11 noviembre 2019

¿POR QUÉ NO TENGO MI MEDALLA DE LA EDICIÓN DEL CENTENARIO DE LA B/SS ?


...porque no me la he ganado.
Tendríais que haber visto la cara de la voluntaria que ha querido colgármela al cuello, cuando le he dicho: “No, no es para mí”.Y lo mismo cuando ha querido dármela en la mano: “No, no, gracias, es que no es para mí”.
La cosa ha ido así.
Ésta era, definitivamente, mi última B/SS. Así que el tiempo que hiciera, mi crono, me daba exactamente igual. El dorsal que tenía asignado, fruto de mi tiempo 2018 en que me pasé casi toda la carrera parando una y otra vez para grabar los corredores era uno de los "naranja", lo que representaba salir de atrás, desde muy atrás.. Pero he decidido que no, que hoy saldría varios cajones más adelante y así, durante la carrera me irían adelantando amigos y nos saludaríamos (como así ha sido). Sabía que ello conllevaría mi descalificación, pero esto hoy no me importaba: era mi despedida de la B/SS, y no lo hacía por nada más que por poder ver, en carrera, a muchos amigos
Todo y así, he salido rápido (paso por los primeros 5 km en  5:55, 5:59, 5:54, 5:51, 5:39)… hasta que a partir del km 5 la rodilla ha empezado de nuevo a dar pol saco, mientras notaba cómo se  me iba hinchando. Parones continuos y arrancadas entre el 6 y el 7 (los he hecho en… 18 minutos). El 8 y el 9 en 5:45 ambos; y ya en el 10 (6:49), poco antes de entrar en Rentería, he decidido  parar al lado de las asistencias médicas. Les he contado lo que había y me han dicho que un vendaje no me solucionaría nada. Al comentarles lo de las picadas del bicho, han optado por aplicarme una crema en spray (“… que te va adormecer un poco la pierna”). Y vaya si lo ha hecho. Al poco de re emprender la marcha, se me había como dormido. He vuelto sobre mis pasos, se lo he comentado y me han dicho: “mejor que no la fuerces”. Y les he dicho: “Vale, y cómo regreso yo a Donosti?”, a lo que me han indicado que a 300 metros de ahí estaba “el topo” (metro-tren). Les he dicho que no llevaba encima ni un real, pero me han dicho que, con el dorsal, paso libre. Así que les he hecho caso y me ido a por el topo (justo cuando estaba en el andén, he visto la brutal granizada que les estaba cayendo a los corredores).
Estando ya en el vagón he hecho números y he calculado que, si al llegar me iba rápido al Kursal, podría esperar unos minutos ahí a que llegara mi amigo Gabri y, aunque renqueante, acompañarle hasta meta. Pero me han faltado poco más de 4 minutos, porque al llegar ahí he visto a Ariadna Clayton y, como hbían salido juntos, me he puesto a correr a su lado para preguntarle por él, y me ha dicho… “está muy por delante” (ella ha acabado en 1:53 y Gabri en 1:48… pues eso, no le he pillado por 5 minutos).
Pero... ¿recordáis que en la edición del 2017 llevé en la frente mi GoPro para grabar tooooodo el recorrido de la B/SS? 
¿Y recordáis dónde la muy cabronzuela dejó de grabar? Exacto: pocos metros antes de llegar al Kursal. 
Ya había decidido “regalarme” esa entrada filmada por el Boulevard atestado de gente gritando, animando, vitoreando, si me enganchaba a Gabri. Como no ha podido ser, me he enganchado a Ariadna: 

















Es espectacular el volcado de la gente hacia los corredores.
Juntos hemos cruzado la línea de llegada (yo, sin dorsal, ya que me lo había quitado para evitar confusiones y malentendidos). Ella, lógicamente, muy contenta con su excelente tiempo. 
Y ha sido un par de minutos después cuando he tenido mi encuentro con la voluntaria y su intención de colgarme la medalla. ¿Que podría haber dejado que me la pusiera?. Feo, muy feo… ¿Que podría habérsela aceptado cuando me la daba en la mano, y guardarla como un recuerdo de mi última Behobia?. No. No era MI medalla. Lo de la entrada en meta ha sido algo del todo anecdótico, y sólo porque quería tener grabado ese mágico momento (que la puñetera batería de la GoPro me había robado en 2017).
Y no se hable más.
Como siempre, B/SS ha sido una fiesta antes, durante y después.
Y, sí, no he tenido medalla... pero me he llevado EL GRAN TROFEO:
 



Y es que hace poco más de un año, Haile Gebrselassie me firmó en la tienda ADIDAS de Barcelona mi foto entrando en meta en la Maratón de Berlín 2010; el pasado viernes me hice un collage con fotos de ese día. Y este sábado, ya al acabar el entreno que AR Runners había convocado -con él como protagonista- por la arena de la playa de La Concha (al que no pude llegar a tiempo) logré hablar unos segundos con él y que me firmara el collage y que, con la inestimable colaboración de él ya sabe quien, pudiera hacerme esta foto con él, ya en el parking subterráneo de La Concha. Y fue ahí también donde le pregunté a Haile por un número del 1 al 6... y me dijo el 5: así que, Albert Isidro Liria: tuyo es mi dorsal de La Cursa dels Bombers. Felicidades ! 

Ocho ediciones quedan atrás. Con lluvia, con sol, con mucha lluvia, con muuuucho sol, con granizo… Me hubiera gustado despedirme de otra manera de esta prueba tan y tan especial para mi. Pero las cosas han ido como han ido. Y no hay más.
Os dejo unos vídeos de las salidas “Elite femenina”, “Élite masculina” y de todas las salidas hasta la primera azul, que es en la que yo me he enganchado.