El sábado me hicieron un inesperado regalo.
Rectifico: un GRAN regalo. Y lo mejor de todo es que la persona que me lo hizo
no tenía ni idea de que para mí aquello era un regalo, un muy gran
y valioso regalo (nunca te lo llegaré a agradecer lo suficiente @ManoloM; no sabes la alegría que me diste, la ilusión que me hace).
Siempre he sentido un enorme respeto y una gran
admiración por estos compañeros corredores que ejercen, de un modo totalmente
generoso y altruista, el papel de “liebre” en las curses. Me ha parecido siempre
una labor admirable; y he hablado de ello en varias ocasiones.
Así que este año volveré a tener otra Cursa de
la Mercé distinta y especial.
Como ya lo fue la de 2015 cuando, después de dormir
solo tres horitas por venir -casi directamente- de la fiesta de una boda,
acompañé al “Mestre Pucurull” en la segunda parte del recorrido; o como lo fue
la de 2016, porque fue mi primera e inolvidable cursa con EGOÍSMO POSITIVO.
… y ésta de 2018 lo será también porque:
Sí, porque ayer, sin haber habido nunca de por medio comentario alguno, ni haber tratado jamás el tema con nadie, el
gran @ManoloM de @corredors.cat me soltó así, de botepronto, de sopetón, a pie de pista del Estadi Lluis Companys mientras asistíamos al macroentreno de la cursa:
- - Oye Txabi ¿tu querrías hacer de "Liebre oficial Correcat" en la Cursa de
La Mercé ? Liebre de 1:10, corriendo a 7 el kilómetro?
A pesar de lo insospechado, de lo imprevisto,
no tuve ni que pensármelo, todo y que -como en 2015- también habré tenido boda la noche anterior.
Así que desde ahora ya puedo empezar a.... entrenar para correr “un poco más despacio”. Soy consciente de la responsabilidad que asumo. Y espero responder a la confianza que ManoloM ha depositado en mí.
Una motivación extra, muy especial, para
correr la cursa de la ciutat, la Cursa de la Mercé.
¿Ilusión...? Como la de un niño chico la Noche de Reyes. Esta vez parece ser que miraré directamente al objetivo de @Natascha Chekannikova cuando haga la foto.