(...lo que, por cierto, lo convirtió en el primer spoyler
cinematográfico del que se tenga constancia).
Pues bien, parafraseando al prota, yo os pregunto:
- ¿Qué se puede decir de un veterano corredor que, en su décima y última participación en una Behobia/San Sebastián debe retirarse, lesionado pasado el km 8 y regresar a San Sebastián en tren?. Que es algo injusto y cruel. Que no se merecía esto
.Pero lo que parece que está claro es que, lo que no empieza bien, tiene todos los números para acabar mal.
Pero como decía mi buen amigo Jack el Destripador: "Vayamos por partes".
El sábado, el despertador tocó diana a las 04:00, pues mi avión a Hondarribia salía poco después de las 06:00. Vuelo puntual y tranquilo. Nada más llegar, en lugar de esperar al bus -40 minutos- decidimos con una chica de Barcelona pillar un taxi hasta San Sebastián. En el corto recorrido hasta la zona de taxis me crucé con Simona, la chica italiana con la que compartí fila en el avión, y a la que invité a unirse a nosotros. El taxi nos dejó en la entrada del Boulevard y mientras que (creo que se llamaba Elena) se iba con el taxista a dejarla en su hotel o residencia en c/.Prim, Simona y yo nos fuimos a desayunar a la espera de que el Kursal abriera sus puertas para que ella pudiera recoger su dorsal. Y fue desayunando cuando, zas! me di cuenta: me había dejado la GoPro en el taxi. Y ya desde ahí mismo empecé la esperanzada cruzada para intentar recuperarla (deciros ya que a media tarde, estando en la sidrería con mis compañeros de @TRIBANDA, el taxista me llamó diciendo que la había encontrado sobre el asiento trasero, todo y que después de dejarnos a nosotros había hecho tres carreras más hasta pararse a buscarla cuando recibió la instrucción desde la Central).
Recogido el dorsal por Simona, nos fuimos cada uno a
nuestross respectivos alojamientos, despidiéndonos con el clásico:
- "Vale, a ver si nos vemos mañana por Behobia....!
(y no, nos hemos visto en Behobia hoy).
Este año me he alojado en casa de un familiar de Marta (... por primera vez, después de haber estado 9 ediciones buscando y reservando hotel en SS).
A mediodía tuve un primer encuentro con mis compañeros de @TRIBANDA para tomar un aperitivo mientras hacíamos tiempo para ir a Astarloa, a la sidreria, cumpliendo así con uno de los "mandatos sagrados" en toda B/SS. Cerca de las 19:00 me dejaban en el Kursal para, a las 21:00, irnos a cenar a un pequeño, pero buen, restaurante italiano. Y a la camita, relativamente temprano.
Pero hoy, el domingo ya se ha levantado torciado desde el principio.
Para empezar, no había quitado la larma de las 04:00 de ayer y... zasca! despierto desde las 04:00. He estado revisando el móvil, reordenando fotos, dándome una laaaarga y muuuuy calieeeente ducha y después de ver este primaveral tiempo que parece íbamos a tener hoy, he tomado la decisión de no llevar mochila e irme hasta la estación solo con la camiseta Tribanda vintage de tirantes y, encima, la camiseta diseñada expresamente para la última de mis participaciones en la B/SS; y el pantalón corto; así evitaba tener que ir al acabar la carrera hasta Pl. Guipúzcoa a recogerla, cosa que hubiera resultado cruel y grotesca, visto el desenlace final de la carrera de hoy, pues al bajar las escaleras para salir a la calle a buscar el tren "me he comido" el último peldaño y al malapoyar el pie, la rodilla ha hecho ¡crack! (y "suerte" que me he pegado un porrazo con el brazo en la barandilla, porque si no me pego una leche de las buenas). He hecho movimientos con la rodilla para ver qué tal y, en caliente, no dolía demasiado.
Y lo he hecho según el plan inicialmente previsto, sin desbocarme aprovechando los toboganes. Pero ya en el km 3,5 la rodilla se ha puesto en contacto conmigo, con su ya famoso: -Eo, que ya estoy aqui...
Y ya no ha dejado de fastidiar; he aguantado corriendo al ritmo previsto hasta poco antes el km 6, al pie del Gaintxurizketa. Conociendo a mi rodilla, sabiendo que iria rápidamente a peor, era el momento de dejarlo, porque ahí ahora tenía medios (bus y tren) para regresar a SS. Pero me he dicho que de éste (el Gaintxurizketa) queríadespedirme desde su cima; así que caminando "a ritmo del Camino" me ha pateado su pesadita subida de 2.5 km. Y una vez arriba, y sin correr aunque era ya bajada, me he plantado en el km 8,3, donde estaba la carpa de los servicios sanitarios, donde muy amablemente y con todos los mimos posibles, me han puesto una crema, una bolsa de hielo, me lo han vendado y me han puesto una compresiva para sujearlo todo..jpg)

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