10 agosto 2019

RAÍCES... (pero no las que os imagináis)

Ayer me preguntaba dónde me llevarían hoy mis zapas, y la respuesta ha sido: 
al Monestir de Sant Pere de Casserres, el único monasterio benedictino, de principios del siglo XI, en la comarca de Osona.




















Ha sido reconfortante el poder hacer gran parte del recorrido por zona boscosa, a refugio del sol que hoy viernes, a esa hora, caía de valiente:

Éste es el trail de la vuelta. Entre ir y venir han sido poco más de 8 kilómetros.
Así, post esguince, han sido:
… 6,5 km por la Ruta dels Molins el miércoles,
… 12,3 km ayer en Sant Llorenç del Munt
… y otros 8 km hoy 
 casi 27 km total en los 3 días consecutivos, que para venir de un esguince no está nada mal. Y lo mejor de todo es cada día, al llegar, encontrarme con la contagiosa sonrisa y los gorgoritos de este figura:
Pero no es de raíces como éste de las que os quería hablar, sino de... 
las raíces de los árboles (…y la madre que las pario):
Según el diccionario de la RAE, la definición de RAÍZ es:
1    f. Órgano de las plantas que crece en dirección inversa a la del tallo, carece de hojas e, introducido en tierra o en otros cuerpos, absorbe de estos o de aquella las materias necesarias para el crecimiento y desarrollo del vegetal y le sirve de sostén.
Vamos a ver, raíces del mundo entero…
¿Qué parte de “introducido en tierra no habéis entendido no habéis entendido?. ¿Por qué os empeñáis en semi-salir a la superficie, emboscándonos y confundiéndonos con los claroscuros del bosque, apareciendo sin que os veamos, mezcladas con las sombras de los ramas en el suelo?.

(revolcón sin consecuencias, a cámara lenta y en subida). Ah, pero eso sí: 
                                       ¡ sin soltar la cámara !   
(Pofesioná, mú pofesiona)