No ha sido nada del otro mundo, pero ya ni recuerdo cuándo fue la última vez que me subí a la cinta para hacer velocidad.
Y es que este amanecer, al abrir el armario de las zapas, mis ojos se han topado con mis viejas "voladoras", mis Nike. RACING, regalo de mi buen amigo Domingo Catalán. Y, en mi caso al menos, llevar puestas las voladoras equivale a echarse unas series.
Por unos minutos, he vuelto a ser feliz como antaño lo era "seriando" …
Tiempo atrás...