17 junio 2019

FIN DE SEMANA DE SALVAOCÉANOS, BODA Y TRIATLÓN


Después de corretear el miércoles por el litoral con la buena gente de LMSD (con entrega de las nuevas camisetas, y pantalón, incluidas)... el viernes por la tarde me lo pasé "salvando océanos" con la tropa de Adidas en el evento "Run for the oceans", corriendo zapa con zapa con Maria José, y marcándonos una soberana "recortada" en el recorrido al salir del Parque de la Ciudadela (hecho que nos permitió descubrir un "avituallamiento cervecero no oficial"). Es lo que tiene el salir a correr para divertirte un viernes por la tarde: las reglas, al final, te las pones tu...

El que fuera un evento gratuito no lo disculpa todo. Pero no echaré más leña al fuego sobre el asunto de la recogida de camisetas, ni del de la falta de agua para los que llegaron más tarde, ni del incompresible caos en la recogida de mochilas (...aunque, a estas alturas del partido, yo creo que estos aspectos -tan y tan básicos- deberían estar más que controlados y superados). 
Capítulo cerrado.


























El sábado teníamos agendado el bodorrio en Blanes de la hija de una de las amigas de la infancia. 

Y aprovechando el tema de ir hasta ahí, nos reservamos hotel en Lloret y para allá que nos fuimos bien tempranito por la mañana, no sin antes pasar a saludar a Domingo Catalán, que había bajado del pueblo para poder estar con la tropa de los "Saturday light breakfast". Pero lo mío fue un visto y no visto, porque me esperaban en casa a las 09:15 para salir zumbando hacia Lloret. A estas alturas de mañana del sábado, el bueno de Domingo no tenía ni idea de lo de las camisetas: le prepararon una simpática "encerrona-sorpresa" para enseñárselas y entregarle la suya. 
No me gustan las bodas, para qué engañarnos; pero sí que me encantan las bodas en las que la novia se lo pasa pipa; y Sandra, el sábado, disfrutó como un enano de su fiesta (festorro a lo grande, para ser exactos, todo cuidado hasta el más mínimo detalle) y nos contagió a todos de su entusiasmo, de su alegría.

El domingo, después de volver del bodorrio y haberme acostado a las cuatro de la mañana, a las ocho y media ya estaba en la playa de Blanes para animar a mis compañeros de Tribanda, que disputaban ahí su triatlón. Buena prueba, buen resultado... y a seguir sumando  puntos para la clasificación por equipos. 

Vamos, lo que viene a llamarse un fin de semana bien aprovechadito.