
Mi historia de la Marató de Barcelona de 2017 fue por algo único, irrepetible... Y además esa fue una Marató, no con una, sino con dos historias.
Mi historia de la Marató de Barcelona de 2017 fue por algo único, irrepetible... Y además esa fue una Marató, no con una, sino con dos historias.
Sin ningún motivo que lo justificarse, hoy tenía las piernas pesadas como mármol... Se me hacía complicado córrer; no sé, me he sentido muy extraño sobre la cinta (solo hay que echarle un vistazo a los vídeos). Voy más encarcarado y robotizado que el propio Robocop.
Este año he vuelto a repetir el estar "entrando y saliendo - entrando y saliendo" en la Zurich Marató de Barcelona; y es que ni mi rodilla ni mi fondo, ni lo mío están para maratón alguna, pero sí que me resisto a no poder vivir su mágico ambiente desde dentro, porque es algo único (eso sí, siempre con dorsal).
Como ya ocuriera el día de mi llegada a la Plaza del Obradoiro (link) al final ya de mi Camino el pasado verano, la de hoy ha vuelto a ser una jornada de quita y pon - quita y pon camisetas. Hasta cuatro han estado conmigo hoy, acompañándome en en algún momento en esta misión de runnero-reportero-supporter.
... y viceversa, y de más a menos. Traducido: empezando con menos velocidad pero más distancia... Para pasar a menos distancia pero más velocidad.
1 x 400 x 4:30
1 x 200 x 4:15
5 x 100 x 4:00
5 x 100 x 3:45
Como siempre, sin planificación previa me he subido a la cinta para acabar completando:
Pues, porque sí, y no tan solo porque hoy sea día 10.
Esta vez, con madrugón incluido, he logrado completar sesión de 10 series idénticas (sin haberlo previsto ni planificado de antemano).
La opción elegida ha sido la de
10 x 200 x 4:50
No ha sido una serie rápida, pero sí que la he copletado de manera rápida (anant per feina, vamos), con descansos muy cortitos.
7 x 200 x 4:00, r 1:30
(siendo la r una recuperación pseudoespecial,