3 Julio
VIGÉSIMA QUINTA ETAPA, 26,5K. - Acum. 624,9
LA FABA - O'CEBREIRO - TRIACASTELA
Dificultad 5 / 5 Paisaje 4 / 5
He de decir que, sí, sube… pero que no hay para tanto. David y yo nos lo tomamos con calma, pero en plan “martillo pilón”: dale, dale, dale… sin parar. Hasta coronar la cumbre en bastante menos de una hora. Y me gustó lo que ví arriba. Paisaje de niebla por debajo de donde nos encontrábamos, el pueblo… Vale la pena subir hasta ahí.
Y fue al iniciar el descenso cuando el Camino nos dijo aquello de:
- ¿Qué pensabais, que os libraríais en el Camino de un día lluvioso “a lo gallego”?.
Y entonces alguien abrió el grifo, y vaya si lo abrió…
Después de andar un buen montón de km bajo intensa lluvia, paramos a comer en un bar de carretera, cuyo olor a macarrones atrajo la atención de David. Y estuvimos un buen rato ahí, David cerca de la chimenea.
Puestos de nuevo en marcha, enseguida predije que se iniciaban los problemas. Ya dos días antes, algo “petó” en la rodilla derecha, y los pinchazos eran intensos, pero espaciados (yo apuesto por menisco lateral). Pero la intensa y pronunciada bajada que afrontábamos “despertó a la bestia”: mi espalda. El hecho de tener que llevarla hacia atrás para equilibrar el cuerpo, la tensionó toda y reaparecieron los dolores (Flogoprofen al rescate). El último tercio de la etapa se me hizo doloroso y largamente eterno.
Contra lo que presagiaban todos, logramos encontrar sitio en el albergue de Triacastela. Cena con gente variada, hacer la colada y a dormir (y a esperar que lo de la espalda -que me obliga a ir con la columna curvada hacia la derecha- hubiera sido un episodio transitorio2). Pero algo me decía que no...
IMÁGENES 25ª ETAPA
#txabi_aporelcamino_2022