28 enero 2022

CAMBIO DE PLANES (TOCANDO DE PIES AL SUELO)

Seamos realístas: yo no estoy para 6 series de 500 a ritmo 4:45 cuatro veces por semana, no nos engañemos. Los motivos pueden ser varios, y no se si me atrevería a colocarlos en orden correcto (pero mi mochila y mi DNI tienen bastante que ver en ello). 
Pero no puedo estar corriendo como pez fuera del agua, dando desesperadas bocanadas, buscando aire como un desesperado. 

Pero no es una claudicación: es una realista adaptación a las circunstancias del momento, que vendrá acompañada de una tabla de máquinas en el gym que me preparará específicamente para mí la buena de Claudia; porque no todo es correr: necesito aumentar mi masa muscular para  poder correr más y mejor.

  
                          

Así las cosas, he echado un poco la vista atrás y he reflexionado sobre mi velocidad y en qué distancias. Y ahora me cuesta recordar a mí mismo el que haya podido correr esas velocidades, a pesar de ser alguien que no empezó a correr hasta los 51 tacos (pero que solo 2 años y medio después se plantaba en Berlín para debutar en Maratón, en 4:13:19, y que tan solo un mes y medio más tarde la rebajaba a 4:03:09 en San Sebastián.

Porque los 47:07 que son mi MMP en 10k, representó haberla corrido a una media de 4:43... y ahora alucino, y no consigo recordar, la sensación de correr con esta velocidad de crucero. Y no hace tanto (2016)  Y ya ni te cuento en mi MMP en 5k: mi MMP, de 2017 (22:41) representó haber corrido a una media de 4:32 Es, como cantarían Simon&Garfunkel en esta muy corta e intimista canción, Bookens:

“Fue un tiempo, y qué tiempo…Un tiempo de inocencia, un tiempo de confidencias. Hace ya mucho. Tengo una fotografía. Conserva tus recuerdos, son todo lo que te queda”

Pero hoy es aquí y ahora. Tiempo de parar para arrancar con fuerza. Pero con criterio.

No abandonaré los 4:45; me comprometo a seguir corriendo 3 tandas de 500 a 4:45 cada vez que pise la cinta. Y cuando le tenga cogida la medida, como algo natural (y no épico, como me ha ocurrido en las últimas cursas) o bien incrementaré el número de series por día, o bien iré aumentando la velocidad (llevar ritmos de 4:30, 4:15… como para terminar los 10k en 45:00 o 42:30.

Sigue siendo una quimera, pero hay que tener objetivos y luchar por ellos.

Allá vamos.