13 abril 2022

CAMINO PRIMITIVO A SANTIAGO - NOVENA ETAPA



NOVENA ETAPA 
14 SEPTIEMBRE 2023
BALEIRA/O'CÁDAVO-LUGO
30,23K     Acumulados  205,77K
6:34H      Acumuladas. 50:54H
Ritmo  13:08
         
            ¡ ABRE LA MURALLA… ! 

Los lucenses parece que hace poco “han descubierto” que, al igual que Sarria, son 100 los kilómetros que la separan de Santiago de Compostela, y están en plena campaña reivindicativa porque esto les daría también “derecho”, a estos nuevos “turigrinos” con punto de salida desde Lugo, a conseguir su Compostela como hacen los turigrinos de Sarria. Porque el Camino son muuuuuchas cosas, pero una de ellas, y relevante, es el bussines que genera a los pueblos, pueblitos, aldeas, pedanías… por los que pasa. Y Lugo, obviamente, quiere subirse al carro.
Y para Lugo que nos íbamos esta mañana.
Antes de ponernos en ruta, en una cafetería con mucho arraigo e historia en O’Cadavo nos hemos puesto finos desayunando.; yo he avivado la ingesta para acercarme hasta la oficina de correos y mandar para casa 2,5K de cosas que ya no quería en mochila.
Y ya puestos en marcha, el arranque ha sido con un subidón de los de aúpa. Duro. Nos hemos fragmentado por completo y yo he cogido la rueda y el ritmo vivo de Sabrina y pim-pam, pim-pam han ido cayendo los km con rapidez y constancia. No entendía muy bien el porqué de ese tan acelerado ritmo que llevaba, pero yo le iba a rueda, me sentía bien llevando esa rápida velocidad de crucero… hasta que he recordado que nos dijo anoche que ella se adelantaría porque no conocía Lugo y quería dedicarle tiempo a recorrer su muralla. No era mi caso, pero he seguido su estela hasta casi 5k antes de llegar a Lugo, así que han sido unos muy buenos 25k de Camino en solitario. 
Al llegar a un bosquecito han desaparecido las señales en una encrucijada. Ni flechas, ni conchas, ni mojones indicativos. Andando conmigo desde hacía un par o tres de kilómetros llevaba a una jovencísima y dulce muchachita polaca (Alijca) con la que hemos ido dando tumbos por una zona por la que sabíamos, por el GPS de su móvil, que estábamos ligeramente ladeados pero que acabaríamos reencontrando la buena ruta del Camino, como así finalmente ha sido.

La etapa era larga, 30k, con un sol plomizo… pero me ha pasado volando. Alijca y yo nos hemos despedido a la entrada de la ciudad y yo me he dedicado a buscar dónde dormir, que finalmente ha sido en un Apart-hotel de 5 plazas. 
He localizado un lugar con muy buena pinta para comer. Los 30 k de hoy, bajo un sol justiciero, me han abierto el apetito, así que iba a resarcirme.
Lugo no será muy grande, pero también es casualidad que ese mismo lugar haya sido el elegido también por Michael y parte de su de tropa para comer. Hemos intercambiado algún que otro comentario y he entrado a ver qué es lo que podía comer (...y si podía hacerlo, porque eran ya casi las tres de la tarde); y a punto de empezar a comer, que también vuelve a ser una casualidad doble, veo por el cristal a Liis y Ángel. Antes de que los perdiera de vista, he salido corriendo para llamar su atención y les he animado a que se unieran a mi mesa, cosa que han hecho y hemos empezado a disfrutar de un muy rico y abundante almuerzo. Y, como no hay dos sin tres, estando los tres a medias del almuerzo, nuevamente a través del cristal, casualidad triple, hemos visto que llegaba hasta donde estábamos nosotros la siciliana Luciana.

(tanta casualidad no era normal; pero es que resulta que el restaurante está a escasos metros del montaje "LUGO, 100 KMS", instalado justo enfrente de donde termina el Camino al llegar a la ciudad).
Les he contado a Liis y Ángel lo de mi apart-hotel para cinco, y les he animado a que se vinieran; y no solo eso: les he cedido la habitación de matrimonio. En cambio, a Sabrina y Luciana no ha habido manera de convencerlas de que también se vinieran al apart-hotel, y se han quedado en el albergue municipal.
Hemos echado una buena siesta y luego hemos salido al encuentro de "las italianas" para ir a dar una vueltecita por Lugo y tomar algo (copas y algo para picar). Cuando nos hemos despedido, después de acordar hora para desayunar mañana, Liis y Ángel han ido al apart-hotel, pero yo tenía hambre y me he acercado hasta el mismo lugar del mediodía para picar algo y matar el gusanillo. Me he animado a pedir "…unas croquetas de jamón elaboradas por nosotros". Y al rato ha aparecido el simpático camarero del mediodía ¡¡ con 10 croquetas como puños !! .  
Y yo, que he sido educado en la doctrina del "lo que te pongan en el plato te lo comes; en el plato no se deja nada", he ido dando buena cuenta de ellas, una tras otra (deliciosas por otra parte).
Y a la cama, que ya iba siendo hora. 
(No he podido quedar con mi buena amiga lucense Chiruca; no tenía el ánimo ni las fuerzas para ser una buena compañía. Intentaré mañana a ver si puede acompañarnos a desayunar antes de re-emprender el Camino). 

A todas estas, Mario (mi nieto) también iba haciendo el Camino conmigo. Y es que antes de emprender la marcha le preparé este mapa con el recorrido y el detalle de cada (en principio) final de etapa; y le dije que cada tarde le llamaría para decirle dónde estaba ese día, para que fuera avanzando conmigo, marcando con un rotulador el recorrido de la etapa del día. 
- “Pero dos días no pude hacerlo, porque no me llamaste…” 
me soltó el joío cuando comentábamos el mapa unos días después de regresar.
Fue una manera como otra de implicarlo, de poder estar juntos en esta nueva aventura.