10 julio 2018

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                                                                          #txabi_aporelcamino_2022
 

01 julio 2018

LA ABSURDA MUERTE DE ISADORA DUNCAN



Su estilo de danza era radical, novedoso, fresco y, precisamente por su descarada naturalidad, se convirtió en uno de los iconos del siglo XX. 
Sí, tuvo que aguantar críticas destructivas, abucheos y hasta insultos, pero marcó toda una época y, si a los mojigatos amantes de la tradición más pura, aquellos bailes cargados de sensualidad y energía les parecían más propios de un demonio que de una jovencita, no tardaron en encontrar en la vida personal de la estrella un nuevo campo de batalla para forjar sus ataques. Isadora Duncan era así en todos los aspectos de su vida, imprevisible, libre y alejada de los convencionalismos
El 14 de septiembre de 1927, Isadora, la diosa del ritmo moderno, vestía con su habitual lujo. Dando dos vueltas a su cuello, llevaba un largo echarpe de seda que se agitaba libremente al aire de la marcha del coche. No hubo grito alguno, todo sucedió en apenas un instante. La pieza de seda, ondeando alegremente, topó por casualidad con los radios metálicos de la rueda trasera del vehículo, trabándose con ellos. El efecto fue inmediato, el echarpe se tensó y estranguló violentamente el cuello de Isadora, que se fracturó sin remedio. Y así, de forma tan absurda, entró en el campo de los mitos modernos una de las transgresoras más deliciosas del siglo pasado.

No nos ha pasado nada.

Hoy, por suerte, Marta no llevaba el foulard alrededor de su cuello; estilosa que es ella, lo llevaba anudado como complemento a su bolso.
Hoy no íbamos en coche; íbamos en moto.
Pero el largo y caprichoso foulard ha como querido rememorar por un instante el pasado trágico de Isadora Duncan... y se ha enredado entre el disco y la pastilla de freno de la rueda posterior de mi moto.
Por suerte íbamos por ciudad, despaaaacio, cuando la rueda se ha trabado en marcha, justo al girar por una boca calle; aún no sé cómo, he logrado el no caernos y parar. Cómo sería lo a punto que hemos estado de irnos por los suelos, que a Marta le ha costado bajar de la moto porque, al llevar el bolso cruzado, el foulard estaba tensado desde el bolso a la rueda. Ha sido entonces cuando hemos comprendido qué es lo que había provocado la trabada de la rueda que casi nos lleva a los dos por los suelos.

Pasado el susto… ¡lo que me ha costado sacar al joío foulard de donde caprichosa y peligrosamente se había metido!


21 junio 2018

CONOZCO A POCAS PERSONAS...


... más orgullosas de su trabajo que Cati.


Llevamos varios años cruzándonos día sí, día también a eso de las 8 de la mañana, por el mismo tramo de la Avda. President Companys, en Badalona; yo en moto, camino de mi despacho; ella empuñando su escoba o tirando de este carro en el que hoy nos reclinamos para la foto.
Siempre con una sonrisa en los labios, siempre una palabra amable con casi todo el mundo que se cruza con ella; trabajadora, enérgica, orgullosa, sencilla... y toooodo el año como la veis ahora: en manga corta.

Cati, mi adorable barrendera (palabra que a ella no la ofende, sino a la que ella dignifica). Las cursis se denominarían "empleada del servicio municipal de limpieza"; es como aquellos vendedores que, "para darse brillo", se autodenominan "gerentes de ventas", "delegados de zona"... como huyendo de la preciosa palabra vendedor, que a muchos les sabe a poco. Yo reivindico la palabra vendedor; y es que es un orgullo ser vendedor (que es mucho más que el saber "colocarte", o no, un producto o servicio).

¡Cuan distintas serían las cosas si todos tuviéramos su misma actitud en nuestro trabajo!. Porque dudo mucho que Cati, cuando aparca la escoba y el carro, tenga una actitud vital distinta.

Hoy, un año más, la barrendera y el vendedor nos hemos hecho la foto en nuestro lugar habitual de cruce, en el lugar donde yo hago sonar el claxon de mi moto y ella deja lo que esté haciendo para saludarme brazo en alto.



https://txabialbert.blogspot.com/2016/09/mi-adorable-barrendera.html


10 junio 2018

PARA CONTINUAR, DETENTE…



(“Per continuar, atura’t...”, com deien en aquell anunci de cervesa).

Pues sí, va a tocar parar. De la cursa de Martorell salí bastante tocado del isquio de la pierna derecha.  El martes, en las series, “chirrió” de nuevo… y el viernes, más de lo mismo.
Quizá lo prudente hubiera sido el no ir hoy a Abrera, pero hasta allí que me he ido a correr la prueba de 5 km.

Salida rápida (a 4:45) los dos primeros km para -ya en el 2.5- el isquio susurrarme al oído para decirme: 

-Eh, recuerda que estoy aquí…

Y se acabó la cursa por hoy; he tenido que ir parando-trotando en la mayoría de tramos de subida hasta el final, con la molestia yendo cada vez a más… pero, "por vergüenza torera", ni he arrojado la toalla, ni me he permitido el que el 3 apareciera encabezando los dígitos de mi tiempo final (29:32).

Vamos a darnos, mis piernas y yo, una semanita de pausa y ya veremos cómo responden.

Como siempre, felicitar a Jordi, Pili, José Antonio y a toda la buena tropa de Abrera por las ganas, ilusión y cariño que vuelcan en esta prueba, en la que hoy han podido competir hasta los recién nacidos… sin olvidar la presencia hoy de dos campeones del Mundo corriéndola: Abel Antón y Martín Fiz (que ha ganado la prueba de 10 km). Y con detalles como el que han tenido con Gema, una corredora sordo-muda, animando a la gente a animarla levantando los brazos y moviendo las manos para que pudiera "sentir" el apoyo del público a su llegada...

Si la cosa fuera de póquer... ganan ellas:
Trío de reinas...


Pareja de ases...



...a un pit-stop que van (esta semana al menos)























03 junio 2018

IMPROVISANDO... y sufriendo (no pain, no gain)




Esta noche -y contra lo que estaba previsto- he dormido en Esplugues porque, ante la amenaza de lluvia dominical, ayer decidimos volvernos de Sant Julià de Vilatorta a última hora de la tarde. Y es por  este motivo, porque iba a estar el fin de semana fuera, por lo que no me inscribí en su momento en la 6ª Cursa Marxa Solidaria de Martorell.

Pero ya estando aquí y así, de sopetón, me he despertado hoy a las 4 de la mañana y le he dejado un WhatsApp a una amiga preguntándole que a qué hora era la cursa y que si podía -al llegar- preguntar si quedaba algún dorsal de última hora para mí. Y a las siete y cuarto me contesta que no, que no hay dorsales. Así que le digo que iré igualmente, pero para hacer fotos y vídeos en algunos de los tramos.

Y lo he hecho; me he levantado, no he desayunado (no iba a correr) y me he ido hasta Martorell… pero equipado con el traje de faena, el de correr, “porsiaca”.

Y lo que ha ocurrido es que, una vez allí, me comentan que una amiga no se encontraba en condiciones para correr la cursa y, al decirle que yo no tenía dorsal, me ha cedido el suyo. Hasta tiempo me ha dado de cambiar el nombre y el número de chip.

No estaba yo muy fino hoy, la verdad, no tenía "las sensaciones previas de cursa", porque no estaba en el guión del día. Y el recorrido, precioso, de esta cursa no es de los fáciles precisamente. Así que cuando ha habido posibilidad de correr -en plano y en bajada, o ligero repechón- he apretado el gas (km 8 a 4:45 y km 9 a 4:41); y cuando en algunas de las subidas parecía “que se me calaba el motor”, que perdía potencia, he andado en esos tramos. Y no pasa nada.

Hoy ha sido un auténtico reflejo del "no pain, no gain (sin dolor no hay ganancia). Para muestra, las fotos de entrada a meta. Son éstas las cursas "que te dejan bien", con buen regusto: ¡ porque la has luchado !

Por primera vez en muuuuucho tiempo, he corrido un 10km en “…una hora y algo” (1:00:38). Y, repito, no pasa nada.


Gracias Claudia por las fotos de meta... ¡quién me lo iba a decir a las 7:15 de la mañana, estirado todavía en la cama, en una cursa que empezaba a las 08:30!











21 mayo 2018

UN "FAST & FURIOUS" EN LA VIDA REAL...


PERSECUCIÓN AUTOMOVILÍSTICA

Ronda de Dalt; 18:05 de la tarde de domingo, circulando en dirección Esplugues, entre la salida 2 y la 3…
Os habrá pasado muchas veces: por el rabillo del ojo ves que el vehículo del carril de tu izquierda se acerca peligrosamente a tu costado… crees que se está despistando y con el claxon le avisas, para que espabile y enderece el rumbo. Normalmente así ocurre.

Pero hoy no. Hoy, en el interior de uno de los túneles de la Ronda de Dalt, ese vehículo no solo no ha enderezado el rumbo, a pesar del insistente bocinazo, sino que cada vez más, se adentraba en mi carril, a mi costado. Hemos estado unos interminables segundos circulando en paralelo yo, por el carril central, una furgoneta a mi derecha y el -no sé como denominarle- con su furgoneta pegada cada vez más a mi costado izquierdo, a pesar de no dejar de tocar el claxon. 
Y ha ocurrido lo inevitable: me ha embestido lateralmente, costado contra costado, porque yo ya no podía moverme más hacia mi derecha porque llevaba ya pegado a mi otro costado a la otra pobre furgoneta, que no tenía arte ni parte en todo esto.

No sé si habéis tenido algún accidente-colisión, pero el ruido al chocar ha sido espeluznante.
Por unos segundos, después del choque, y como ocurre siempre tras el estruendo del impacto, los vehículos de delante y los de atrás han aminorado la marcha; yo me he ido situando en el carril derecho, viendo como “el innombrable” iba haciendo lo propio… y a marcha lenta nos hemos ido acercando, pero él sin detener el vehículo, aunque con los warning puestos. Creía que no se detenía del todo porque esperaba a salir del interior del túnel. Estábamos casi detenidos cuando un sexto sentido me ha dicho: “este tío no va a parar…”. Y dicho y hecho. Cuando yo casi estaba ya parado, ha pegado un acelerón y ha empezado a adelantar vehículos, a toda leche, cambiando constantemente de carriles en diagonal… Sí, pero yo, detrás suyo.


Habíamos dejado la salida 3 atrás, y yo solo estaba pendiente de que no cogiera una de las siguientes salidas y a mi no me diera tiempo de hacer lo mismos porque -en los continuos y rápidos zig-zag que íbamos haciendo a toda leche- me pillara en el carril central o en el izquierdo. Pero yo sabía que quería salir de la Ronda. 
Y lo ha hecho, peligrosamente, en la salida de Hogares Mundet-Túnel de la Rovira. Se me ha ido unos metros, lo he perdido de vista. Pero mi sexto sentido me he vuelto a decir: “éste tío ha virado hacia el Tanatorio de Collserola”. Así que, peligrosamente, giro a la derecha y enfilo hacia el tanatorio y nada más girar, oh horror, veo puedes coger la calzada central subterránea o la lateral. No le veía ni en la una ni en la otra. En micromilésimas he pensado, y a la vez le he dicho a Marta: “este tío ha subido hasta la rotonda y volverá hacia abajo, para volver a coger la Ronda”. Y he optado por el lateral, hacia arriba, mientras seguía sin verle. Pero al girar yo en la rotonda y enfilar hacia abajo, lo he visto al final y con el semáforo en rojo mucho antes de que él llegara al cruce (que es el lateral de la Ronda). “Te tengo”, me he dicho. Pero, sin aflojar la marcha, se lo ha saltado por el morro; aunque peor ha sido lo mío que, con el claxon a todo trapo, y a gran velocidad, me he saltado también el semáforo, gracias a que los que venían se han olido que algo pasaba.
El tío ha ido por el lateral, ziz-zagueando, amagando con incorporarse al carril central, cosa que finalmente ha hecho en el último segundo. Pero yo estaba alerta… y así, por el carril central, le he ido persiguiendo, zig-zagueando sin parar ysin dejar de tocar el claxon, desde Valle Hebrón. En un momento dado, ha parecido que quería al fin parar, disminuyendo algo la velocidad, porque ambos pasajeros sacaban las manos por las ventanillas como diciendo “vale, vale, afloja, ya paramos…”, pero ha vuelto a pegar otro acelerón. Y ha vuelto a amagar que volvía a salir de la Ronda en un par de ocasiones.


Después de casi 7/8 muy tensos e interminables minutos de fast and furious en la vida real, Marta estaba al borde del ataque de nervios… así que al llegar al túnel previo a la salida de Can Caralleu, he visto que tomaba la entrada a los Túneles de Vallvidrera y he dejado de seguirle.

Pero teníamos vídeos, teníamos la matrícula, así que al llegar a Esplugues hemos parado para ver los daños. Al ser colisión en paralelo lateral, ha sido más el ruido producido que los daños reales, aunque las dos puertas han resultado dañadas y va a salir por una pasta.
Directo a los Mossos dEsquadra a poner la denuncia. Pero, oh sorpresa, al contarles de qué había ido la cosa, nos dicen que -penalmente- no hay nada: es un accidente de tráfico y punto, cosa a resolver entre compañías.
La cosa ha cambiado, algo, cuando -al poner la matrícula de la furgoneta en su base de datos- ¡tachán!: resulta que era una placa falsa (esa matrícula pertenece a un turismo de Valencia).
Así que, si ya no teníamos nada que hacer con la denuncia, ahora con el seguro todavía menos: no hay contrario.

No le deseo a nadie vivir los minutos de una persecución automovilística como la que yo, inconscientemente encabronado, he vivido hoy. Es más: por mucho que os encabrone el tema, si algún día os pasa algo remotamente parecido, no lo hagáis, os digo que no vale la pena. 

Pasadas unas horas, y viendo una y otra vez los vídeos, me doy cuenta de lo muy inconsciente y suicida que he sido y la de veces que he puesto en peligro a los que circulaban a nuestro lado.

No lo hagáis nunca. No vale la pena...

09 mayo 2018

AUNQUE NO FRECUENTEMENTE...

... los sueños se cumplen !!


02 mayo 2018

VA POR TÍ, SERGIO...

Sí, Sergio, la cursa de ayer va por tí.
Una mañana repleta de sensaciones y, como siempre, enriquecedora... y 100% egoísta.







  



















22 abril 2018

HACIENDO DE "ESCUDERO" DE UN BOMBERO...


La de hoy era mi décima participación consecutiva en la Cursa DELS Bombers.
Con diez años más en mis piernas desde mi primera bombers en 2008, tenía curiosidad por conocer cómo iba a evolucionar el crono, en una cursa con altibajos en mis tiempos y en la que jamás he bajado de 48:00.(50:48, 49:14, 49:56, 52:37, 50:46, 53:08, 54:28, 59:40, 48:31 y en 2017 con Egoísmo Positivo, no time).
Salida a buen ritmo, pese al PP (puto paralelo) y las clásicas aglomeraciones de la salida (5:08, 5:12, 5:22); pero, antes de llegar al km 4, se ha introducido una variable en la carrera con la que no contaba: he adelantado a un bombero, David, vestido con su pesado e intranspirable uniforme de trabajo y acarreando en su espalda la botella de oxígeno. Se había quedado algo descolgado del resto de sus compañeros y el ritmo que llevaba -a mi modo de ver- le auguraba un laaaargo, duro y penoso trayecto hasta meta. Aunque quizá yo estuviera equivocado.
He decidido retroceder para poder acompañarle un rato y hacérselo un poco más llevadero… pero al final ese "rato" se ha convertido en toda la carrera acompañándolo hasta cruzar con él la línea de meta; un poco más de 6 kilómetros que hemos ido haciendo entre trotando y caminando, y yo haciendo "la goma", corriendo delante y detrás suyo, para filmarle con mi GoPro, porque he supuesto que le haría ilusión tener imágenes de su gesta (por cierto, que he entrado delante suyo a meta corriendo de espaldas los últimos 150 metros y con un solo pensamiento: "no te vayas a caer ahora, Txabi").

Felicitar a "la xiqueta trotadora de Valls", Marta Galimany, por repetir victoria y a Marc Alcalá por la suya.

Y es que las carreras son sólo esto: carreras… que puedes afrontar de muy distintas maneras. Y la manera en como he afrontado la de hoy -aunque haya sido improvisadamente, sobre la marcha- ha sido para mí, muy, pero que muy gratificante. 
Una Cursa CON bombero.







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