Uno, que de jovenzuelo fue Escolta del A.E.M.D. Lourdes (boy-scout) sabe perfectamente que, para una travesía de dos/tres días (como las de entonces) preparar la mochila es una obra de artesanía:
La perfecta colocación de cada cosa, su nivel de profundidad en el interior, ser capaz de encontrar con los ojos cerrados cada cosa y, sobre todo, llevar sólo lo preciso (*); los "porsiaca" no tienen lugar en ella.Pues si para dos/tres días es una obra de artesanía... preparar tu mochila para 33 días es una pura obra de ingeniería científica; porque no te debe faltar nada, pero tampoco debes llevar nada que no te sea, literalmente, imprescindible.
Todo el proceso empieza con la recopilación de información sobre qué deberías llevar (dependiendo, claro está, de la época del año en la que vayas a emprender tu viaje). Ésta información, y lo de tu propia cosecha, acaba reflejándose en una travel-check-list. Extensa en su inicio (...que no me farte de ná) pero a la que -como cuando montas una fiesta- le empiezas a "podar ramitas", y así van desapareciendo más de un porsiaca . El resultado es, más menos, como éste:
Viendo este panorama, ya de inmediato te dices:
- "Todo esto no me va a caber en la mochila ni de coña... y, además, a saber cuánto pesará todo esto".
Y entonces, vas y te pones a ello, a "embutir" todo esto en tu mochila, aunque no con mucho orden, ya que no es necesario en esta fase, pues lo que buscas saber es tan solo si podrás llegar a "embutirlo" todo o no.
Y de ahí, directo a la báscula.-10,5 kilos
Y decides, como no podía ser de otro modo, que de forma inmediata hay que poner en marcha la...
"Operación biquini-mochilera",
hay que bajar de peso, soltar lastre.
Ahora ya sí; llenas tu mochila con orden, concierto y criterio. En bolsas de plástico con autocierre (como las de guardar cosas en el congelador) agrupas camisetas por un lado, ropa interior y calcetines por otro, sudaderas y cortavientos en otro... y así vas completando paquetitos.
Y es, durante esta nueva fase de "embutido mochilero", cuando ya van desapareciendo artículos:
Y es, durante esta nueva fase de "embutido mochilero", cuando ya van desapareciendo artículos:
- 8 calcetines?... no, 4
- 9 camisetas?... no, 5
- 2 cortavientos?... con 1 vas que chutas
- 9 camisetas?... no, 5
- 2 cortavientos?... con 1 vas que chutas
... y así con toda una serie de prendas/objetos que había inicialmente en tu check-list.
Bueeeeeno, va, que esto ya es otra cosa: 8,5 kilos
Pero, sigue siendo insuficiente... Hay que realizar un nuevo esfuerzo para eliminar otros 2 kilos o, como poco, 1 kilo, porque 8,5 siguen siendo demasiados kilos...
Y es en éstas en lo que ando a día de hoy, a 20 días de iniciar la primera etapa de mi Camino...
(*) ... y es que, en mi primera salida "con los mayores", ya como pioner, a mi mochila sólo le faltaba el microondas y la tabla de planchar... Y la travesía no era fácil precisamente: de Vic a Tavertet (Guilleries puras y duras... pero impresionantes). Pero con anécdota incluída, que el mundo es un pañuelo:
Hicimos noche el viernes en Vic, muy tarde, y acampamos en un descampado al lado de la Estación.
Ya estábamos prácticamente en los sacos de dormir, cuando aparece un tipo; serio, delgado, enjuto pero con voz marcial:
- Aquí no se puede per noc tar... (separando pausadamente, las tres sílabas, en una tonadilla que me recordó un chotis madrileño).
La palabreja nos pilló a todos con el paso cambiado... pero el tono no daba lugar a equívocos: ese tipo, ahí, no nos iba a dejar dormir.
Unos 9 años más tarde, y comentándolo precisamente con él, me enteré de que el tipo serio, delgado, enjuto, pero con voz marcial era Eusebio, el abuelo de Marta, que por aquel entonces era el Jefe de Estación de Vic (un perfecto representante del "genio y figura hasta la sepultura"). Un buen tipo.
Curioso:, Eusebio, abuelo paterno de Marta, jefe de Estación.
Francisco, mi abuelo paterno, Jefe del Aeri de Montserrat y después del Funicular de Montjuic donde se jubiló.
#txabi_aporelcamino_2022