En el mismo momento en que la colgué de mi mochila decidí a quién iba a pasársela. No sabía si había hecho ya el Camino de Santiago, si había hecho ya algunos tramos... de lo que sí estaba seguro es de que era algo que tenía en su agenda.
Pero la agenda de un alcalde no tiene la misma flexibilidad que la de los que no ostentamos cargos públicos.
Y, conociéndola, sé que hoy he depositado la zamburiña peregrina en buenas manos Porque ha pasado a manos de alguien a quien valoro y admiro, alguien que me devuelve la confianza en lo que debe ser un cargo público en la máxima de servir y no servirse de la posición que ocupa.
Mí, tan solo temporalmente, "zamburiña peregrina" ha pasado -transitoriamente también- a ser responsabilidad de Pilar Díaz, mi alcaldesa runner, la alcaldesa de Esplugues de Llobregat.
Esta mañana me ha recibido en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, en un bis a bis muy afable, amable y cordial, y se ha mostrado ilusionada y encantada de poder pasar el testigo a un nuevo peregrino cuando ella -cuando sus obligaciones públicas se lo permitan- finalice su andadura por el Camino.
Pilar, gracias por aceptar formar parte de esta historia y evitar que ésta se detenga...