26 octubre 2023

MI CAMINO PRIMITIVO A SANTIAGO (NUEVA VERSIÓN).

PEREGRINOS CON LOS QUE ANDUVE 
El Camino, los Caminos, son las personas, los peregrinos. Todo lo demás es caminar, caminar y sólo caminar (... pero mucho, eso sí).
ANDAR : Moverse, normalmente caminando.; CAMINARAndar determinada distancia; dirigirse a un lugar o meta, avanzar hacia él.
Casi siempre se habla de "El Camino de Santiago" (en singular, como algo único). Pues bien, ésta es la primera de las curiosidades que descubres cuando te adentras en el mundo del Camino: no hay UN Camino de Santiago; lo que hay son varios, muchos, Caminos a Santiago.
Tengo que reconocer que, cuando me lo miraba desde la distancia, cuando la posibilidad de hacer lo que se llamaba Camino de Santiago era una pura quimera para mí, estaba convencido de que hacer el Camino sería algo muy parecido a lo que he hecho en éste, El Primitivo: sufrir grandes desniveles, dureza y belleza... En el Camino Francés, excepto la primera de sus etapas y pocos tramos o etapas más, es cuestión de ir "echándole kilómetros, muchos kilómetros". Y el Camino Portugués (el de por la costa) es una suerte de paseo a lo happy flower. Lo que me he encontrado en este Camino Primitivo es lo que siempre me había imaginado que encontraría. Y lo he sufrido y disfrutado a partes iguales. Y si los Caminos son las personas, los peregrinos, yo he sido muy afortunado en este Camino Primitivo (que decidí emprender tan solo 5 días antes). He compartido kilómetros, y silencios, confidencias y mantel, cervezas y dormitorio, con peregrin@s de muy hondo calado (y esto que yo los Caminos los inicio con la idea de hacerlos en solitario). Y han sido peregrinos de lo más heterogéneos, tanto como personas como por origen, de los que de todos ellos me he enriquecido, y mucho.

Los primeros peregrinos categorizados como "grupales" fueron Liis (de Estonia) y el madrileño Ángel
Si el misticismo tuviera cara, tuviera cuerpo, tuviera actitud... ese sería la calma y el sosiego de Liis. A ella iba unido, en plan pack indivisible, Ángel, barbudo taxista del turno nocturno del foro, multi reincidente en Caminos (éste era su sexto Primitivo); se conocieron el año pasado aquí mismo, en el Primitivo, y mantienen una muy linda relación. Empecé a andar con ellos después de mi parada para comer; y Ángel fue el causante de que acortara la etapa inicialmente 
prevista (Oviedo- Grado, de 25k) para dejarlo en un Oviedo-Paladín, porque me convenció de que valía mucho la pena parar en el Albergue Villa Palatina y saborear "el mejor cachopo del mundo" (una especie de San Jacobo, pero a lo bestia). Esperando la hora de la cena, me acerqué a la mesa donde estaba sola Sabrina, florentina de 22 años, la extranjera a la que le he escuchado el mejor español que jamás le había escuchado a un no nativo, sin acento raro, como si fuera nativa; y que, además, era el vivo retrato de mi sobrina Emma y con la que iba a compartir habitación en el albergue. Ella fue la que se llevó una de las dos gorras personalizadas que siempre confecciono en cada Camino. Y es que lo primero que hago una vez ya decidido qué Camino haré, es idear un #hashtag y elaborar un logo para imprimir en las gorras y en la mochila. La gorra roja del Camino Francés se fue con David hacia Pittsburg; la negra de este Camino Primitivo se ha ido hacia Florencia en la mochila de Sabrina.



.

Francés:         #txabi_aporelcamino_2022
       Portugués:     #txabi_a_por_otro_camino
            Extensión Finisterre-Santiago: #txabi_hacia_el_fin_del_mundo  (falta gorra)  
                   Primitivo:      #txabi_no hay2 sin 3






Y es que el viaje, la aventura, el Camino, comienza mucho antes de dar el primer paso.




   
Al cuarteto se nos uniría la tarde siguiente Luciana, simpática, animosa, a la vez que misteriosa y enigmática siciliana que enseguida hizo buenas migas con Sabrina y con el resto.
Pero el quinteto no ha funcionado nunca como equipo, ni nadie quería que así fuera. Porque en los Caminos no se circula "por equipos"; nuestro espontáneo equipo, como mucho, planeaba el día siguiente como para poder desayunar juntos, pero luego una vez puestos en camino cada uno iba a su bola, a su ritmo, normalmente con la inquieta Sabrina tirando del grupo o, directamente, alejándose un montón. No funcionábamos en bloque; casi nadie en el Camino lo hace; los meeting-point de reagrupamiento son, en todo caso, los pequeños bares o quioscos que, con suerte, vas a encontrarte a pie de Camino.

Apareció luego en escena, y ya lo hizo para quedarse, Michael, de Liverpool pero afincado en España, apasionado del futbol (Everton) y laboralmente relacionado con este mundo. Un tipo realmente especial, al que le cogí un gran cariño y con el que compartí, a la salida de Lugo, una inolvidable larga marcha mano a mano (zapa a zapa sería mejor decir) de un buen montón de kilómetros. Precisamente nuestras zapas NB proporcionaron el inicio de esa relación tan y tan especial que mantuvimos.
Y estando Michael y yo en ese caminar juntos se nos unió Kristina (después de un amago de tan solo adelantarnos e irse… pero parece que le estaba gustando lo que oía, y se quedó con nosotros); ella es alemana de una de las islitas del Báltico, pero afincada desde hace más de 20 años en Barcelona. Con ella hice dos de las etapas y compartimos albergue y cena a la luz del frontal una noche.
Y ya, casi al final del Camino...
Sophie, una linda parisina residente en Barcelona, risueña como un cascabel, tremendamente "chic", gran caminadora, con la que fui coincidiendo intermitentemente y con la que compartí lavadora y mesa, pulpo y mantel en Melide, 
Cuando me perdí/desorienté en el tercio final de la etapa de llegada a Lugo lo estaba haciendo desde hacía unos kilómetros en compañía de la jovencísima polaca Alijca (en la foto con Bibiannne) que tampoco se aclaraba de por dónde iba el Camino. Y ya en mi jornada final de descanso en Santiago el martes 19, mientras desayunaba pensando en si ir o no a Muxia, entablé conversación con Annie, una preciosa e inteligente brasileña afincada en Londres y que estaba en Santiago por trabajo y a la que me uní para realizar la visita a las terrazas y tejados de la Catedral
Santiago y a una vuelta por la ciudad, que me fue perfecto para "soltar piernas"
Mención aparte, mención muy especial para una personita encantadora, dulce, amable, risueña, sensible, motivadora, educada, atleta... la holandesa Bibianne
Bibianne es una de aquellas personas a la que todos nos gustaría tener siempre al lado, en los buenos y en los malos momentos. Bibianne estaba integrada, por decirlo de algún modo, en el bullicioso grupo cervecero de Michael, junto a Matt, médico londinense apasionado del arte y arquitectura sacra; el cocinero irlandés Claron, pero con los fogones en USA; y Melisa (en la foto con Michael y conmigo) una preciosa bosniana pero residente en Austria y dedicada a temas benéfico-caritativos (a la que solo vi una noche). 
Fue con este animoso y muy cervecero grupo con el que el martes por la noche eché el cierre a mi Camino Primitio en los soportales de enfrente de la Catedral, lugar al que también acudieron Sabrina con Marco, Davide y Luca, los tres muchachotes italianos que ella y Luciana conocieron en O'Pedrouzo, y con quienes compartí, ya en Santiago, copas, cena y nuevamente copas en esta última noche. 

Pero esta última noche en Santiago, en los soportales frente a la Catedral, con La Tuna dándole perfecta réplica, Bibianne brillaba con luz propia sobre todos nosotros, sobre toda la plaza, por su naturalidad, espontaneidad, su modo de ser, de compartir, de mimetizar, de empatizar con cualquiera. 
Un verdadero regalo para mí el haber podido compartir con ella unos impagables, aunque muy cortos momentos. 

Lo que decía... el camino son las personas, los peregrinos. Con cuatro de ellos recorrí gran parte del Camino, formando un quinteto bullicioso, pero no por ello compacto. Fueron Liis, Ángel, Sabrina y Luciana quienes, con su actitud, me animaron a no hacer las 3 paradas que tenía previstas durante el Camino y en cambio sí hacer todo el Camino del tirón, las 13 etapas seguidas non stop. Y les estaré eternamente agradecido por ello.

 
Y una vez rendido el merecido y sincero reconocimiento que todos ellos se merecen, vamos a ver cómo transcurrieron esas 13 etapas y la estancia en Santiago antes de volar de regreso a casa.


___________________________________________________________________________________

PRIMERA ETAPA
6 SEPTIEMBRE 2023
OVIEDO - PALADÍN 
15,29K     Acumulados 15,29K 
3:49H.     Acumuladas  3:49H
Ritmo. 15:14

            ¡QUE ALGUIEN ME SAQUE DE AQUÍ…!

Tenía bien asumido el arrancar a caminar por este Camino Primitivo a finales de octubre y primeros de noviembre, ya que la agenda estaba repleta de “cositas” que me impedían hacerlo antes, y porque en diciembre "habemus nieta nueva" y no me lo quiero perder. Pero el viernes, camino de Sant Juliá de Vilatorta, entró una llamada del móvil que atendí con el manos libres al ir yo conduciendo. Y lo que salió por los altavoces fue:
 
"Hola Txabi, que ya están estampadas las gorras de tu nuevo Camino Primitivo",
Al escuchar aquello, la cara de Marta expresaba claramente: 
“Ah, bandido, con que ya lo tenías todo a punto…”.
 
Intenté convencerla de que no, de que no era para esas fechas. Y contra todo pronóstico se puso a enumerar temas de agenda, evaluar cuáles se podían mover o anular sin problema, y acabó sentenciando:

    - “Pues te vas el próximo miércoles”.

Me dejó totalmente “descolocao”. 

Y así es que aquí me tenéis inmerso de nuevo en otro Camino a Santiago.

Y lo he empezado con un buen madrugón, porque a las cinco de la mañana el taxi me recogía en casa para llevarme al aeropuerto, Y una vez allí han vuelto a hacer una de las suyas porque, convocados en la T1, no ha habido finger y el autobús- jardinera nos ha llevado hasta la parte más lejana de las pistas de la T2. Vuelo sin problemas.
El aeropuerto de Asturias está situado políticamente correcto en tierra de nadie, equidistante de Oviedo y de Gijón.  Taxi hasta Oviedo. Para entonces, entre éste (60€) y el de Barcelona (35€) ya había invertido mucho más en taxis que en el billete de avión.

Inocente de mí, me sitúo enfrente de la Catedral del Salvador para dar “inicio oficial” a mi Camino Primitivo. Pero después de casi 45 minutos de estar dando vueltas como un tonto intentando inútilmente seguir la senda de las conchas, me he decidido por el “comodín del taxi” para que me sacara de la ciudad y me dejara en la senda del Camino. Pasaban ya de las once de la mañana cuando, bajo un sol de justicia, he empezado a caminar, mayormente por terreno de cemento. Camino solo. A poco de empezar a caminar cruzo la aldea de San Lázaro de Paniceres. Me he parado a comer relativamente temprano en un bar de carretera en La  Bolguiña. Ahí he coincidido por primera vez con Ángel y Liis, con los que he ido haciendo la goma, con parada en la capilla del Carmen de Llampaxuga, y así el resto de la tarde. Durante todo el trayecto he estado alternando tierra y asfalto, con continuos desniveles, aunque de no mucha intensidad. He pasado por Loriana, cruzado sobre el Nora por el puente medieval de Gallegos y, por entre bosque de castaños y robles, afrontado la primera de las duras rampas que me regalará este Camino, que iba a llevarme hasta Escampeiro.; he seguido hasta Premoño, pero como en uno de nuestros cruces Ángel me ha comentado que iban a parar en Paladín, en un albergue muy chulo (Villa Palatina), con un Pablo como maestro de ceremonias, ya no he seguido hasta Peñaflor ni Grado y he puesto fin aquí a mi etapa por hoy.

Ellos habían ido tirando pero yo he seguido a mi ritmo. Al llegar, duchita rápida y a esperar la hora de la cena. Ha sido entonces cuando, tomándome una clarita le he preguntado a Sabrina, la florentina, si podía sentarme con ella mientras no cenábamos; está en mi misma habitación en el albergue y que es, como decía antes, una réplica casi exacta de mi sobrina Emma. 
                                                                         
Si los Caminos Francés y Portugués fueron caminos de Coca-Cola tras Coca-Cola, éste me da que será el de las claritas (con limón, matizo por estos lugares).

Al poco han aparecido Ángel y Liis y les he dicho que nos acompañaran. Y al anunciar la cena, les he propuesto a todos el hacerlo juntos. Es más, he visto que iba a cenar sola una chica (María, rusa, pero viviendo en Praga) y la he animado a cenar con nosotros.

Una velada agradable, con Pablo haciendo más agradable si cabe la estancia. En un gesto del todo inesperado y sorprendente, Sabrina ha pagado la cena de todos (y no eran bocatas...), lo que de alguna manera ha marcado la pauta de lo que iríamos haciendo todos y cada uno de nosotros en los desayunos, comidas y cenas grupales.

Nos hemos recogido temprano, decidiendo no madrugar mañana y esperar a las 9 a que nos sirvieran el desayuno.

Mi previsión para esta primera etapa era acabarla en Grado (etapa de 25,2k), pero no importa, ha sido una buena primera improvisada jornada de 15,3k.


___________________________________________________________________________________











SEGUNDA ETAPA 
7 SEPTIEMBRE 2023
PALADÍN - CORNELLANA
17,94K     Acumulados 33,23K 
4:35H      Acumuladas  8:24H
Ritmo 15:12 

            EN CUADRILLA…

Según "el plan oficial-oficioso", la etapa de hoy era "Grado-Salas (22,1k); que tampoco hemos cumplido, ni en distancia, ni en recorrido.
Después de desayunar, los cuatro nos hemos puesto a caminar. Los deberes que no se hicieron ayer, había que hacerlos hoy, así que la marcha se ha iniciado rumbo a Peñaflor y Grado, sin apenas dificultad. 

El perfil de la corta etapa realizada hoy no engaña: saliendo ya de Grado, un desvío nos ha invitado a visitar San Juan de Villapañada (añadía 1,6k a la ruta) invitación que hemos desestimado. Tras varios ascensos, cortos, pero bien pronunciados y que han fragmentado al grupo, finalmente he encarado, ya solo, por carretera asfaltada el alto del Fresno con un fuerte ascenso (recordándolo ahora que repaso los textos, éste fue para mí -y de largo- el momento más duro del Camino). Para colmo, al llegar arriba, el Santuario de Nuestra Señora del Fresno estaba en obras y no se podía visitar. Y, a subida dura, bajada peor, por una horrible pista abierta a consecuencia de las obras de la autovía, paso sobre el puente de la autovía y, todavía en fuerte bajada, llego a Sta. Eulalia de Dóriga. Nos adentramos en el valle del Narcea; a poco de llegar a Cornellana les he llamado para saber dónde estaban comiendo, pero no nos hemos entendido, así que he llegado a Cornellana, bajo una fina pero constante capa de lluvia, y he comido, solo, en el Casino. Al acabar he pasado por la farmacia a pesar la mochila: 10,1 kg: vuelvo, un Camino más, a llevar sobrepeso. 
Cornellana era el lugar donde habíamos logrado reservar -vía Pablo- habitaciones en el Monasterio del Salvador. 

Como decía antes, hoy tampoco he terminado la etapa donde había previsto, que era en Salas, en etapa de 22,1k. En solo dos días, en lugar de 47,3k llevo caminados 33,2k. Ya llevo acumulados 14k menos de los previstos… pero no importa; empiezo a darme cuenta de que éste mi tercer Camino será algo distinto a los otros dos.  

Y vaya si lo será.

Una vez en el Monasterio, y no me preguntéis cómo, he conseguido que me dieran habitación individual. Realmente, lo que me han dado ha sido “la habitación de los perros”, con dos literas.; es la que reservan para peregrinos que llegan con perro; por suerte para mí, hoy no ha llegado ninguno.
La cena habíamos acordado hacérnosla nosotros en la cocina del Monasterio. Sabrina “ha reclutado como pinche de cocina” al nuevo miembro, Luciana, también italiana como ella y a la que yo antes ya había invitado a compartir mesa conmigo mientras ambos escribíamos mientras en el patio del Monasterio se desataba una buena tormenta. 
Las cheff italianas nos han preparado unas estupendas espirales al pesto.
Yo me he retirado temprano… 

  
___________________________________________________________________________________
TERCERA ETAPA
8 SEPTIEMBRE 2023
CORNELLANA - BODENAYA
18,73K     Acumulados 51,96K 
4:35H     Acumuladas  13:13H
Ritmo 15:59  

            DE ENSUEÑO…

Hoy no hemos agravado, sino que hemos "mantenido" un poco, el saldo negativo de kilómetros. La etapa "oficial-oficiosa" era Salas - Tineo (19,8k).
Hay un concepto que yo no conocía y que es  el de “Albergue colaborativo” y hoy en Bodenaya he tenido la mejor de las demostraciones.
Antes he tenido una jornada que se ha iniciado tarde (he dormido hasta las 7:30) desayunando en el Casino con Ángel y Liis. Ellos han arrancado a caminar, pero a mi me quedaba todavía por armar la mochila. Las italianas habían emprendido el vuelo ya...
Empiezo a caminar y a los 200 metros ya me equivoco de camino, de lo que me ha advertido divertida desde su balcón una señora. Total 1 km añadido al recorrido de hoy, que ha sido toboganero pero suave, entre senderos sombreados y mayormente caminado en solitario, salvo unos tres kilómetros que he compartido por estrechos senderos con un par de muchachotes vascos. 

De nuevo tocaba "comerse" lo no comido ayer (Casazorrina y Salas). Me lo he tomado con calma, pero a buen ritmo. Y es que este Camino es otra historia. Y constato y me reafirmo en el hecho de que me encanta caminar en solitario, “enmimismado”.

A eso de las doce del mediodía he llegado a Salas y me he estado más de hora y media de cháchara con Silvia, la camarera de la cafetería donde he parado. Y por la hora que era cuando he salido de ahí, ya me he ido directamente a comer a Casa Pachón, como me había recomendado Ángel. 

Y con todo lo mucho y bueno que me he metido entre pecho y espalda ahí, he ido desgranando los poco más de 7k que me quedaban hasta llegar a Bodenaya, por entre bosques de robles y castaños, con una subida continua y con tramos de carretera. He ido a ritmo suave, sin prisas, pero constante, en este recorrido no precisamente “llano”.

Del Albergue de Bodenaya (con Allyson y Alberto al frente desde hacía poco más de una semana) cuanto diga será poco. Amabilidad, calidez, acogida de ensueño, dos personas adorables, encantadoras, con la impronta del servicio al peregrino impregnada en su ADN.
                 
Nos han lavado la ropa, nos han dado una opípara y deliciosa cena, nos han contado SU historia, entrañable; vamos, que nos han hecho sentir casi mejor que en casa. Y aún sin ganas nos hemos ido a la vez todos a la cama, habiendo consensuado entre todos la hora de levantarnos por la mañana, para que nadie le amargara el sueño a los otros. Y nos hemos ido a nuestras respectivas camas (no literas) creyendo que Allyson y Alberto ya nos habían dado todo y más de lo que generosamente podían ofrecernos.
¡Qué equivocados estábamos!


__________________________________________________________________________________  
    
   
CUARTA ETAPA
9 SEPTIEMBRE 2023
BODENAYA - hasta cerca de EL ESPÍN
27,36K     Acumulados 79,32K
7:05H      Acumuladas 20:18H
Ritmo 15:43

            ETAPA DE APROXIMACIÓN

Poco antes de las 6:30, sin oír ningún ruido previo en la planta de abajo, los efluvios del aroma de café caliente han ascendido por la escalera hasta donde estábamos durmiendo o en duermevela; y a las 6:30 en punto, como sonando desde lejos, susurrada, nos despertaba el "Ave Maria", seguida del "Aleluya"; no recuerdo un despertar tan dulce, tan acogedor... mientras fuera, como avanzaban las previsiones, alguien había abierto los grifos del cielo, y jarreaba que daba gusto. 

Hemos ido bajando y, aparte de ver la mesa exquisitamente puesta -preludio de un generoso y abundante desayuno- nos hemos encontrado sobre un mesa auxiliar nuestra ropa limpia y dobladita (la que ayer nos lavó Allyson). Brutal. 

Etapa larga pero sin grandes dificultades de desnivel la de hoy, lo que yo llamo "de aproximación al Gran Reto", pero tremendamente toboganera. 

Después de desayunar, y cuando más fuerte caía la tormenta, Miguel ha decidido liarse la manta a la cabeza (metafóricamente) y salir hacia el monte. Miguel iba solo y nos había dedicado toooooda la noche un concIerto de ronquidos, bramidos, y demás fauna gutural, a volumen de party-poligonera. Yo creo que más bien huía de todos nosotros. Hemos esperado que amainara un poco y nos hemos puesto en marcha, sin apenas lluvia, después de una muy cálida despedida de Allyson y Alberto. A buen ritmo, y con Sabrina tirando del carro, hemos atravesado La Espina y tomado un camino que nos ha llevado hasta media ladera y llegamos a La Pereda, donde hay un bar-tienda (ideal para mi clarita). Llegamos a El Pedregal; de ahí hasta Tineo, un espeso bosque nos acompaña. Seguimos en ruta subiendo hasta el alto de Piedratecha, para luego iniciar una bajada que nos ha llevado a Villaluz, y de ahí, toboganeando ligeramente, alcanzamos Campiello y nos hemos encaminado hasta cerca de El Espín. 
Llegados ahí, nuestro destino es una segunda experiencia de Albergue Colaborativo, algo alejada del Camino para llegar hasta él, pero muy cerca para a la mañana siguiente reengancharnos a él (no sé en qué momento he dejado olvidada mi libreta-credencial en algún pit-stop que hemos hecho, y ya no pensaba en poder recuperarla). El Albergue colaborativo “Casa Pascual" está regentado con mucho amor y entusiasmo (y también desde hacía más bien poco) por la italiana XX; y lo lleva ella sola, lo que le añade más complejidad a la cosa; pero la sombra de Bodenaya es muy alargada...  Pero, eso sí, la cena ha estado más que correcta y la post-cena, muy animada. La sala para dormir es amplia y espaciosa.  

Parece que mañana tendremos lluvia.


___________________________________________________________________________________

QUINTA ETAPA
10 SEPTIEMBRE 2023
EL ESPIN – BERDUCEDO
26,29K     Acumulados 105,61K
7:20H       Acumuladas     27:39H
Ritmo 16:54      
                         
            ¡QUE VIENE EL LOBO... !

Todo Camino que se precie tiene su "etapa Reina", y este Primitivo no iba a ser menos. 
El desayuno en el albergue ha estado bien. Como ya hicimos ayer, habíamos "negociado" la hora de diana y estábamos prestos "a ir a por el lobo".
 
Pero antes, hallazgo inesperado. Y es que resulta que después de haber removido XX Roma con Santiago a través de la red de albergues para tratar de localizar mi libreta-credencial... resulta que no la había olvidado en ningún lado, sino que la había guardado en un insospechado lugar de mi mochila. Gracias a ello, pudo estamparme el sello PERSONALIZADO (como XX hace individualmente con todo el mundo). 
Destacar que a Ángel le ha costado lo suyo el convencerme (porque ya sabéis lo que opino yo de hacer el Camino sin mochila); ya inició su cruzada ayer noche, pero al final lo ha logrado: me ha convencido de que, para la etapa de hoy, dejara la mochila (que XX me mandará a final de etapa) y que llevara en su lugar una más pequeña, con las cosas para desayunar de todos y cuatro cosas mías para el día a día. Y no solo he hecho esto, sino que le he dejado a XX mi sudadera naranja de HOKO para que, cuando pudiera, se lo hiciera llegar a Allyson un día que fuera por ahí.

Y es que la etapa de hoy tiene su miga. Para empezar había que tomar la decisión de elegir una de las dos variantes para llegar hasta Berducedo, que es nuestro final de etapa de hoy:  

               
      (fijaros bien en la orientación de las conchas; más adelante hablaré de ello)

- por Hospitales  
- por Pola de Allande

La de Hospitales (4,5k más corta que la de Pola de Allan, pero más dura que ésta) es una opción a desestimar ya a final de otoño-invierno-albores de la primavera, porque las condiciones climatológicas pueden ser rápidamente variables y brutales. Nosotros hoy hemos tenido una jornada espectacular de sol y calorcito. Así que llegados a la encrucijada de la bifurcación, era hora de decidirnos.

Evidentemente, hemos ido por Hospitales.

No me las quiero dar de chulito, pero no hay para tanto. La ruta por Hospitales sube, y sube y sube.... pero no a morir en casi ningún momento.
Para llegar hasta las estribaciones, antes hemos tenido que pasar por Bores (teórico final de etapa "oficial" de ayer), donde ya a poco de salir se inicia el ascenso ipso-facto, con una dura subida hasta Cerrero por pistas de tierra... y seguimos subiendo por una pista ganadera que, en ligera subida, bordea la parte alta de la ladera de uno de los montes. Seguimos subiendo y subiendo hasta un collado con vistas a ambas vertientes.

Parecen fotos del mismo día... pero no. La de la izquierda es de julio 2022, a media subida de la primera etapa del Camino Francés por la Ruta Napoleón.  La de la derecha es de hoy, a medio camino de la subida por Hospitales.. Y aquí hemos paramos ahí para desayunar.

Reanudada la marcha hemos seguido subiendo, subiendo, pasando junto a las ruinas del hospital de Paradiella, yendo campo a través entre ganado bovino.
Se empieza a cumplir el dicho montañero de que:

- “No te engañes, cuando llegues a la cima, detrás habrá otra montaña... y detrás otra... y otra", 

mientras seguimos subiendo por la parte alta desolada del monte junto a las ruinas del hospital  de Fonfaraón y más adelante las del hospital de Valparaiso.

Viramos hacia el Alto de la Marta para ir a buscar el Puerto del Palo, punto de confluencia de la variante de Pola de Allande.
Puerto de Palo...  ¡ vaya palo !. Una bajada trepidante, de tartera, en algunos puntos muy estrecho, resbalón incluido sin consecuencias (soy experto en caídas, así que ya no me sorprenden, no me pillan despistado). 

Hemos encontrado esta piedra-jeroglífico en el margen del camino; la leyenda, si la sabes descifrar, dice:        
                                             QUIEN VA A SANTIAGO Y NO AL SALVADOR 
              VISITA AL SIERVO PERO NO AL SEÑOR
             
Baja, baja y baja hasta el pueblito de Montefurado. Se hace "la goma" entre nosotros, y vuelvo a caminar solo. Sin medrar descanso, nueva subida hasta cruzar un portillo. Un ratito llaneando hasta una bajada hasta la carretera que me lleva hasta Lago. Alternando pinar con carretera, acabamos llegando, ya de nuevo agrupados, a Berducedo bajo una intensa lluvia. Y es que, como me ha recordado Ángel:
- ¿Tu que has dicho esta mañana al salir? “Que aguante el día y que, si acaso, nos llueva los 2 últimos kilómetros”, ¿no?. Pues, ahí lo tienes.
Dos kilómetros de aguacero a ratos bien intenso. 
En el albergue ha sido la primera vez que he coincidido con Michael; me ha hecho ver que llevábamos las mismas zapas y hemos cruzado algunas palabras mientras iba y venía a la barra del bar reponiendo stock de cervezas. Por allí pululaban también Bibianne, Matt, Claron y el resto del grupo. Y los dos chicos de Sabadell (con los que iré coincidiendo hasta Santiago, y de los que no supe nunca el nombre, o no lo recuerdo).
Hemos cenado en la mesa de al lado de la del bullicioso grupo de Michael.
Y a la cama, que mañana queda otra buena tirada (en la primera de las camas de la entrada he visto por primera vez la cara angelical de Alijia, aunque no hemos intercambiado palabra alguna).

Al final, la ruta por Hospitales no ha sido tanto "que viene el lobo", pero sí que ha sido preciosa.


___________________________________________________________________________________

SEXTA ETAPA 
11 SEPTIEMBRE 2023
BERDUCEDO - GRANDAS DE SALIME
20,13K      Acumulados  125,74K
4:49H      Acumuladas  32:28H  
Ritmo  14:26

            ¡ A POR LA PRESA !

Como para que no nos quedara duda alguna de que Asturias "tira p'arriba", salimos de Berducedo en subida por pista de cemento para poco más adelante, empezar a llanear y luego descender hasta La Mesa, para pasar a emprender una fuerte subida para llegar hasta los molinos eólicos allá arriba (empezará a ser esto una constante: si en el horizonte divisábamos una colina con molinos eólicos, para allá seguro que nos iba a llevar el camino).

A partir de ahí, y según cuentan, hemos iniciado el descenso más largo de todos los descensos que pueda haber en todos los Caminos habidos y por haber, primero por una pista ancha de tierra y piedras con continuos zig-zag, para proseguir por una pista forestal, llaneando y toboganeando; hace ya rato que vemos allá lejos la Presa del Embalse de Salime. Sabrina se había adelantado bastante y esperaba sentada al borde del camino. Estábamos ahí y también han llegado Liis y Ángel... pero no Luciana. Esperamos un buen rato, pero no llegaba. He empezado a preocuparme por ella, porque había trozos de la bajada en los que podría haber caído, porque era mucho el tiempo que estábamos ahí esperándola; así que, cuesta arriba, he deshecho el camino hacia arriba, arriba, arriba… hasta que a unos 700 metros de donde estábamos detenidos la he visto llegar y los dos junto nos hemos unido al resto del grupo.
 
Reagrupados de nuevo, pasamos luego por un lindo sendero que avanza zigzagueando por el interior de un bosque que desemboca en la carretera que nos ha llevado hasta el embalse, con el grupo de nuevo muy estirado. Cruzado el embalse iniciamos una prolongada subida de poco más de 800 metros hasta llegar al Hotel Las Grandas, donde hemos parado a reponer fuerzas.

Reanudamos, cuesta arriba, por carretera durante otros poco más de 4k hasta tomar un lindo sendero de quilómetro y medio que nos lleva hasta Grandas de Salime. Paramos en el Albergue Porta de Grandas, con una animosa YY al frente. Como hemos ido llegando espaciados, cada uno se ha buscado la vida para comer algo.
He coincidido con Sophie (compartíamos sala de literas) en el momento de ir a lavar la ropa y, como ni ella ni yo teníamos demasiada, "hemos compartido colada y secadora". 
Relativamente temprano nos hemos acostado... con Miguel de nuevo en nuestra sala; pero esta noche no ha habido concierto, o al menos no tanto. 


___________________________________________________________________________________
SÉPTIMA ETAPA 
12 SEPTIEMBRE 2023
GRANDAS DE SALIME - FONSAGRAD
25,06K     Acumulados 150,8K
5:51H        Acumuladas 38:19H
Ritmo  14:02 

            ¡LLEGAMOS A LA FRONTERA !

Es el momento de dejar atrás Asturias y adentrarnos en Galicia.

Hemos desayunado juntos muy temprano, porque la etapa era larga y el perfil era de los de tener que estar bien despiertos para afrontar el desnivel inicial.
Hasta +/- el km 5 en que llegamos a Castro hemos estado yendo en ligera subida; alcanzamos a ver las ruinas del castro de Chao Sanmartín, para seguir por zona boscosa, pero al pasar por delante de la ermita de San Lázaro nos abocan a la carretera, que ya no dejaremos hasta Peñafuente, en el km 10 aprox.
Por pista forestal a la salida de Peñafuente iniciamos una subida-tipo: empinada y por pista pedregosa. Veo molinos a lo lejos y acierto: para allá que vamos, al alto del Acebo. 
A poco de iniciar la bajada...  bye-bye Asturias, hellow Galicia.

.              

Como observaréis, el paso de una comunidad a otra es bien distinto en el Camino Francés (izquierda) del del Camino Primitivo (derecha... que del todo parece ser obra de los propios peregrinos, ante la falta de "monolito oficial").

Aprovecho para hacer un breve pit-stop y hablar un momento de las conchas señalizadoras del Camino., como os avanzaba anteriormente. 
Y es que el logo original de la concha compostelana y la disposición orientada de ésta, ha sido siempre hacia la izquierda, simbolizando que todos los Caminos llevan a Santiago (al oeste). No es modulable, no es un medio de indicación de la dirección a seguir en función de donde nos encontremos y hacia dónde vayamos. En este logo-imagen oficial, repito, "todos los caminos llevan al oeste, a Santiago". 

                            

En cambio, en Asturias hemos visto que "aprovechan la punta de la concha" para utilizarla como "puntero" de la dirección hacia la que debemos ir; así, nos hemos encontrado indistintamente conchas colocadas en ambas posiciones, ¿recordáis?.

Es algo tan aparentemente absurdo como si, por ejemplo, el F.C. Barcelona hiciera lo mismo en las señalizaciones indicativas a los asistentes al Nou Camp, utilizando como ariete indicativo de la dirección a donde ir la punta de la parte baja de su escudo. Algo sencillamente fuera de lugar. Lo "correcto" en el caso de Asturias, sería colocar la misma concha en ambos casos y con la flecha indicativa correspondiente según la dirección. En sta foto, lo que está "mal" es la concha e la parte superior: debería estar como la inferior, pero manteniendo la flecha que ya tiene.  Lo capisci?
Hecho el apunte, sigamos.
Bajamos, bajamos, toboganeando suavemente, y viendo allá, a lo lejos nuestro destino final del día: Fonsagrada.
Atravesamos el caserío de El Acebo con el regalito de un corto pero duro repecho, pero al que sigue el llanear por la carretera en dirección a Fonfría.

Nota: restauradores, si ponéis carteles indicativos de vuestro chiringuito, poned también qué días cerráis; va esto particularmente en este caso por el mesón Catro Ventos; tenía un hambre feroz y su primer cartel lo he visto a 6k del mesón; y luego, varios carteles más "in decrecento kilométrico"... Cada cartel me hacía salivar, imaginaba brasa -chuletón, costillas...- y no encontraba el momento de llegar; y cuando lo hago me encuentro con que los martes y los miércoles está cerrado.

Con mis tripas en situación de queja continua, los casi 4,5k que me quedaban hasta Fonsagrada se me han hecho eteeeernos. Y para acabar de rematarlo resulta que, desde 2017, el Camino ha recuperado el recorrido de la entrada histórica a la población, que no es otra que la de un durísimo repecho, en plan “kilómetro vertical”, realmente exagerado, que parecía que no se acababa nunca.

Hemos aterrizado en el Albergue "Casa Cuartel". Y me he agenciado una habitación individual. Y para comer, al tener cocina amplia, hemos apostado por ir al super y cocinar nosotros.  Tarde de panching y cena brutal, a la que ha faltado Liis que no anda muy fina. Y cena de la que, no muy fina también, ha salido Luciana que se ha pegado unos buenos pelotazos de vino tinto.

Y mañana será otro día.


___________________________________________________________________________________

OCTAVA  ETAPA    
13 SEPTIEMBRE 2023
FONSAGRADA - BALEIRA/O'CÁDAVO 
24,74K     Acumulados 175,54K 
6:00H      Acumuladas 44:19
Ritmo 14:57  

            ¡TOBOGÁN - DAY!   (... Y CUESTA DEL SAPO)

Sorprendentemente, hoy hemos empezado cuesta abajo (ventajas de haber casi sacado el hígado por la boca para llegar en su tramo final a Fonsagrada ayer).
Etapa larga, en la que vamos desgranando pueblecitos (Padrón, pero no el de los pimientos, Vilardongo, Montouto) por cómodas pistas de tierra, cruzando algún que otro prado.

Al pasar por Montouto, la cosa empieza a empinarse (hacia dónde? pues hasta la sierra de ahí enfrente, sí, donde los molinos eólicos!); antes, nos encontramos con los restos de las ruinas de un antiguo hospital de peregrinos., así como una reunión pétrea de los restos de un dolmen neolítico. Es el punto y final de la primera de las ascensiones, que da paso a una vertigiosa bajada, de pronunciada pendiente. La pista por la que vamos acaba convirtiéndose en sendero con otra contundente bajada que nos lleva hasta Paradavella.

Tomamos un sendero que acaba llevándonos cuesta abajo hasta Couto., lugar en el que ¡croac-croac! nos enfrentamos a la temida "Cuesta del sapo" de poco más de un kilómetro 

que está justo antes de llegar a Lastra a través de un camino de tierra en buen estado.

A la salida de Lastra afrontamos por una pista forestal la subida al Alto de Fontaneira. La bajada es contundente y que nos acaba llevando, muy estirado el grupo, hasta O'Cádavo donde fácilmente localizamos el Albergue PORTA SANTA, a pie mismo del Camino..

Volvemos a apostar por hacernos la comida, por lo que, de paseo por el pueblo, nos aprovisionamos en el súper.

Me ha costado horrores dormir. Y he decidido que mañana, antes de partir, aligeraré un poco más la mochila enviando cosas a casa.


___________________________________________________________________________________

NOVENA ETAPA
14 SEPTIEMBRE 2023
BALEIRA/O'CÁDAVO-LUGO
30,23K     Acumulados  205,77K
6:34H      Acumuladas. 50:54H
Ritmo  13:08
         
            ¡ ABRE LA MURALLA… ! 

Los lucenses parece que hace poco “han descubierto” que, al igual que Sarria, son 100 los kilómetros que la separan de Santiago de Compostela, y están en plena campaña reivindicativa porque esto les daría también “derecho”, a estos nuevos “turigrinos” con punto de salida desde Lugo, a conseguir su Compostela como hacen los turigrinos de Sarria. Porque el Camino son muuuuuchas cosas, pero una de ellas, y relevante, es el bussines que genera a los pueblos, pueblitos, aldeas, pedanías… por los que pasa. Y Lugo, obviamente, quiere subirse al carro.

Y para Lugo que nos íbamos esta mañana.

Antes de ponernos en ruta, en una cafetería con mucho arraigo e historia en O’Cadavo nos hemos puesto finos desayunando.; yo he avivado la ingesta para acercarme hasta la oficina de correos y mandar para casa 2,5K de cosas que ya no quería en mochila.

Y ya puestos en marcha, el arranque ha sido con un subidón de los de aúpa. Duro. Nos hemos fragmentado por completo y yo he cogido la rueda y el ritmo vivo de Sabrina y pim-pam, pim-pam han ido cayendo los km con rapidez y constancia. No entendía muy bien el porqué de ese tan acelerado ritmo que llevaba, pero yo le iba a rueda, me sentía bien llevando esa rápida velocidad de crucero… hasta que he recordado que nos dijo anoche que ella se adelantaría porque no conocía Lugo y quería dedicarle tiempo a recorrer su muralla. No era mi caso, pero he seguido su estela hasta casi 5k antes de llegar a Lugo, así que han sido unos muy buenos 25k de Camino en solitario. 

Al llegar a un bosquecito han desaparecido las señales en una encrucijada. Ni flechas, ni conchas, ni mojones indicativos. Andando conmigo desde hacía un par o tres de kilómetros llevaba a una jovencísima y dulce muchachita polaca (Alijca) con la que hemos ido dando tumbos por una zona por la que sabíamos, por el GPS de su móvil, que estábamos ligeramente ladeados pero que acabaríamos reencontrando la buena ruta del Camino, como así finalmente ha sido.


La etapa era larga, 30k, con un sol plomizo… pero me ha pasado volando. Alijca y yo nos hemos despedido a la entrada de la ciudad y yo me he dedicado a buscar dónde dormir, que finalmente ha sido en un Apart-hotel de 5 plazas. 
He localizado un lugar con muy buena pinta para comer. Los 30 k de hoy, bajo un sol justiciero, me han abierto el apetito, así que iba a resarcirme.
Lugo no será muy grande, pero también es casualidad que ese mismo lugar haya sido el elegido también por Michael y parte de su de tropa para comer. Hemos intercambiado algún que otro comentario y he entrado a ver qué es lo que podía comer (...y si podía hacerlo, porque eran ya casi las tres de la tarde); y a punto de empezar a comer, que también vuelve a ser una casualidad doble, veo por el cristal a Liis y Ángel. Antes de que los perdiera de vista, he salido corriendo para llamar su atención y les he animado a que se unieran a mi mesa, cosa que han hecho y hemos empezado a disfrutar de un muy rico y abundante almuerzo. Y, como no hay dos sin tres, estando los tres a medias del almuerzo, nuevamente a través del cristal, casualidad triple, hemos visto que llegaba hasta donde estábamos nosotros la siciliana Luciana.

(tanta casualidad no era normal; pero es que resulta que el restaurante está a escasos metros del montaje "LUGO, 100 KMS", instalado justo enfrente de donde termina el Camino al llegar a la ciudad).

Les he contado a Liis y Ángel lo de mi apart-hotel para cinco, y les he animado a que se vinieran; y no solo eso: les he cedido la habitación de matrimonio. En cambio, a Sabrina y Luciana no ha habido manera de convencerlas de que también se vinieran al apart-hotel, y se han quedado en el albergue municipal.

Hemos echado una buena siesta y luego hemos salido al encuentro de "las italianas" para ir a dar una vueltecita por Lugo y tomar algo (copas y algo para picar). Cuando nos hemos despedido, después de acordar hora para desayunar mañana, Liis y Ángel han ido al apart-hotel, pero yo tenía hambre y me he acercado hasta el mismo lugar del mediodía para picar algo y matar el gusanillo. Me he animado a pedir "…unas croquetas de jamón elaboradas por nosotros". Y al rato ha aparecido el simpático camarero del mediodía ¡¡ con 10 croquetas como puños !! .  
Y yo, que he sido educado en la doctrina del "lo que te pongan en el plato te lo comes; en el plato no se deja nada", he ido dando buena cuenta de ellas, una tras otra (deliciosas por otra parte).

Y a la cama, que ya iba siendo hora. 

(No he podido quedar con mi buena amiga lucense Chiruca; no tenía el ánimo ni las fuerzas para ser una buena compañía. Intentaré mañana a ver si puede acompañarnos a desayunar antes de re-emprender el Camino). 

A todas estas, Mario (mi nieto) también iba haciendo el Camino conmigo. Y es que antes de emprender la marcha le preparé este mapa con el recorrido y el detalle de cada (en principio) final de etapa; y le dije que cada tarde le llamaría para decirle dónde estaba ese día, para que fuera avanzando conmigo, marcando con un rotulador el recorrido de la etapa del día. 
- “Pero dos días no pude hacerlo, porque no me llamaste…” 
me soltó el joío cuando comentábamos el mapa unos días después de regresar.
Fue una manera como otra de implicarlo, de poder estar juntos en esta nueva aventura.


___________________________________________________________________________________
DÉCIMA ETAPA
15 SEPTIEMBRE 2023
LUGO - PENA DA GALIÑA  
23,63K      Acumulados  229,40K
6:11H         Acumuladas 57:05H
Ritmo   16:05

            MICHAEL'S DAY

A pesar de haber consensuado ayer el desayunar en la chocolatería cercana al Albergue Municipal, finalmente lo hemos hecho en una cafetería de la plaza del Consistorio. Y me he puesto “morao”, tanto, que ellos cuatro ya habían acabado y a mí todavía me quedaban los churros con chocolate (chocolate que había ido a comprar a la chocolatería en la que deberíamos haber desayunado, porque donde estábamos sólo tenían churros.) Y ni yo iba a correr, ni ellos cuatro a quedarse ahí mirando como me “enchurraba” yo, así que han levantado el vuelo; además, yo quería sellar la credencial en la Catedral del Lugo, y no abrían hasta las nueve y media

Por dos veces le he mandado mensajes a Chiruca para que nos acompañara a desayunar, pero no ha debido verlos.

Cuando mi cuarteto se ha marchado, he visto que justo al otro lado de la plaza estaban desayunando Michael y su tribu; me he acercado hasta ahí y nos hemos puesto a charlar; y le he dicho si no le importaba si caminaba hoy con ellos. Y eso es lo que finalmente he hecho.

Después de haber sellado, todos,, nuestras credenciales en la Catedral, a eso de las 10 hemos arrancado a caminar; enseguida, la tribu ha ido cogiendo algo de distancia (aprovechado la bajadita inicial) y Michael y yo nos hemos ido descolgando abstraídos por la animada conversación que sosteníamos, fundamentalmente del “universo fútbol” (Michael, supporter del Everton, trabaja en España para una de las actividades que, por el mundo, tiene la Fundación del gran capitán y enorme jugador del Liverpool Steven Gerrard). Hemos charlado, charlado y charlado como si nos conociéramos desde siempre. Le ha sorprendido y dejado bastante descolocado lo de mis 2 Caminos ya recorridos en tan poco tiempo, y el haber emprendido éste teniendo, además, que llevar “la mochila” que arrastro conmigo desde 2014.

Llevábamos unos 15 km de marcha cuando se ha puesto a nuestra altura Kristina; ha hecho como un amago de dejarnos ahí y seguir adelante sola (es una gran marchadora), pero en ese momento Michael y yo estábamos con temas de running y se ha quedado y caminado con nosotros hasta el final de etapa.

El día nos había salido caluroso, y la etapa, a esas alturas, estaba en plan toboganero… así que imaginaros cómo hemos empezado a salivar al ver aparecer como por arte de magia por detrás de un árbol, un brazo con tres cervezas abiertas en la mano que estaban diciéndonos claramente: “venid, venid….”. El brazo que sostenía las botellas era el de Bibianne, que estaba con el resto de la tribu apostada en un improvisado pit-stop de una amable lugareña. Hasta ese momento, yo no había intercambiado palabra alguna con Bibianne.
Hemos estado allí un buen rato y al reanudar la marcha ya lo hemos hecho todos juntos.
En un momento dado, caminando al lado de Bibianne les he pedido si podían escuchar una canción y comentarme qué les parecía (lo he hecho con muchos peregrinos en todos los Caminos). Y lo que han escuchado ha sido: 
     

Me ha parecido que les gustaba (todo el grupo marchaba en silencio mientras sonaba); cuando les he dicho, sin haber terminado todavía la canción:
- “She’s my daughter”
y he hecho un gesto como de enjuagarme una lagrimita, he visto a Bibianne muy emocionada, sensible. Y hemos seguido caminando juntos hasta +/- el kilómetro 18 de la etapa, que era donde estaba el Albergue O Candido que ellos tenían reservado en San Romao.
Kristina y yo nos hemos quedado a comer con ellos (todo y que ya era muy tarde para que nos dieran de comer), pero al acabar hemos reanudado la marcha hasta unos kms más adelante, hasta un poco antes de llegar a Ferreira, donde Kristina había reservado plaza en un Albergue en el que yo luego me había reservado una habitación individual (que realmente fue una habitación con 4 literas, como en el día de la habitación de perros). Un albergue algo atípico, porque se han ido los cubanos de servicio a primera hora de la tarde y han cerrado el comedor y las estancias de abajo. Así que cuando ya al anochecer se ha puesto a llover, Kristina y yo hemos tenido que improvisar una cena “a la luz del frontal” en la estrecha terraza del primer piso hasta donde hemos tenido que subir una mesa y dos sillas si no queríamos mojarnos cenando..

No hemos tardado mucho en acostarnos; en la habitación de Kristina había una peregrina con perro, y éste ha dormido dentro de la habitación. (alucina vecina…).


___________________________________________________________________________________

UNDÉCIMA ETAPA
16 SEPTIEMBRE 2023
FERREIRA - MELIDE
24,09K     Acumulado 253,49K
5:53H     Acumuladas 62:59H
Ritmo 14:43

            OCTOPUSY ROAD

Amanece despejado en el Albergue. Como sabemos que los cubanos no van a aparecer por ahí hasta -como poco- las nueve y media, Kristina y yo hemos decidido ir tirando, a ver si más adelante encontrábamos algo abierto para desayunar. Y poca cosa hemos encontrado en el albergue donde se había alojado Sophie, con la que hemos estado charlando un rato.

Sorpresivamente, más adelante sí hemos encontrado un sitio donde nos hemos dado un auténtico homenaje. 
La etapa de hoy iba a llevarnos hasta “Pulpo’s city”, conocida también como Melide. Y el perfil de la misma ha sido del todo toboganero pero sin excesos, con un largo tramo de bajada a mitad de trayecto. Kristina ha puesto una marcha más, y nos hemos distanciado.
Sobre la una y media pasadas he llegado a Melide, donde he coincidido en la pulpería con Sophie y un divertido peregrino (ceo que alicantino). que estaban esperando a alguien con quien habían quedado para comer. Y justo antes de que empezáramos a comer ha llegado la persona que estaban esperando, que no era otra que… Kristina.
Después de una larga y divertida sobremesa, Kristina y yo hemos decidido adelantar kilómetros a la etapa de mañana. Y nos hemos puesto en marcha. 
Pero a poco más de un kilómetro de salir de Melide, y con Kristina algo retrasada porque estaba hablando por teléfono, un inesperado problema estomacal me ha obligado a volver a Melide. Lo curioso del caso es que, no se cómo, no me he cruzado con Kristina, por lo que preveo que habrá pensado que yo habría puesto “la marcha larga”, y que por más que haya acelerado su marcha, no me habría alcanzado jamás. Y eso la habrá dejado bastante mosqueada. (luego más tarde hemos hablado del tema).
No me ha sido fácil localizar plaza donde dormir en Melide (primera vez que me ocurre en los tres Caminos y en la prolongación a Finisterre que llevo).

He aprovechado para hacer la colada y seguir buscando; he solucionado el tema poco antes de las nueve de la noche en un hotelito en uno de los extremos de la localidad, lugar en el que también he cenado mientras por televisión (primera vez que la veía desde que salí de casa) el Barça vapuleaba al Betis en Montjuic. 


___________________________________________________________________________________
DUODÉCIMA ETAPA               
17 SEPTIEMBRE 2023
MELIDE-O'PEDROUZO  
35,53K     Acumulado 289,06K
8:36H     Acumuladas 71:5H
Ritmo 14:43

            LARGA ETAPA, PERO BIEN DISPUTADA

Me toca afrontar la penúltima de las etapas, y la 2ª etapa reina de este Camino para mí (en este caso, en lo que distancia se refiere, ya que serán casi 36 kilómetros, una distancia algo larga para estas alturas de Camino). Pero inesperadamente me la he merendado a un muy buen ritmo medio para las alturas del partido en la que estábamos.  El trayecto ya era conocido para mí, ya que también lo hace el Camino Francés cuando éste confluye con el Primitivo, al igual que ocurrirá con la etapa final de mañana. El perfil, se ve claro, ha sido toboganero pero nuevamente sin excesos. Además, he podido disfrutar de una larga etapa, disputada al 100% en solitario por largas pistas forestales, bosques y praderías.

A unos 5 kilómetros para llegar a O’Pedrouzo, el Camino me ha obsequiado con una generosa y abundante sesión de lluvia, lo que ha hecho que llegara completamente empapado. Sabía que Sabrina y Luciana estaban en el Albergue Municipal, así que para ahí que me he ido; pero estaban con unos chicos italianos “de su generación” y he decidido no estropearles el plan que llevaban y me he buscado un hotelito donde pasar la noche.

Veamos:

                     .                  

Quizá sea hora ya de destacar el que, una vez más, y después de habersa pateado el Camino Francés, el Camino Portugués por la costa, la Extensión Finisterre-Santiago y este Camino Primitivo al que le quedan dos telediarios, mis pies siguen estando como si no se hubieran movido de casa. Ni una llaga, ni una ampolla, ni una rozadura en ninguno de los 4 largos recoridos. La elección de zapas que Juan me hizo cuando estaba en Ashi al acudir a él en busca de su consejo no pudo ser más acertada. Y esto que hay que ver cómo están a día de hoy las NB (que fueron recauchatadas a la vuelta del Camino Francés) después de hacer el Portugués, la Extensión Finisterre y este Primitivo a punto de acabar. 
Que sepáis que ya las he retirado a mi Hall of fame particular, junto a las Saucony con las que corrí la Maratón e Berlín 2010. 

Heho este merecido y valioso apunte, sigo.
Me he cambiado, he escampado la ropa por la habitación para tratar de que se secara y me he ido a la pizzeria cercana, no para lo que se supone, sino para un caldo gallego, un codillo y un helado.

Y a dormir, que mañana llego a Santiago.  


___________________________________________________________________________________
TRIGÉSIMA, Y ÚLTIMA, ETAPA
18 SEPTIEMBRE 2023
O'PEDROUZO – SANTIAGO
19,46K     Acumulados finales   308,52K
4:11H        Acumuladas finales.   75:61H
Ritmo  13:10

MI CUARTA ENTRADA EN LA PLAZA DEL OBRADOIRO EN POCO MÁS DE 15 MESES

Como ya me ocurriera al acabar el Camino Francés, esta etapa la he vuelto a considerar “de puro trámite”, “mal necesario”, de algo parecido a los “minutos basura” del básquet. Además, es una etapa mayormente “urbana” (el aeropuerto, áreas residenciales, autovías, industrias); y aunque el perfil de la etapa parezca otra cosa, es una etapa sin grandes desniveles. 



Y los trámites, cuanto antes los solventes, mejor (finalmente ha sido en 4:11, a ritmo de 12:54); así que he madrugado … pero sin tener en cuenta un pequeño detalle: en el paquete que envié a casa días atrás, estúpida, pero creo que despistadamente, también había metido el frontal (porque ya me diréis qué me solucionaba su sobre-carga de peso). Así que en noche cerrada y sin frontal he empezado a caminar poco antes de las siete de la mañana utilizando la linterna del móvil cuando no veía muy claro donde pisar. Pero después del tercer tropezón, que casi me hace ir por los suelos, he decidido dejar que me adelantara un grupo y me he pegado a ellos, para aprovechar la luz de sus frontales. Pero claro, estaba a unos 4-5 metros de ellos, y entre su haz de luz y yo no habría menos de 7 metros, así que seguía caminando casi a oscuras. Pero así he ido unos 3 kilómetros, hasta que he decidido parar en una cafetería a pie de Camino a comer algo (ya había desayunado en O’Pedrouzo antes de salir) a esperar a que amaneciera.

He afrontado la tediosa y empinada subida al aeropuerto, con una buena cantidad de alegres y animados turigrinos delante y detrás.

Del Camino Francés de julio 2022 me quedó el regusto de no haber “subido” al Monte du Gozo, porque creía que era una opción, una alternativa, no parte del recorrido. Y he decidido solucionar esta "anomalía", con la sorpresa para mí de que el MONTE no es tal monte sino una planicie desde la que los peregrinos, antaño, podían ver por primera vez, allá a lo lejos, las torres de la Catedral de Santiago.

Desde Monte de Gouzo a Santiago se me ha vuelto a hacer un recorrido muy pesado, tedioso… así que he aprovechado -para evitar sorpresas a la hora de encontrar donde dormir en Santiago- y para reservar 2 noches, porque mañana quiero acercarme hasta Muxía (regreso a Barcelona pasado mañana). Ha sido en la pensión A casa do Peregrino, en la rua Acibecheria.

                 

Así como la entrada en Plaza del Obradoiro de mi segundo Camino (el portugués) fue un tanto desangelada, casi sin emoción alguna (recordad que no tengo ni la Compostela de ese Camino) hoy, en esta cuarta ocasión, he vuelto a entrar corriendo en la plaza, dándole por completo la vuelta a su perímetro,

Y sí, esta vez me he vuelto a emocionar el terminar mi tercer Camino., supongo que por la dureza del recorrido y por la satisfacción de haberlo logrado.

La pensión que he reservado está en la misma calle del arco de entrada a la plaza (a menos de 300 metros de donde el gaitero te recibe). Mejor emplazamiento, imposible. Ducha nada rápida, sino laaaaarga y jabonosa, y listo para comer.

Por la hora ya era tarde para comer, pero aquí en Santiago las cocinas parece que son “non stop”; y venía con ganas de repetir en el restaurante italiano de las veces anteriores… pero hoy es lunes, y los lunes está cerrado, Así que he ido a Casa Paredes, donde ya estuve en los otros dos Caminos y donde atiende mi amiga, la simpática Edna, la colombianaquenoparececolombiana y que me ha conseguido mesa donde no había (y, como era mesa para cuatro, he invitado a que me acompañaran a dos chicas italianas que estaban esperando turno, un turno que iba para muy largo). 

Al acabar de comer he ido, esta vez sí, a por mi Compostela (y a por el certificado de distancia, donde oficialmente constan como 310 los kilómetros del Camino Primitivo) y a tratar de localizar un chino para conseguir un adaptador para el iPad; y ha sido regresando ya a la pensión cuando he coincidido con Sabrina y Luciana, que estaban de copas con sus amigos italianos; hemos estado un buen rato ahí, y hemos acordado que me llamarían cuando supieran el lugar donde ir cenar, por si me quería apuntar. 
Después de pasar por la pensión, “siestear” un poco y salir a dar una vuelta por el centro, Sabrina me ha llamado dándome las coordenadas: inicialmente cenaban en un lugar, al que me dirigía cuando me ha vuelto a llamar para decirme que estaban en otro, y luego el GPS se ha vuelto como loco para encontrar la nueva dirección. Pero he llegado.; acabada la cena nos hemos ido de copas cerca de ahí, que tampoco era lejos de mi pensión. Después de un tiempo prudencial, me he despedido de todos y ahí se han quedado ellos con el grupo de peregrinos (ninguno español) con los que habíamos estado desde que llegamos al local.

Creo que me he dormido tan solo apoyar la espalda en la cama. 



___________________________________________________________________________________   
                EPÍLOGO
SANTIAGO de COMPOSTELA
19 SEPTIEMBRE 2023

            LAST DAY IN SANTIAGO

Sí, podría haberme ido ayer. Pero quería intentar ir hasta Muxia (“A costa da morte”), para tenerlo todo visto y ayer no me hubiera dado tiempo. Así que me he levantado tempranito, he averiguado desde donde salían los autobuses de línea regular para Muxia y para allá que me he ido (Pl. Galizia, el mismo lugar donde pillé el autobús para ir a Finisterre en abril). En principio soy un tipo de costumbres así que iba a repetir el mismo lugar donde muy bien desayuné entonces; pero lloviznaba (bueno, era un poco más que lloviznar lo que hacía) así que he desayunado en una cafetería de la esquina de la plaza. Me he puesto como el Quico de tostada con tomate, queso fresco, zumo de naranja y chocolate con churros.

En una mesa cercana había una muy linda chica, sola, de la que me ha sorprendido su atuendo para su edad (le pongo unos 24 años +/-). Se ha levantado para ir al baño y cuando ha regresado, al pasar por mi lado la he abordado -muy educadamente- para felicitarla por su indumentaria y por lo bien que le sentaba (vaqueros Levy Strauss de cintura alta y unas Converse blancas, bajas). Y hasta ahí. 
Lloviznando, ahora sí suavecito, hemos salido los dos casi a la vez de la cafetería. Yo la llevaba delante unos cinco o seis metros, pero se ha detenido mirando el móvil, como buscando una dirección. Le he preguntado si podía ayudarla… y ya el resto de la mañana lo hemos pasado juntos (bye-bye Muxía, otra vez será, no te preocupes). Annie, que así se llama, tenía entrada para visitar las terrazas de la Catedral y me he aventurado a tratar de conseguirme también una para mí en la visita de las 10; antes nos hemos ido hasta el Mirador, desde donde gracias a la niebla hemos podido “no ver” la ciudad de Santiago desde el Mirador. 
Si vais a Santiago os recomiendo no perderos la visita a las terrazas: es algo espectacular
Annie tenía que salir en tren para Oporto, siguiendo su plan de trabajo, así que nos hemos despedido antes de comer, que ha sido en una de las mesas a pie de calle de uno de los muchos mini-restaurantes que hay en la zona colindante a la Catedral.
Ya por la tarde he podido localizar a Ángel; Liis no estaba muy fina y estaba en el albergue, así que nos hemos ido él y yo a dar una vuelta y a tomarnos unas cervecitas en un lugar con mucho encanto.

Os lo creáis o no, hasta hoy yo no había entrado a visitar la cripta que alberga el sepulcro del Apóstol. Y ha sido hoy por la tarde, casi al borde del toque de campana de cierre cuando he saldado este “despropósito”, porque se supone que uno viaja hasta Santiago para visitar, precisamente, la cripta donde está el sepulcro del apóstol Santiago.

Ya anochecía y Liis se nos ha incorporado y los tres nos hemos ido a cenar al Monasterio de San Martín Pinario, que os recomiendo. El edificio es emblemático, la comida deliciosa y el precio muy muy ajustado. Dan desayuno, almuerzo y cena. Lo de la comida lo desconocía, pero el edificio no, ya que fue ahí donde pasé unas horas medio adormilado en el comedor la noche-madrugada que tuve que coger el avión de regreso a Barcelona de mi Camino Portugués.

Pero yo quería despedirme de Michael y su tropa, así que antes de cenar y también después de despedirme muy afectuosamente de Liis y Ángel, lo he estado llamando; y finalmente los he podido encontrar acabando de cenar en un restaurante que estaba en las escaleras laterales de una de las entradas a la Plaza del Obradoiro, las mismas escaleras por las que entré en la plaza en mi Camino portugués.  
Me han recibido con gran cordialidad, Bibianne y Michael sobre todo, aunque tardaron en entender que yo ya había cenado. En la tribu había alguien a quien yo no conocía, y era Melissa, la preciosa bosnia afincada en Austria. Estuvimos ahí un buen rato, pero yo insistí en que nos fuéramos a la plaza porque en los soportales “la tuna la estaba liando”. Y para allá que nos fuimos todos. Y vaya la que se lió.



Michael estuvo en todo momento muy afectuoso conmigo, y Bibianne muy cariñosa, muy amorosa. Y de Bibianne fue, precisamente, la noche. Acabó eclipsándolo todo, tuna incluida. Cantó, bailó, animó al personal, hizo ejercicios gimnásticos… Fue el centro; era el centro. Estando ahí, tremendo alegrón al escuchar el grito de Txaaaabiiiii  de Sabrina cuando me vio (grito al más puro estilo de Nick y Keya, mis amigos yankees de Oregón del Camino Francés  Sabrina también se había acercado hasta la plaza y gracias a ello pudimos despedirnos, no así de Luciana, que ya iba camino de Muxia.

Al rato, al cabo de muuuucho rato de cantar, bailar, animar, corear… nos fuimos a tomar algo por ahí. Invité a la tropa cervecera a…. cerveza -qué sino- en un restaurante que ya cerraba, pero a los que convencí para que nos sirvieran “..la última”.. El compromiso de servirnos las birras iba como condicionado a no alargar mucho nuestra estancia ahí. Así que después de un tiempo más que prudencial, Txabi ha dicho que él se iba, y todos hemos ido enfilando el camino de la puerta de salida.

La despedida ha sido muy rápida, sin escenas (claro que, realmente, el único que se iba de Santiago por la mañana era yo); y diría que hasta incluso un pelín fría, formal… pero puede ser tan solo una apreciación mía debido al cansancio y a la ingesta de claritas (que, definitivamente, ha sido mi “bebida oficial” de este Camino Primitivo.)










Caminando lenta y nostálgicamente por la noche santiaguera, acabé llegando a la pensión con ganas de volver; y como siempre en la noche antes de partir, he dejado lista la ropa que ponerme mañana y la mochila ya a punto de marcha.
Serían poco más de las 2 de la madrugada cuando me acosté; a la mañana siguiente, lluviosa en plan chirimiri, no tomé un taxi para el aeropuerto; tenía tiempo como para desayunar tranquilamente y tomar el autobús. Y como éste salía de Plaza Galizia, volví a repetir misma cafetería y mismo desayuno de ayer. 
Vuelo con salida a su hora, y sin nadie a recibirme en el aeropuerto por la hora.

Fin de mi tercer Camino. Un fin que no es sino el pistoletazo de salida, el inicio de la cuenta atrás, para volver a calzarme las zapas y caminar por el que será mi cuarto Camino…  

Y será pronto.