El pasado mes de julio, terminada la Cursa Poble Sec colgué una entrada en el blog referente a mi decisión de dejar de competir. Lo hacía 5.676 días después de haberme colgado mi primer dorsal. Y lo acompañaba de esta simbólica foto de “ las zapas simbólicamente colgadas ”.
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Y ayer mi amigo Nick, llegado de las costas del Pacífico, desde Portland (Estado de Oregón) camino de la India, hizo una escala expresa en Barcelona para poder vernos y entregarme esto: un soporte en forma de cola de ballena "para colgar las botas"). Todo un detallazo artesanal, personalizado, hecho por el propio Nick. Me encanta recibir obsequios así, porque delatan que el que te los ofrece ha estado pensando en ti mientras lo elaboraba y en cómo sorprenderte y agradarte a la hora de obsequiarte con algo.
Nick (y Keya) son una pareja muy peculiar que conocí en las etapas finales de mi primer Camino (el francés) el pasado verano.
Desde el primer momento se estableció entre los tres un fuerte vínculo personal de amistad que ha permanecido así a pesar de las
que habitualmente nos separan.
55.676 - 5.533. = 143.
Hay que ver: con todo un océano y dos países casi al completo de por medio, no ºclavamos” las cifras por apenas 143 millas.
Hay amigos que lo son "de toda la vida" y amigos que sabes, seguro, que lo serán "para toda la vida" .