13 abril 2022

CAMINO PRIMITIVO A SANTIAGO - SEGUNDA ETAPA











SEGUNDA ETAPA  
7 SEPTIEMBRE 2023
PALADÍN - CORNELLANA
17,94K     Acumulados 33,23K 
4:35H      Acumuladas  8:24H
Ritmo 15:12 

            EN CUADRILLA…

Según "el plan oficial-oficioso", la etapa de hoy era "Grado-Salas (22,1k); que tampoco hemos cumplido, ni en distancia, ni en recorrido.
Después de desayunar, los cuatro nos hemos puesto a caminar. Los deberes que no se hicieron ayer, había que hacerlos hoy, así que la marcha se ha iniciado rumbo a Peñaflor y Grado, sin apenas dificultad. 

El perfil de la corta etapa realizada hoy no engaña: saliendo ya de Grado, un desvío nos ha invitado a visitar San Juan de Villapañada (añadía 1,6k a la ruta) invitación que hemos desestimado. Tras varios ascensos, cortos, pero bien pronunciados y que han fragmentado al grupo, finalmente he encarado, ya solo, por carretera asfaltada el alto del Fresno con un fuerte ascenso (recordándolo ahora que repaso los textos, éste fue para mí -y de largo- el momento más duro del Camino). Para colmo, al llegar arriba, el Santuario de Nuestra Señora del Fresno estaba en obras y no se podía visitar. Y, a subida dura, bajada peor, por una horrible pista abierta a consecuencia de las obras de la autovía, paso sobre el puente de la autovía y, todavía en fuerte bajada, llego a Sta. Eulalia de Dóriga. Nos adentramos en el valle del Narcea; a poco de llegar a Cornellana les he llamado para saber dónde estaban comiendo, pero no nos hemos entendido, así que he llegado a Cornellana, bajo una fina pero constante capa de lluvia, y he comido, solo, en el Casino. Al acabar he pasado por la farmacia a pesar la mochila: 10,1 kg: vuelvo, un Camino más, a llevar sobrepeso. 
Cornellana era el lugar donde habíamos logrado reservar -vía Pablo- habitaciones en el Monasterio del Salvador. 
Como decía antes, hoy tampoco he terminado la etapa donde había previsto, que era en Salas, en etapa de 22,1k. En solo dos días, en lugar de 47,3k llevo caminados 33,2k. Ya llevo acumulados 14k menos de los previstos… pero no importa; empiezo a darme cuenta de que éste mi tercer Camino será algo distinto a los otros dos.  
Y vaya si lo será.
Una vez en el Monasterio, y no me preguntéis cómo, he conseguido que me dieran habitación individual. Realmente, lo que me han dado ha sido “la habitación de los perros”, con dos literas.; es la que reservan para peregrinos que llegan con perro; por suerte para mí, hoy no ha llegado ninguno.
La cena habíamos acordado hacérnosla nosotros en la cocina del Monasterio. Sabrina “ha reclutado como pinche de cocina” al nuevo miembro, Luciana, también italiana como ella y a la que yo antes ya había invitado a compartir mesa conmigo mientras ambos escribíamos mientras en el patio del Monasterio se desataba una buena tormenta. 
Las cheff italianas nos han preparado unas estupendas espirales al pesto.
Yo me he retirado temprano…