Ésta es la última crónica del viaje Costa Rica-New York...
...pero para ser la última, no veas qué relato de final de viaje:
Corriendo EN NYC HALF MARATHON

Domingo 16: SENCILLAMENTE ALUCINANTE. ¡ No me bajéis de la nube por favor...!!
La cosa ha ido así.
Me he levantado muy temprano (por ser domingo y no tener nada más que hacer hasta las 10,30 en que abrían las puertas del MOMA, que era el objetivo de esta mañana).
Dicen que las cosas no pasan nunca por casualidad, que siempre hay un porqué, una razón. Y parece que la desconocida razón para haberme levantado tan temprano era que este último día en Nueva York me tenía preparada una grata y del todo inesperada sorpresa:
HOY CORRERÍA EN LA MEDIA MARATÓN DE NEW YORK CITY !
(la NYC-HALF MARATHON, que dicen ellos... de 13,11 millas).
Y es que, nada más salir del hotel, veo que la 7th Avenue (la siguiente a la mía) estaba bloqueada al paso...
Y lo estaba porque por allí pasaba la Media Maratón (a tan solo una calle de mi hotel! con lo grande que es la ciudad de Nueva York !). Eran poco más de las 07:40 de la mañana y los primeros corredores ya trotaban por la 7thAv. Me lo he pensado tres o cuatro segundos (no muchos más), he saltado la valla y me he tirado de cabeza. He entrado en la carrera en la milla 6,2 (o sea, con 9 kilómetros y 976 metros ya recorridos por los otros corredores, así que todavía quedaban 11 kilómetros y 116 metros de Media Maratón, que son los que yo he hecho, o sea, un 53% de su recorrido).
Pero mientras corría la Media Maratón por las calles de Nueva York - y me alejaba del hotel más y más- iba pensando:
-Nano, no llevas encima ni un puto dólar y no sabes dónde colllons acaba eso ...
-¿Cómo volverás al hotel si no te podrás ni pagar el billete del metro ?; ni tampoco tienes un móvil para llamar a Marta y avisarla de lo que estás haciendo (... con lo sufridora que es Marta).
Pero me he dicho sobre la marcha (y nunca mejor dicho):
-Lo resolveré al llegar a meta, porque desde dentro de la carrera tampoco puedo hacer nada.
Me ha tocado ir corriendo -acompañado de no muchos corredores porque, encima, "corría con los buenos", con los primeros- por toda la 7thAv desde Central Park, llegar hasta Times Square (¡qué pasada la cantidad de gente que había a esas horas de la mañana, qué brutalidad de música a toda castaña !); he girado a la derecha por la 42thSt hasta el West River side y he ido bajando, bajando por muy bien toda la 11thSt, bordeando la "zona cero", para finalmente llegar -en olor de multitudes- hasta Battery Park, en la parte más baja de Manhattan, frente a la estatua de la Libertad (y encima, en menos de 55 minutos).
No os podéis hacer ni una ligerísima idea del "subidón": poder correr por las calles de Nueva York su Media Maratón, rodeado de gente chispeándote con inglés, animándote, tocando música...
La historia dirá (porque así lo reflejará el vídeo) que he cruzado la meta en 1 hora 40 minutos, aunque -está claro- Éste no ha sido mi tiempo, porque yo, por no hacer, no he hecho sino que un poco más de media Half-marathon (por eso antes he escrito "correría EN la media maratón" y no que "correría LA media maratón").
Pero... y a mí qué? que me quiten lo bailao !. Un regalo increíble, impagable y totalmente inesperado ! Y encima me han colgado, sí o sí, la (inmerecida) medalla y me he hecho la "foto oficial" ante el photo-call de la Media Maratón de Nueva York 2009.
Y a todo eso... ¿dónde estaba Marta ?. Pues Marta durmiendo en el hotel, ajena a toda esta "movida", porque el MOMA no abría hasta las 10,30 (estaba en tres calles de nuestro hotel, pero en la misma 54th St); yo le he dicho al salir de la habitación:
- "Ahora vuelvo...",
porque de lo que realmente se trataba inicialmente era sólo de ir a trotar un rato por Central Park como "despedida" y volver al hotel (cosa de media horita/tres cuartos...).
Cruzar meta, recoger medalla y hacerme las fotos, me llevó a las diez pasadas.
Acabada hacía rato la carrera, he empezado a buscar catalanes entre el público -o españoles- por los alrededores de meta, pero nada.
Por suerte, introvertido y tímido que es uno, me he enrollado con un corredor yanqui, mulato él -en Joaquín- que hablaba español (era de madre dominicana, que estaba allí con él en meta). Le he explicado mi caso (no money, no phone, mujer preocupada...) y se ha ofrecido a llamar con su blackberry al hotel; hemos llamado a Marta... pero ella ya no estaba en la habitación.
Me ha dicho en Joaquin que no me preocupara, que él me pagaba el billete del metro y que iríamos juntos (ellos también tenían que coger la misma línea que yo para ir a su casa, la línea 2 hacia el Bronx). Camino de la estación me he cruzado -por fin- con una pareja que hablaba en catalán; les he explicado lo que me pasaba y les he pedido hacer una llamada con su móvil: ningún problema... si no fuera porque Marta no ha contestado la llamada. Les he dicho si no les importaba que le mandara un SMS (que el mismo chico mismo m lo ha escrito y enviado). Ya estaba más tranquilo...
Después de un buen recorrido en metro, al llegar a mi estación y dentro del vagón, me he quitado mi camiseta y se la he regalado a Joaquín como agradecimiento (no tenía otra cosa); así que he salido del metro, y llegado al hotel, caminando por Broadway St durante cuatro calles con el cuerpo desnudo... y mi medalla colgada al cuello!.
Después de la necesaria, reconfortante y pertinente ducha, he hecho mi maleta (pasaban ya más de las once) y la he bajado a la recepción del hotel, momento en el que Marta entraba (venía del MOMA, de sacar las entradas).
Nos hemos ido a desayunar (yo todavía con mi medalla colgada del cuello y con una sonrisa de oreja a oreja permanente de satisfacción) y luego a ver (durante un par de horas) en el MOMA, básicamente la exposición de la década de 1880 y la década de 1940 (Cézanne, Picasso, Monet, Dalí, Giacometti, Van Gogh, Kandinsky, Monet, Rousseau, Miró y muchos otros).
Ya con el tiempo encima nos hemos ido a dar un último paseíto por Central Park ("a petar" de gente en este domingo soleado), nos hemos echado un par de "perritos calientes" a pie de calle, hemos ido hacia el hotel, nos han enviado una limusina negro impresionante... y aquí me tenéis, en el aeropuerto haciendo tiempo para salir volando hacia Barcelona.
Por favor, NO me bajéis de esta nube...!