15 diciembre 2020

QUÉ COMPLICADILLA SE ME ESTÁ HACIENDO LA PREPARACIÓN DE LA MILLA...

Y es que, con mi tradicional anarquía, no hay quien progrese.
Ayer domingo, con los sóleos aún doloridos por "la milla del sábado" con las FBR, volví con ellas a intentar un nuevo asalto, pero no funcionó. Así que probé con un 400 rápido (por cierto, os recuerdo que, cuando escribo "rápido", siempre es contando a mi nivel).  
Y, bueeeeno, no fue del todo mal: lo acabé en 1:52, o sea, a ritmo 4:36. Pero con los sóleos peor de como lo empecé.

Hoy les he dado descanso a las FBR y me he calzado las Boston. Tras un primer intento de hacer una milla a ritmo vivo, esta vez me ha dado por atacar un mil. Y la cosa no me ha ido nada mal, porque me los he pulido, mira tu por dónde, en 4:36 y, evidentemente al ser un mil, a ritmo 4:36 (igualito que ayer en el 400). Me he bajado de la cinta (con el corazón luchando por salir por la boca, todo hay que decirlo) y he estado haciendo una buena tanda de ejercicios de estiramientos para intentar recuperar. 

Y me he vuelto a subir a la cinta. Por si había sido casualidad lo del mil de antes. Y he atacado otro mil que al final, y sorprendentemente, ha arañado un segundo al anterior: he parado el crono en 4:35.

¿Contento...? no, lo siguiente. 

Así que 4:36 en el 400.... 4:36 en los 1.000...  ¿se podrá repetir ese ritmo en la Milla? La respuesta es no, por mucho que me hayan sorprendido los resultados de los 1.000 de hoy. Aunque también es verdad que por el exterior corro más rápido -aunque menos constante- que en la cinta. Esperemos que una cosa compense a la otra.

Los vídeos: De casa camino del gimnasio, y (íntegros) los últimos 1.000 de hoy (era "milla lanzada", así que va del 0:44 al 5:11)