20 septiembre 2020

¡ VAYA DESASTRE EL DE HOY...! Y ADEMÀS, AL FINAL, NO PUDO SER.

Vaya por delante que la organización de la Cursa de La Mercè 2020 ha sido impecable. No vayamos a mezclar churras con merinas.
     
Estaba tremendamente ilusionado con poder correr la Cursa de La Mercè con Mario, mi nieto. Nuestra primera cursa. Y, para acabar de arreglarlo, me regalaron un carrito nuevo a estrenar (...que me tuvo entretenido un buen rato para montarlo).

Vaya por delante (2): no pregunté si podía, o no, hacer la carrera con Mario, tirando de su carrito. Y no lo hice porque quizás, equivocadamente, malinterpreté tanto el  reglamento:

como el Protocolo Sanitario del Ayuntamiento para la Cursa:

En ningún lado supe ver dónde ponía que no se podía ir acompañado de menores porque la referencia a "...está abierta a mayores de 18 años" en ningún momento la asocié a Mario, sencillamente porque Mario no se inscribía en ninguna carrera, tan solo me acompañaría a mí en la mía (como hacen muchos corredores en casi todas las carreras). Insisto, llamadme torpe, pero no vi ninguna referencia de ningún tipo a "menores" en ningún sitio. 
Pero ayer sábado, cerca de las 12 de la noche, me entró un run-run en el estómago... y, entonces sí, pregunté si había que tener algo en cuenta a la hora de acceder a la zona de calentamiento y/o los cajones de salida con el carrito. Y fue cuando saltaron todas las alarmas, porque fue entonces cuando me dijeron:
***  "Por protocolo de seguridad, no se permitía el acceso a menores"  ***
Ha costado mucho esfuerzo preparar una Cursa como La Mercè de hoy; esfuerzo y sacrificio de muuuuucha gente, así que "no moví ninguna ficha", ni mareé a nadie con mi problema, con mi frustración por no poder correr con mi nieto... llamé a Andrea, su madre, y se lo comenté, ya pasada la medianoche. Mario no correría conmigo la Cursa de La Mercè.
Así que hoy me he presentado yo solo en la línea de salida, y, claro, sin carrito. Pero, por primera vez también con las FBR (hasta ahora solo había entrenado con ellas); y el resultado (hasta mi abandono) ha sido muy positivo (solo me he visto talonar en una de las muchas fotos que nos hacen estos buenos amigos, y otros, relacionados más abajo.    
La carrera, mi carrera, ha durado exactamente 3 kilómetros, que son los que ha tardado mi rodilla en decir:
-Vámonos p'a casa, me hace pupa...
Además, me equivoqué de tiempo en la inscripción, ya que  lo hice en el grupo "hasta 55' " cuando, estando como estaba, debería haberlo hecho en el siguiente. Pero me había marcado ese objetivo de sub55 para "motivarme"; en el km 3 iba a ritmo, aunque algo forzado, pero la rodilla ha entrado una vez más en escena, así que me he quitado el chip y he empezado a caminar en dirección al pabellón de La Mar Bella, donde...
     
...he esperado a la llegada de mi compañera Rosa Garrido a su último km (habíamos salido juntos en la misma fila de seis) ...y juntos hemos cruzado meta.
Calor, muuuuucho calor hoy por la mañana; y ahora, expectante con la visita al traumatólogo el día 29, a ver por dónde tiramos...
Si la organización ha sido de 11 sobre 10, el comportamiento de los corredores ha estado a la altura. Eran ya muchos meses para la mayoría sin colocarse un dorsal en el pecho, como para andar haciendo tonterías.
Pero... me quedaba el gusanillo de que Mario cruzara meta, como había previsto que haría hasta la medianoche anterior. Así que, al cabo de casi una hora, me he vuelto a la puerta de entrada a las pistas, y he hecho, para Mario, sus últimos 175 metros de carrera (las fotos que encabezan hoy el blog). Acabo de imprimirle una de ellas para que tenga un recuerdo de la primera carrera que no corrió conmigo. 
 @Natascha Chekannikova, @David Patan, @Pako Beer @Carlos Sánchez... 
        
                        ("pillada" talonando)