Pues sí, parece
que ésta sí que va a ser la penúltima de la temporada; esos 5km en La Vila Olímpica, muy bien acompañado hoy por mi “escudera”, Vanessa.
Hoy mi “escudera de lujo”, era mi compi Vanessa. Y cuando digo "escudera" quiero decir de principio a fin de carrera.
En principio habíamos acordado correr la de 10 km, pero ha impuesto un ritmo muy vivo desde la salida (aunque hemos
tenido que hacer casi 500 metros de “slalom”, sorteando corredores, porque con
el ji-ji, ja-ja nos hemos quedado detrás de todo del cajón).
Primer km en
5:02 (por el slalom), para ir pasando luego por 4:47, 4:45, 4:45 y un final 4:34 parando finalmente el crono en
23:55
No hemos hecho el
circuito de 5; hemos hecho el circuito de 10, pero nos hemos parado al llegar
al km 5; hemos andado (recortando calles) hasta llegar al 8,5 y -para
aprovechar la mañana- hemos re emprendido la carrera, cruzando por debajo del arco de llegada (que no de meta para nosotros) en 7:09, a ritmo 4:52.
Pero nuestra carrera había acabado en el km 5, que quede
claro.
NOTA: Cual si fuera un novatillo en esto de las cursas, me he dejado el chip en casa. Aunque no hay mal que por bien no venga, porque me ha ayudado a tomar una decisión:
-Oficialmente queda jubilado, desde hoy mi "pequeño tirano": mi chip amarillo.
A él le ha llegado antes que a mí la jubilación.
Seguiré corriendo, como no, pero ya sin él rodeando mi tobillo, cual una moderna argolla de un esclavo del siglo XXI, y recuperando así las ya casi olvidadas sensaciones del correr por el correr, como las que he vuelto a sentir hoy que me lo he dejado olvidado en casa. En todo caso, mis tiempos -si quiero seguir guardándolos- volverán a ser como antaño, los de mi crono.
Desapareceré de las listas, sí... tendré que salir desde el último cajón, sí, pero... ¿ y qué?.
Next, and final, station:
Cursa del Poble Sec, el 16 de julio
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