37th BERLIN MARATHON 2010
PREÁMBULO:
sobre una victoria en una batalla librada en una playa.
Y es una prueba atlética, una disciplina olímpica
una distancia mítica, una pasada! ...
Siendo una, una, una, una.... en qué momento a
LA MARATÓN alguien enpezó a llamarle "EL maratón".
(y, como diría el gran Mariano, "fin de la cita").
Si dicen que la vida empezó en África, lo mío del correr parece tener los mismos orígenes. Veamos.
Yo empecé en esto del correr ya bastante tarde, ya lo sabéis. Y fue casi por accidente. Y es que a finales de 2004, en uno de los encuentros -que todavía mantengo a día de hoy- con mis amigos de mis 14-15-16 años, alguien soltó una brillante idea:
-Pues el año que viene, al Kilimanjaro.
(de ahí que, desde entonces, el grupo se llame "Kilimanjaro-Zanzíbar").
Por motivos diversos (la"pasta" para el viaje por encima de todos ellos) finalmente no llegamos a ir al Kilimanjaro... pero Albert, Pau, Marco, Per, Alberto... de Can Mélich, por aquel entonces ya me habían insuflado las ganas de correr. Y llegó el 31 diciembre de 2007 y corrí mi primera cursa. Iba a cumplir los 50.
Pues bien, después de un par de intentos fallidos (Maratón nocturna de Bilbao, la primera, la del caos por no cortar el tráfico y la Maratón de Florencia que corrieron Marco y Alberto aunque en ninguna de las dos llegué a viajar), se me puso entre ceja y ceja correr la Maratón de Berlín, una de las "Majors" y que en 2009 ganó mi ídolo el pequeño-gran Haile Gebrselassie. (tendrá un capítulo especial en esta serie).
¿Qué hace uno que quiere afrontar una maratón?: seguir un meticuloso plan de entreno, paa intentar llegar a ella en las mejores condiciones. Además, es una maratón que se corre en septiembre, con lo que hay que entrenar duro en agosto.
¿Y qué es lo que hizo Txabi?. NADA. Seguí sin entrenar casi nada, como de costumbre (las cursas de los domingos eran mis entrenos). Sí que recuerdo haber hecho 15 km en cinta a 6 min/km en Can Mèlich. Esta fue toda mi preparación para mi primera maratón.
Pero, la verdad, la verdad, es que yo sabía que solo iba a hacer -como mucho- media maratón; pero quería vivir el ambiente de una "Major". Y vaya si es ambientazo el que se vive.
Primera maratón y la tendría que hacer solo (aunque viajé con Alberto, pero sus tiempos eran extraterrestres para mí). Por aquellas cosas del destino, un compañero de clase de bachillerato -Vicens- también la corría y coincidimos el día anterior para que me diera algunas pautas.
Amaneció el día de la maratón lloviendo, como lo hizo el sábado y seguiría haciendo el lunes (10 años hacía que no llovía el día de la maratón). Creo recordar que éramos unos 40.000 corredores (creo que tardé casi 20 minutos en cruzar la línea de salida después de haber oído el pistoletazo). Y entre toda esta multitud logré encontrar a Vicenç (teníamos cajones consecutivos y él se puso al final del suyo y yo al principio del mio).
Bajo la lluvia, corrimos juntos hasta la media maratón... momento en el que se me descolgó. Yo iba corriendo como un metrómetro, a unos 6/km... pero haciendo siempre cada 10 km más rápidos que los 10 anteriores. Y así, casi sin quererlo -pero tremendamente ilusionado- encaré la avenida que nos llevaría hasta la Puerta de Brandemburgo, donde -craso error- no terminaba la maratón, como yo siempre había creído. Y fue por ello que dí todo lo poco que me quedaba para llegar a ella... y comprobar que la meta estaba unos 400 metros más adelante.
Aquí, la crónica de esas jornadas en Berlín, donde un tipo que no había corrido nunca antes más de 21 km, corrió la maratón bajo la lluvia en 4:13:19
Nota:
5.676... los días transcurridos entre mi primera y mi última carrera)