19 septiembre 2021

"CORRIENDO" LA MERCÉ CON MARIO...

 


(...es un decir).
Esta mañana, después de calentar antes de entrar al cajón me he dicho:
- Txabi, tal y como tienes la rodilla, no corras hoy La Cursa de La Mercè.
Y es que ayer me acosté con dolor en la rodilla; y hoy me he despertado con igual o más dolor en la rodilla. Aún así, las ganas han podido más.
Pero es que, además, había quedado con Mario en Plaza Universidad para correr juntos unos metros, como ya hicimos en 2019 cuando tenía sólo cinco meses. Solo que esta vez no ha sido en cochecito, sino que el muy chulito se ha puesto a correr "de verdad"

  
(como veis estilo no le falta; ni la sonrisa grabada en la cara mientras corre)                     


Una cita es una cita, así que para el cajón amarillo que me he ido.
En principio me habían asignado un dorsal blanco, "sin acreditación de tiempo", supongo que a causa de que -como había perdido mi chip de toda la vida- con el nuevo con el que me había inscrito no había corrido antes ninguna cursa de 10k. Y en primera línea del segundo cajón he podido ver a mi amigo Gabri con su merecido dorsal verde, que mucho se lo curra (
yo me había colocado en la última fila del primero, así que no había nadie entre nosotros).


Pero ya dentro me he dado cuenta de que los timings, con el adelanto de cajones, "no cuadraban": iba a llegar a Pl. Universidad con casi 15 minutos de adelanto. Me tocaría parar y esperarle... 
Y, efectivamente, he llegado a Pl. Universidad esos 15 minutos antes pero para mi sorpresa, ya estaban llegando Mario y Dani, su padre. Era el kilómetro 3.
Hemos arrancado a correr durante unos metros porque, aunque por su cara de felicidad parezca lo contrario, hoy Mario no estaba muy por la labor de correr demasiado.
Una vez cumplida con mi impagable cita, he dado media vuelta y he desandado los 3 km.
La idea era acercarme hasta la salida a Paral·lel (km.9) para esperar la llegada de Gabri y ayudarle a llegar a meta dándole ánimos, ya que me había dicho que llegaba "flojito". Y he esperado, esperado, esperado... y no llegaba. Y he pensado que, o bien se encontraba mejor de lo que creía, o es que lo había dejado.
Evidentemente, hablando de Gabri, había sido lo primero: he llegado unos segundos después de que él pasara por el meeting-point que yo me había marcado: ha cruzado meta en unos excelentes 51:48. 
Flojito.... Ja!    
(Felicitats Gabri).

Y, como siempre, lo mejor la cantidad de amigos con los que he podido cruzar unas risas, charlar, fotos...