Ayer empecé el día en el CAP porque según ellos "me faltaban algunas vacunas". Y si no recuerdo mal, una era para la neumonía y la otra para la "culebrilla". Y me dijo la enfermera que una de las dos podía hacerme reacción, como las del COVID (lo que me dejó tranquilo, porque a mí las COVID me pasaron sin enterarme).
No fue sino hasta el mediodía que fui al gym... Pero tuve que irme precipitadamente debido a un ataque de tos por polen que se me había colado por la calle; así que un par de series, estiramientos y para casa.
Tarde tranquila... hasta poco antes de las ocho en que, de golpe, parecía que me había pasado un convoy de camiones por encima; pero sin fiebre, apaleado, pero sin fiebre. Antes de las 22:00 estaba en el sobre. Me dormí enseguida, me he despertado a las 3:30 pero me he reenganchado enseguida al sueño hasta las 7:30... despertándome como la mañana de una pelea de quinquis a la salida de la Sala Apolo: apaleado y, ahora sí, con fiebre (37'8). Me esperaba un día complicado, porque tenía cita con mi neuróloga y casi ni podía moverme.
Acabada la visita, para casa... y dentro del sobre otra vez hasta las 16:30; me he levantado, me he preparado unos macarrones con una especie de salsa matricciana... y pal sobre otra vez.
Son ahora casi las 10 de la noche y mi objetivo más inmediato es volver otra vez al sobre, a ver si se me pasa este "apaleamiento" que llevo encima.