Ayer sábado, en l'ESFÈRIC de Montjuic
¡ por fin !
pudimos celebrar y disfrutar de la fiesta de la boda de Andrea y Dani, dos laaargos años después de la ceremonia, y que se había ido aplazando repetidamente a causa del COVID 19. Pero también porque, ante todo, Andrea lo tenía muy claro: ella no iba a permtir que su boda fuera lo que ella misma acuñó como
como nos recordó Albert Om en este vídeo que nos hizo llegar a media fiesta, lo que para Andrea fue un grato, desconcertante, maravilloso e inesperado invitado-regalo-sorpresa
(fue muy divertido ir viendo sus caras de desconcierto, mientras Albert nos hablaba desde la pantalla: ponía cara de no entender nada, de no creerse lo que estaba viendo)
Fue todo un detalle, que no puedo más que agradecerle una vez más a Albert (*) que me demostró que se puede estar en el Olimpo de los dioses de las ondas (como él lo está, ganado muy a pulso) ... y a la vez no estar "endiosado".
Un cop més... gràcies Albert.
(*)... y a todo su equipo
Y ahora, como en el Juego de la Oca:
"De sábado a sábado... y veremos si recuerdo todo lo que ha pasado"
Después de haber asistido -y disfrutado- el sábado anterior en Llafranc, en el Hotel-restaurant del Far de Sant Sebastià, de una maxi-boda (llegamos poco antes de las doce del mediodía y nos metíamos en el coche de regreso pasadas las 00:30), desde el domingo he ido un poco alocado durante la semana: he ido al gym para máquinas de piernas, he corrido en cinta ahí y en casa, he andado por Esplugues con mi "10kmochila" para empezar a vivir las sensaciones de lo que es caminar arrastrando 10 kilos en las espaldas. Y el viernes culminé la semana con una caminata de 7,5k (...y viendo, gráficamente, el perfil de mi primera etapa del Camino
( #txabi_aporelcamino2022 )
En la boda de Llafranc, pre_calentando...
¡ Albert brothers de fiestorro !