Ojalá, por muchos años más, podamos mantener viva esta tradición casi ancestral, por obra y gracia del gran Domingo Catalán. Ya no salimos a correr desde la tienda, ni tomamos el refrigerio en ella, pero el espíritu sigue siendo el mismo: cada sábado, a las ocho, salir a correr 45 min/1 hora y luego...
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