
La gran ventaja de terminar en lo alto de una colina es que el día siguiente empiezas bajando, aunque siempre es mucho menos recorrido el de bajada que el de subida.
Etapa de sol la de hoy, y bastante anodina, otra vez, asfalto y mas asfalto; cruzo por el Puente Viejo (lo que de unos años acá ha provocado que Arce se denomine ahora Puente Arce) y discurriendo en ligero descenso hasta Oruña, donde me esperaban 2 buenos km de ascenso; bajada por una pista de asfalto. A la sombra de los robles camino por un sendero de tierra hasta volver a alcanzar la carretera nacional. Por delante Mar y su estación FEVE que cruzamos para empezar un deambular por entre naves industriales durante poco más de un km y llegamos a Requejada y su rotonda del bisonte. Ahí, en la rotonda del bisonte, he puesto punto y final, de facto, a este Mi Camino del Norte. Y es que desde antes del km 7, y esto que era llaneando, la rodilla no ha hecho más que porculear aunque ya desde el mismo km 2 me ha empezado a dar la murga, con pinchazos como pequeños puñales a cada paso que daba.
Así que, frente al bisonte he detenido el Garmin, con la idea sincera de llegar hasta Santillana "del Mar" (quedaros con la copla) haciendo auto-stop. Pero he ido recorriendo, renqueante, todo el perímetro de la fábrica Solvay en Barreda y, a lo tonto a lo tonto, he ido tirando... encarando la subidita hacia Viveda y Camplengo. He fracasado en el intento de comer en el único restaurante que había en la subida, y he acabado comiendo una tortilla de bonito en una confitería a pie de carretera un poco más adelante (que eran los actuales Campeones del Mundo de "sobaos"). Estaba poco antes de alcanzar la cumbre de la subidita de marras; tenía ganas ya de encaminarme por la senda de bajada hacia el mar... Y eso que llevaba kilómetros y kilómetros caminando renqueante como Dustin Hoffman en el papel de Ratso Rizzo en Midnight Cowboy.
El mar... qué gusto.
¿Mar...? ¿Santillana del Mar? ... peazo chasco. En una imaginaria línea recta, Santillana estará, como poco, a unos 2/3 km del mar. Y digo yo que hasta Suances debe haber unos 8. Entonces, ¿ a qué viene lo de Santillana DEL MAR?.
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Literalmente hecho polvo, he localizado el hotel y al rato he salido a deambular "a lo Ratso" por la preciosa población de Santillana, solo pudiendo ver, por fuera, su preciosa Colegiata románica de Santa Juliana. Cena de ensalada y bravas... y desde la habitación he comprado un billete de regreso a Barcelona y he redactado los correos de anulación de reserva de los hoteles hasta fin de recorrido. Tiene guasa la cosa. En ninguno de los 4 Caminos anteriores -terminados- he reservado habitación (salvo muy esporádicamente) y en éste, precisamente en éste, había reservado TODAS las noches; veremos cómo acaba el tema con Booking y los hoteles.
... y final de un Camino del Norte que jamás, jamas, debería haber acometido del modo en el que lo he hecho. Pero ahora lamentarse no sirve de nada.
Como el vuelo de mañana sale a las 18:05, aprovecharé el día -que amenaza lluvia- para alcanzarme hasta Comillas, comer ahí y luego ir al Aeropuerto (casualmente, en el vuelo de ida estuve viendo en la tablet "Primos", rodada íntergramente en Comillas)
El mal sabor de boca de estos dos días de Camino no me ha dejado ganas de completarlo. Pero eso sí, me queda el gusanillo pendiente de poder hacer algún día el trayecto Behobia-Santander (no viéndolo como parte de un Camino de Santiago, sino como una quincena de senderismo).