(que debería haber sido VIGO-REDONDELA)
En solitario. Sin saber exactamente qué es lo que me depararía esta etapa que no es etapa porque por aquí no pasa el Camino, después de haber dormido realmente poco y de desayunar como si no hubiera un mañana (por si acaso) me he puesto a caminar, a caminar, a caminar… bajando, subiendo, subiendo y mas… bajo la lluvia a partir del km 10 . La etapa la he fragmentado en tres tramos:
10,6 km hasta Bueu (un auténtico continuo tobogán). He parado a desayunar otra vez (por si acaso)
12,9 km hasta Marín (donde me he tomado un espléndido rodaballo).
5,7 km finales, bajo una intensa lluvia y por una carretera general harto peligrosa, hasta Pontevedra. Cabo la etapa en un tiempo y ritmo envidiables: Encuentro alojamiento sin mucha dificultad en el “rovell d’ou” de la ciudad; colada y cena en una tapería, donde me zampo un espectacular costillar con una salsa exquisita.
Y así, a lo tonto a lo tonto, calado hasta los huesos, han caído -sorpresivamente y a gran ritmo- los 29,2k de hoy.
29,2 - 203,7 k acumulados
