28 junio 2017

VIGÉSIMA ETAPA: UN OASIS EN EL MARGEN DEL CAMINO

 28 Junio 

VIGÉSIMA ETAPA,  17K  -  Acum 492,7

HOSPITAL DE ORBIGO  -   ASTORGA

Dificultad 2 / 5  Paisaje  2 / 5

Flash de la etapa: Terreno ligeramente montañoso, pero nuevamente con "premio" al acabar la larga pendiente. 


La de hoy ha sido una jornada de transición (a la espera de la durita etapa de mañana) aunque nos hemos encontrado con la subida constante hasta Rabanal del Camino.

He amanecido con un desayuno grupal en Albergue Verde (nota: si un yankee te pregunta si quieres un café y tu le dices que sí, lo que recibirás será un tazón enooooorme lleno hasta arriba de algo líquido y oscuro, lo que viene a denominarse por aquí “un café americano”; pues bien, a mi hoy me lo ha preparado un americano de pura cepa, que me ha corroborado la exactitud del término que usamos). 

Antes de partir, el responsable del albergue me ha regalado esta "zamburiña" y, muy por encima, me ha estado explicando la historia de la bronca continua entre los que defienden la “concha” y los que se aferran a que el símbolo ha de ser la “zamburiña”. Y parece tener más sentido el que sea ésta y no la otra el símbolo más acertado. Como indiqué días antes de la partida, no llevaba visible por ningún lado gadget externo caminero alguno (salvo el #txabi_aporelcamino_2022 en las gorras y la mochila). Pero después del buen rato pasado en ese albergue, he decidido que a partir de hoy la llevaría con orgullo en la mochila, con el encargo -eso sí- de que a mi regreso debía "pasarla" a alguien que fuera a hacerlo por primera vez, o que se iniciara en un primer tramo, o completara uno más de los que ya hubiera hecho anteriormente (en mi caso, "se la pasaré" a mi alcaldesa-runner (*), ya que estoy convencido que tiene EL CAMINO "en cartera").

(*)   NOTA post viaje:

Esto finalmente ocurrió en septiembre, después de haber solicitado un encuentro con mi alcaldesa Pilar Díaz, que en la Sala de Plenos del Ayuntamiento se mostró ilusionada, honrada y encantada de ser poseedora, portadora y posterior cedente de mi zamburiña. 

He arrancado a andar, solo, poco antes de las nueve; no había prisa alguna. Como además la etapa era cortita, me la he tomado con calma, a ritmo de persona +/- normal (los 17k han caído en 3:32, ritmo medio de 12:48, todo y habiendo la subida constante del km. 3 al 10, que he logrado superar a buen ritmo.

.Y, al llegar al 10…   UN OASIS  (o la visión clásica cinematográfica de lo que sienten los que andan perdidos por el desierto cuando encuentran algo así.


Y en ese “oasis” me he quedado casi una hora. Sí, porque esta es la sensación que te embarga cuando después de la larga subida, ves el montaje que tiene David en el margen del Camino. Lleva ya 13 años ahí (es todo un referente) y es un enorme derroche de generosidad. Tiene casi de todo… a pagar con la voluntad de cada uno. Es su “Casa de los Dioses”, mucho más que un coche aparcado en la cuneta.

David transmite paz, tranquilidad, sosiego… no es un hippy trasnochado, lo suyo es una actitud de vida. Quiere libertad para todos y cada uno (incluso la libertad de ponerte como el Quico y marcharte sin dejar un céntimo de euro.)

El momento curioso ha sido cuando le he preguntado cómo iba de cobertura por estos parajes, si estaba ciberactivo, si tenía buena conexión (un rato antes, al darme cuenta de que sus chanclas estaban hechas polvo, le había regalado las Hawaianas de suela doble que compré en Logroño, y que aún no había estrenado porque me iban un pelín grandes). Y sobre lo de la conexión me ha dicho:

- No necesito cobertura, no tengo móvil… pero tengo buena conexión, contigo por ejemplo; porque el jueves tenía que ir a Astorga a comprarme unas chanclas… y mi buena conexión contigo me ha llevado a que tu me regales unas, que además son de mi número…

Me he despedido de David y he completado los 6 últimos km hasta Astorga, cumpliendo ahí con el ritual de meterme entre pecho y espalda un cocido maragato”; os bien prometo que si hubiéramos sido tres en la mesa y ponen lo mismo que me han puesto para mí solo, ninguno de los tres se hubiera quedado con hambre; aunque yo, siguiendo la máxima de “lo que te ponen, se come”, he casi rebañado los platos  (por la noche, ensalada de tomate y burrata con canónigos, rematado con un par de sus célebres mantecados). La tarde la he pasado haciendo el güiri por Astorga.

Como veréis en la foto, los leoneses no llevan nada bien eso de CASTILLA-LEÓN y la mayoría de los carteles aparecen así, con el CASTILLA tachado.

 

VÍDEO:         CAMINO SANTIAGO\FOTOS Y VIDEOS DE CADA ETAPA\20+28-6






#txabi_aporelcamino_2022