Hoy, mucho antes incluso de levantarme, sabía que éste sería un domingo duro, difícil.
Y no lo iba a ser porque tuviera una de esas cursas "especiales". No... Lo iba a ser porque a las 14:30 íbamos a despedir por última vez a nuestra Gispi.
Así que me he levantado poco antes de las 6, me he pegado una laaaarga y muy caliente ducha, me he ido a mega-desayunar tranquilamente a mi panaderia_degustación favorita de Esplugues, Tinyol; y luego, en moto, he subido hasta Pl. Mireia poco antes de las 9.