02 enero 2000

SÉPTIMA ETAPA, MIÉRCOLES 19 ABRIL

PORTO MOUGAS - RAMALLOSA  
 
Una vez más, mi cuerpo me ha sorprendido grata y desconcertadamente. De ser una pura piltrafa anoche, una especie de patético Robocop desengrasado, he pasado a levantarme (tarde, eso sí, sobre las 08:30), ponerme a caminar y acabar en Baiona después de unos rapidísimos 11,8k en 2:30 a ritmo 12:43, el más rápido con diferencia desde que estoy aquí, y que me han llevado (siempre siguiendo el carril bici, como me ha aconsejado el dueño del bar del camping donde he desayunado) a Toiberde, Pedra Rubia, A Ermida, As Marinhas y Baredo.
He llegado fresco como una rosa a Baiona; paella de marisco y los primeros pimientos de Padrón y charla amistosa y distendida con Jordi i Jackeline, pareja de Amsterdam que mañana re abren restaurante en Nerga, al otro lado de la ría de Vigo. Posiblemente cambie mi plan de ruta para acercarme hasta allí.
Como iba muy sobrao, he negociado con los del restaurante el que me guardaran la mochila mientras yo iba a visitar la preciosa fortaleza donde se ubica el Parador de Baiona.
Como seguía muy sobrao, al pasar por delante de una lavandería he aprovechado para hacer la colada.
He hecho los escasos 3k hasta Ramallosa (2,8k, en 34:40, siguiendo a buen ritmo: 12:36), la mitad del trayecto acompañado de Manolo, un lugareño que se ha empeñado en hacerme de guía cultural. Alojado en el Pazo Pías, he cenado con Carlos, que ha podido, al fin, poner sus pies en manos de un podólogo (no me digáis que no es ocurrente) para tratar de solucionarle el tema de sus uñas.
Y mañana, mas.

14,6 k -   145,3 k acumulados