12022021 

Sin haberlo programado previamente en absoluto, esta mañana me he visto en la parada final de la T-4 del Trambesós a las 9, esperando la llegada de Juan, un uruguayo que hoy se había propuesto hacer una maratón en solitario (por motivos personales, que no vienen al caso). Ese punto del recorrido era su km 32, en el umbral del temido muro; y a fe que llegaba tocado cuando le hemos visto llegar. Con él hemos arrancado a correr, a ritmos de entre 6:30 y 7:00; hemos hecho 3 paradas motivadas por tirón en cuádriceps de su pierna izquierda.
Y con él hemos hecho sus últimos 10 km por el litoral hasta el Hotel Vela, que era el punto final de sus 42,195 km, de sus muy celebrados 42K.