20 noviembre 2020

¡ AQUÍ, AQUÍ... SÁCANOS A NOSOTRAS !


Curioso día el de hoy jueves. Ayer noche, antes de acostarme le dije a Marta:

- Mañana me voy a Montserrat.

Pero os aseguro que la idea era ir en coche hasta Monistrol, coger el cremallera, visitar la Basílica, coger el funicular de Sant Jeroni y una vez allí, pasear un poco.

Esta mañana, muy temprano, andaba yo desayunando en la terraza tranquilamente, viendo amanecer. Y los planes seguían siendo los mismos. 
Pero cuando he ido a la habitación donde está el armario con las zapas, todo ha sido abrir la puerta como oír un grito angustiado, desesperado desde la parte baja del armario:

- ¡ Aquí, aquí... sácanos a nosotras !.

He bajado la vista... y ahí estaban ellas, mis infrautilizadas Trabuco. Por lo visto, ayer oyeron algo sobre lo de ir hoy a Montserrat... y pensaban que era su hora. Y me han enternecido; así  que, sobre la marcha, cambio de planes: subiría en coche hasta Montserrat, cogería el funicular de Sant Jeroni y, en lugar de "pasear un poco por ahí", iríamos hasta Sant Jeroni (unos 6 kilómetros mal contados de ida y vuelta).


Poco antes de las nueve aparcaba el coche. Poca gente en Montserrat a esa hora. Me acerco hasta la parada del funicular... y me dicen que no abren hasta las 10:00. La perspectiva de estar esperando más de tres cuartos de hora, con todo cerrado, era desalentadora. Así que, de nuevo, cambio de planes: subiría hasta Sant Jeroni andando... ¡y luego ya veremos!

Me he plantado en la encrucijada de salida y, ante la duda, he preguntado a uno que iba a subir también. Y delante del panel con el mapa me ha dicho: o por aquí, o por la drassera, que es más corto pero son todo escaleras.

Sinceramente, me lo he tomado como aquellos que dicen: 

"Nada, cinco minutitos, si está aquí mismo", o los del 

"Tranquilo, que es todo planito". 

Vamos, que he pensado que exageraba con aquello de ".... son todo escaleras".

Pero no, para desgracia mía, esta vez no. ¡Dios, cuánto peldaño!. He intentado subir a ritmo constante, para no morir en las paradas. Y así, después de esos empinados y escalonados 3,7 km, en 1:01:58 me he plantado, resoplando como un búfalo en celo, en el mirador de Sant Jeroni.

Si algo tenía claro era que por el mismo lado no iba a bajar ni en coña. Así que he enfilado camino a la parada de arriba del funicular (unos 3,4 km), teniendo esto como premio a pocos metros de llegar.
 
Una vez ahí he tenido que decidir entre bajar al Monasterio por el desvío por Santa Anna o por de Sant Joan. Y por el de Santa Anna he bajado. Han sido 1,7 km de bajada empinada, con piedras... y que los últimos casi 800 metros eran coincidentes con los iniciales de la drassera (léase, más peldaños, ahora de bajada...con lo que casca las rodillas). Total, bajada de 5,100 km que me he pulido en 1:23:17.
Una vez ya en la plaza, he entrado a la Basílica para poder deleitarme escuchando a la escolanía cantar el "Salve Regina" y, por descontado, el "Virolai"
He subido al camarín de la Moreneta, he comprado un par de velas exclusivamente para darle las gracias, y antes de coger el coche he comprado el tópico y típico "mató" (...pero que está de muerte).

A esto que he hecho hoy debe ser a lo que yo me refería el martes con el: 
- "Habrá que ir pensando en parar un poco, o al final la rodilla, y con razón, se va a cabrear... y mucho" 

Pero es que vosotros no habéis oído ese grito lastimero, no habéis oído cómo me imploraban, suplicantes,  las Trabuco...


(antes de volver a guardarlas de nuevo por largo tiempo en la parte baja del armario, las dejé por la tarde en el quicio de la ventana para que vieran Collserola y la antena de Sant Pere Mártir que posiblemente sea su destino el próximo día que salgan del olvido, arrinconadas cómo están por las "asfalteras"...