Y hoy, poco más de diez años después y sin venir a cuento... ¡zas! se ha hecho la luz: he recordado que corrí en San Sebastián con el dorsal de Pau, un compañero Tribanda, que se lesionó unos días antes... y que las fotos yo siempre las había estado intentando localizar con mi nombre.
Pues bien, no solo corrí esa segunda maratón con tan poco espacio de tiempo con la primera, sino que encima mejoré en 10 minutos mi crono berlinés.
Y por fin, en 2021, aquí está finalmente mi entrada a meta en la Maratón de San Sebastián 2010.
Por cierto, esa fue la única maratón que corrí con calcetines compresivos... y la única maratón en la que tuve que parar por calambres y rampas (a falta de 2 ó 3 km del final), lo que encima me privó de un muy currado, soñado y merecido sub-4.
En esa época todavía no existía camiseta Tribanda, que no vio la luz hasta marzo del año siguiente, en la Marató de Barcelona de 2011, maratón en la que, ante la progresión que había llevado en las dos primeras anteriores (4:13 a 4:03) me vine arriba, muy arriba, le perdí el respeto a la distancia, no la preparé en absoluto... y me estampé contra el muro -¡y de qué manera!- al llegar al avituallamiento de Diagonal Mar (km.32), después de una larga agonía al subir por Diagonal hasta la Torre Agbar y de bajada hasta Diagonal Mar. Fue toda una lección de humildad, de ponerme en mi sitio.