La de hoy era mi décima
participación consecutiva en la Cursa DELS Bombers.
Con diez años más
en mis piernas desde mi primera bombers en 2008, tenía curiosidad por conocer cómo iba a evolucionar el crono,
en una cursa con altibajos en mis tiempos y en la que jamás he bajado de 48:00.(50:48, 49:14, 49:56, 52:37, 50:46, 53:08, 54:28, 59:40, 48:31 y en 2017 con Egoísmo Positivo, no time).
Salida a buen ritmo,
pese al PP (puto paralelo) y las clásicas aglomeraciones de la salida (5:08, 5:12, 5:22); pero, antes de llegar al km 4, se
ha introducido una variable en la carrera con la que no contaba: he adelantado
a un bombero, David, vestido con su pesado e intranspirable uniforme de trabajo y acarreando en su espalda la
botella de oxígeno. Se había quedado algo descolgado del resto de sus compañeros y el ritmo
que llevaba -a mi modo de ver- le auguraba un laaaargo, duro y penoso trayecto hasta meta. Aunque quizá yo estuviera equivocado.
He decidido retroceder para
poder acompañarle un rato y hacérselo un poco más llevadero… pero al final ese "rato" se ha convertido en toda la carrera acompañándolo hasta cruzar con él la línea de meta; un poco más de 6 kilómetros que hemos ido haciendo entre trotando y caminando, y yo haciendo "la goma", corriendo delante y detrás suyo, para filmarle con mi GoPro, porque he supuesto que le haría ilusión tener imágenes de su gesta (por cierto, que he entrado delante suyo a meta corriendo de espaldas los últimos 150 metros y con un solo pensamiento: "no te vayas a caer ahora, Txabi").
Felicitar a "la xiqueta trotadora de Valls", Marta Galimany, por repetir victoria y a Marc Alcalá por la suya.
Felicitar a "la xiqueta trotadora de Valls", Marta Galimany, por repetir victoria y a Marc Alcalá por la suya.
Y es que las carreras son sólo esto: carreras… que puedes afrontar de muy distintas maneras. Y la manera en como he afrontado la de hoy -aunque haya sido improvisadamente, sobre la marcha- ha sido para mí, muy, pero que muy gratificante.
Una Cursa CON bombero.
Una Cursa CON bombero.