DÉCIMA ETAPA
15 SEPTIEMBRE 2023
LUGO - PENA DA GALIÑA
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Ritmo 16:05
MICHAEL'S DAY
A pesar de haber consensuado ayer el desayunar en la chocolatería cercana al Albergue Municipal, finalmente lo hemos hecho en una cafetería de la plaza del Consistorio. Y me he puesto “morao”, tanto, que ellos cuatro ya habían acabado y a mí todavía me quedaban los churros con chocolate (chocolate que había ido a comprar a la chocolatería en la que deberíamos haber desayunado, porque donde estábamos sólo tenían churros.) Y ni yo iba a correr, ni ellos cuatro a quedarse ahí mirando como me “enchurraba” yo, así que han levantado el vuelo; además, yo quería sellar la credencial en la Catedral del Lugo, y no abrían hasta las nueve y media

Por dos veces le he mandado mensajes a Chiruca para que nos acompañara a desayunar, pero no ha debido verlos.
Cuando mi cuarteto se ha marchado, he visto que justo al otro lado de la plaza estaban desayunando Michael y su tribu; me he acercado hasta ahí y nos hemos puesto a charlar; y le he dicho si no le importaba si caminaba hoy con ellos. Y eso es lo que finalmente he hecho.
Después de haber sellado, todos,, nuestras credenciales en la Catedral, a eso de las 10 hemos arrancado a caminar; enseguida, la tribu ha ido cogiendo algo de distancia (aprovechado la bajadita inicial) y Michael y yo nos hemos ido descolgando abstraídos por la animada conversación que sosteníamos, fundamentalmente del “universo fútbol” (Michael, supporter del Everton, trabaja en España para una de las actividades que, por el mundo, tiene la Fundación del gran capitán y enorme jugador del Liverpool Steven Gerrard). Hemos charlado, charlado y charlado como si nos conociéramos desde siempre. Le ha sorprendido y dejado bastante descolocado lo de mis 2 Caminos ya recorridos en tan poco tiempo, y el haber emprendido éste teniendo, además, que llevar “la mochila” que arrastro conmigo desde 2014.
Llevábamos unos 15 km de marcha cuando se ha puesto a nuestra altura Kristina; ha hecho como un amago de dejarnos ahí y seguir adelante sola (es una gran marchadora), pero en ese momento Michael y yo estábamos con temas de running y se ha quedado y caminado con nosotros hasta el final de etapa.
El día nos había salido caluroso, y la etapa, a esas alturas, estaba en plan toboganero… así que imaginaros cómo hemos empezado a salivar al ver aparecer como por arte de magia por detrás de un árbol, un brazo con tres cervezas abiertas en la mano que estaban diciéndonos claramente: “venid, venid….”. El brazo que sostenía las botellas era el de Bibianne, que estaba con el resto de la tribu apostada en un improvisado pit-stop de una amable lugareña. Hasta ese momento, yo no había intercambiado palabra alguna con Bibianne.
Hemos estado allí un buen rato y al reanudar la marcha ya lo hemos hecho todos juntos.
En un momento dado, caminando al lado de Bibianne les he pedido si podían escuchar una canción y comentarme qué les parecía (lo he hecho con muchos peregrinos en todos los Caminos). Y lo que han escuchado ha sido:
Me ha parecido que les gustaba (todo el grupo marchaba en silencio mientras sonaba); cuando les he dicho, sin haber terminado todavía la canción:
- “She’s my daughter”
y he hecho un gesto como de enjuagarme una lagrimita, he visto a Bibianne muy emocionada, sensible. Y hemos seguido caminando juntos hasta +/- el kilómetro 18 de la etapa, que era donde estaba el Albergue O Candido que ellos tenían reservado en San Romao.
Kristina y yo nos hemos quedado a comer con ellos (todo y que ya era muy tarde para que nos dieran de comer), pero al acabar hemos reanudado la marcha hasta unos kms más adelante, hasta un poco antes de llegar a Ferreira, donde Kristina había reservado plaza en un Albergue en el que yo luego me había reservado una habitación individual (que realmente fue una habitación con 4 literas, como en el día de la habitación de perros). Un albergue algo atípico, porque se han ido los cubanos de servicio a primera hora de la tarde y han cerrado el comedor y las estancias de abajo. Así que cuando ya al anochecer se ha puesto a llover, Kristina y yo hemos tenido que improvisar una cena “a la luz del frontal” en la estrecha terraza del primer piso hasta donde hemos tenido que subir una mesa y dos sillas si no queríamos mojarnos cenando..
No hemos tardado mucho en acostarnos; en la habitación de Kristina había una peregrina con perro, y éste ha dormido dentro de la habitación. (alucina vecina…).