20 octubre 2019

VOLVER A SENTIRSE CORREDORA


La cara de Eva lo dice todo...

...o casi todo. Porque, para los que corremos -poco o mucho, más rápidos o más lentos- el estar un tiempo sin calzarnos unas zapas (sea por el motivo que sea) es duro, una frustración, un pequeño calvario, una agonía.

Hoy, después de mucho más tiempo del que ella hubiera querido, ha vuelto a sentir por sus venas (...y por sus pulmones!) la adrenalina del poder volver a correr, a competir (sin mirar el crono, pero haciendo un 26:41). 
Y ha vuelto a ser feliz, como solo un corredor puede saber qué se siente en un momento así.
Ben tornada, Eva !.
Nuestra idea era hacer los cinco primeros kilómetros compitiendo (...a nuestro nivel) y al llegar a meta salir al encuentro de la buena gente de Egoísmo Positivo y acompañarlos hasta meta. Pero, creo que con buen criterio (para no alargar más el final de la cursa de 10, porque luego había las cursas infantiles) han recortado el camino y, cuando nos hemos querido dar cuenta, estaban ya esperando en la rotonda antes de entrada a meta, así que les hemos dejado entrar sin uniros a ellos.