Y es que una de
esas extrañas “conjunciones planetarias”
hizo coincidir en miércoles el partido de vuelta de la Súper Copa de España
(Barça – Sevilla) con el habitual entreno de “Los miércoles son domingo”. Y,
todo y los 170 km de ida y vuelta y estando de vacaciones todavía, bajé de Sant
Julià de Vilatorta a Barcelona para disfrutar de los dos eventos… sin saber -hasta
llegar a Barcelona- que el partido de la Súper Copa era “paganini”. Y claro, un
partido ya decidido desde la ida no animaba precisamente a “sacar la cartera”. Así que, acabdo el entreno... p'a Osona otra vez.
¡ Pero el entreno,
genial como siempre ! (con subidita otra vez al Castell de Montjuïc, aprovechando que la tarde estaba "fresquita", acompañados esta vez por el gran Carles Montllor, que nos habló de nutrición e hidratación post cursa y/o entreno).
Y encima, en el "tongo-sorteo", me tocaron unos mega-tomates del huerto de Domingo Catalán.