¿Y por qué el CCSANTS?. Porque fue allí donde empezó todo durante mi etapa de juvenil (13-14 y 15 años), donde empecé a competir como federado en tenis de mesa, en “p/p”. Mi hermano José jugaba en su equipo de fútbol y fue acompañándole a los entrenos y pasar por el local como me enteré de que tenían equipo federado de "p/p" (años más tarde jugamos los dos juntos en el equipo de fútbol y algo más tarde Jordi, nuestro hermano pequeño, también se unió a nosotros).
Pero mi relación con el p/p empezó mucho antes. Yo estudié, desde los 8 hasta los 16 años en la Academia Maragall. Y en el gran patio interior de manzana de la academia había 4 mesas de p/p (y, no te lo pierdas, 4 futbolines).
Recuerdo que al principio -eran otros tiempos, mediados de los 60, tiempos de economía digamos que muy ajustada- empezamos jugando con una libreta o uno de los libros más finos. Luego más tarde llegaron los paletas de corcho, luego las de corcho y "puntitos"...
Para poder jugar, más o menos todos en la hora del patio (o después de comer, los que nos quedábamos en la academia, lo que hacíamos era "hacer la rueda": hasta 6 jugadores en un lado de la mesa y otros seis en el otro; sacaba uno, devolvían del otro lado, devolvían del otro... hasta que uno fallaba y se salía. Se volvía a sacar y así uno tras otro hasta que sólo quedaban 2, que normalmente jugaban una partida a 11. El ser zurdo, en p/p, te proporciona cierta ventaja, por el despiste inicial del contrario al atacarte. Precisamente el pasado jueves, comiendo en el legendario "Arturo" con mis amigos Vicenç i Victor con los que jugué a fútbol en el CCSANTS (y, con Vicenç además, a p/p) coincidimos ahí con Javi López con el que compartimos equipo de p/p Vicenç, yo y un tercero cuyo nombre no me viene ahora a la memoria. Pues con Javi (también zurdo) formábamos la pareja de dobles del equipo.
Como en el tenis "grande" en la Davis, las partidas en p/p son:
- jugador nº 1 del equipo A contra jugador nº 2 del B,
- jugador nº 2 del A contra jugador nº 1 del B,
- partida de dobles,
y luego los dos enfrentamientos iniciales, pero cambiando a los jugadores que se enfrentaban (2A vs 2B y 1A s 1B).
Dependiendo del resultado parcial del enfrentamiento, la cosa podía acabar jugándose solo 3 partidas (si el mismo equipo ya iba 3-0 una vez disputada la partida de dobles). Pues bien, más de una vez perdimos uno, dos, tres o hasta los cuatro enfrentamientos individuales... pero no recuerdo haber perdido NUNCA la partida de dobles formando pareja con m tocayo zurdo, motivo por el cual, nunca se acabó un enfrentamiento nuestro con un 3-0 en contra: el dobles nos otorgaba un 1 fijo en todos nuestros enfrentamientos.
De la amistad surgida años más tarde con Myrna a raíz de mi participación en varias "Cursa de la Amistat", acabó saliendo de sus manos en el taller artesanal que mantiene, estas zapas personalizadas (y únicas) que son las que más llevo en mi mucho tiempo libre.
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NOTA:
Y si antes decía MI paleta es porque, desde hace más 20 años, la he llevado siempre en el maletero del coche.
Si será apego el que le tengo que hace poco más de dos meses le dejé el coche a mi hija Andrea, con tan mala suerte que -estando en la calle aparcado, delante mismo de la puerta de entrada a su casa- nos lo reventaron. Pues bien, lo primero que le pregunté cuando me llamó para decírmelo fue:
- " S'han emportat la paleta ? ".