Hoy, la Cursa La Sansi Viladecans nos ha regalado a Gabri y a mí una llegada en solitario para nosotros solos... metros y metros de alfombra por delante, y sin nadie por delante, para afrontar un ya clásico Gabrisprint. Yo no se a vosotros, pero a mí esta secuencia me parece de lo más plástica y estética.
(difícilmente volveremos a tener un escenario así para nosotros solos en una cursa popular).
Pero nada es lo que parece, porque hay que aclarar que...
... mi rodilla ha vuelto a hacer de las suyas y, pese a ello, he salido como una pequeña cabra loca con un primer km, pese a los embotellamientos de salida, a ritmo 4:50 (y la cosa no ha mejorado en el segundo, a 4:55); así que se ha producido la relación causa-efecto, y en la rotonda del km 2 me he salido de la cursa para que la cosa no fuera a mayores.
(recuerdo que mi ritmo actual de cursa de 5k es de 5:25, y de 5:45 en la de 10k).
Como el carril en sentido contrario de ese km 2 era también el tramo por donde los corredores arremetían de vuelta con el último kilometro de la cursa y por lo tanto, la llegada a meta, he cruzado y he decidido que me quedaría ahí animando hasta que mi amigo Gabri llegara hasta ese punto (km 4,100) y que juntos (si podía seguirle) haríamos los 900 metros finales, disfrutando del poder compartir un "Gabrisprint" con su creador
.
Así pues que nadie tenga en consideración los datos que aparecen en la clasificación, porque yo no he completado sus 5k; yo me he salido de la Cursa en el km 2,09 (aunque he vuelto a entrar para hacer los 900 metros finales), así que mi buen amigo Gabri llegaba a esos metros de la alfombra azul con 2 km más en sus piernas que yo. ¡Olé tu Gabri!.
Al César lo que es del César... No quiero nada que no me haya ganado.
(📸 @pako beer @xavier ballart de tus y Organización)
Y éstas son unas imágenes del kilómetro 9, cuando me he reincorporado a la cursa acompañando a Gabri.