero no he aflojado el ritmo; es más, como si quisiera decirle a esta atípica ultra-trail que yo sería un contrincante duro de pelar, en la temporada siguiente, la 2015-2016  (link) competí en 39 cursas de todas las distancias.

Pero desde septiembre 2017 lo que sí he dejado de llevar es el control de las cursas en las que compito, porque simplemente he decidido dejar de competir para centrarme  en poder disfrutar corriendo mientras pueda seguir haciéndolo. Ha dejado de preocuparme el que, por ejemplo, en 2016, mi tiempo en un 5k fuera de 22:45 y que ahora haya cursas de 27:07 (casi 4'30'' más, una barbaridad) 

            

Pero, como para "compensar", y para mi satisfacción personal y deportiva, he re-descubierto la cinta, que me lleva a ritmos, a velocidades, bastante más allá de mis límites; pero con ello puedo seguir sintiéndome corredor ni que sea por unos minutos... 

Así que está claro que se lo  voy a seguir poniendo muy difícil. 

Actitud. 

La mejor manera de seguir disputando esta Ultra-trail del Parkinson en la que estoy inmerso es no parar quieto; no parar de correr, de caminar, de estirar, de flexionar... día sí, día también; de ir a correr por donde sea, de ir a trepar por Collserola, de ir al gym (... del que me van a echar por sobre-uso).

Y en ello sigo desde entonces,  intentando mantener siempre el ánimo y una sonrisa.

Ah... y todavía está por ver quién de los dos va a ganar esta ultra-trail.

Una de las últimas maneras de "marcar territorio" (como para que vea lo difícil que se lo voy a poner) fue plantarme el pasado verano de 2022 ,en Saint Jean Pied de Port (al otro lado de los Pirineos) y en 31 etapas ( 33 días ) patearme los casi 800 km que la separan de Santiago de Compostela, por el Camino a Santiago francés. (tenéis aquí, sobre cada nombre de Camino, el link de éste y de los otros 3).

Y no contento con ello, en abril de este año me he merendado el Camino a Santigo portugués por la costa, haciendo además la extensión Finisterre-Santiago. 

Y más todavía: en septiembre he recorrido el Camino Primitivo a Santiago. 

Total,  que en apenas 15 meses he caminado 1.425 km de Caminos a Santiago.

Aunque creo que lo de animarme a "irme de Caminos" no ha tenido nada que ver con mi mochila, con mi Parkinson; no era un contra él; no.  Ha sido más bien un algo que iba a mi favor: poder comprobar, sentir y verme capaz no solo de intentarlo, sino de conseguirlo (aunque, eso sí, como leerás en el link del Camino Francés, la primera etapa francesa no fue nada fácil precisamente).

Y como toda una clara "declaración de intenciones", ya he confeccionado e impreso el #hashtag y el logo de mi próximo camino: como en cada previa a un Camino:

el Camino a Santigo por el Norte, en abril 2024 (otros cerca de 800 km)

              FRANCÉS            PORTUGUÉ   FINISTERRE-SANTIAGO             PRIMITIVO

 Francés

                                    Portugués por la Costq

                  (extensión)

                                                      Primitivo             

Así que ya tenemos listo el material para el  Camino a Santiago por el Norte.

 

Y cargando con esta mochila seguirá discurriendo mi vida diaria, con una sonrisa en el rostro, confiando en poder seguir manteniendo vivo el mismo espiritu, tesón, voluntad y ganas de mantenerlo a raya. Porque a mí también, como escribió Haruki Murakami, me gustaría que el correr (ahora, caminar) y yo envejeciéramos juntos. 

Curiosidad: 

No deja de ser jodidamente curioso conociendo mi afición por jugar con los números  el que, hasta en esto, los números hayan querido decir la suya:  

3 de noviembre 2014   -------     3 + 11 = 14