No soy un caso excepcional.
He visto y vivido situaciones como éstas en multitud de ocasiones, en todo tipo de distancias, en corredores que se conocían y en corredores que no se conocían de nada, que corroboran lo "egoista" e individualista que es nuestro deporte.
A falta de unos 200 metros ves a una compañera que "no va fina", que está sufriendo, que algo no va... Aceleras, te pones a su altura, extiendes tu mano...