Confesadlo, todos tenéis, al
menos, una. No es fetichismo, no es superstición… Es esa prenda especial; no la
más preciada, ni la de más valor. Es vuestra prenda “talismán”.
La mía son mis pantalones Saucony
negros, con amplia franja roja al lado.
Rompiendo con una regla sagrada,
los estrené en Berlín 2010, en mi primera Maratón.
Y me acompañaron en mi primera
Marató de Barcelona (2011)
Y también en mi primera Behobia,
2012 (repitió en 2013)
Y en mi primer Cross de Sants 2011
Y en mis primeras 24 horas de
atletismo (2015)
… y en muchas de mis “primeras
cursas” del 2010 al 2015.
E incluso, en mi caricatura runnera:
La irrupción de la primera de las
camisetas “naranjito” de Tribanda provocó el que pasara a pantalones negros, sin
franja roja (… porque ésta se llevaba a matar con el naranja de la camiseta).
E incluso, en mi caricatura runnera:
Esta del domingo sí que será, con
toda seguridad, mi última Behobia/San Sebastián (sí, ya sé, lo mismo dije el
año pasado… pero ahora va en serio).
Y como ya sabéis que yo no tiro
-casi- nada, para esta ocasión tan especial hoy los he recuperado del baúl de los recuerdos.
Me los he tenido que probar (junto con la estelada, la camiseta que luciré el domingo... y que será la única camiseta que seguiré usando en todas las carreras que dispute desde ahora y hasta que suelten a nuestros políticos). Era para comprobar que el Txabi de 2019 cabía, cómodamente, en los pantalones del Txabi 2010: prueba superada; a la lavadora y a punto para su, también, última
Behobia.