16 de octubre de 2024

VIVO INSTALADO EN EL PRETÉRITO...

Aunque algo de ello debería colocarse en el "debe" a mi edad (cada vez tengo la séptima decena más cerca) lo cierto es que...


VIVO INSTALADO EN EL PRETÉRITO.

Sí, en el pretérito; en el pasado. Porque no es raro el escuchar expresarme en términos así:

-Cuando yo hice...

-Yo la corrí en...

-Yo pensaba entonces que...

-Recuerdo que cuando yo hice...

... y tantas otras expresiones que me remiten al pasado (...pero sin llegar a alcanzar el rango de abuelo Cebolleta, que se pasa la vida explicando batallitas).

Y es que lo único que realmente tenemos es nuestro pasado (aunque el psiquiatra Rafael Euba afirme que: "recordamos un pasado que parece mejor de lo que fue" ).

Nuestro presente es fugaz, efímero, de consumo y efecto inmediato, 24 horas; un presente que tal como llega se va. En un plis-plas ya es pretérito. Y llega otro presente, que para nosotros -el día anterior- era "el futuro".

El mañana no existe. O mejor dicho, no deberíamos vivir pensando en él como algo realmente factible. Puede ser, quizá, un proyecto personal pero del que no tenemos el control, del que desconocemos su variable más determinante:     

-No sabemos si nosotros estaremos, nosotros, precisamente nosotros, en nuestro mañana.

Y es que solemos pensar que ciertas cosas, "solo les pasan a los demás", hasta el día en que nos damos cuenta (demasiado tarde) de que, esta vez, "...nosotros somos los demás". Por tanto, sigo recreándome en mi pretérito, en mi pasado, en lo que realmente ya tengo; y a la vez exprimo hasta su última gota mi delimitado presente, muy acotado en el tiempo y que pasará a engrosar de inmediato mi stock de pretéritos.

¿El mañana, el futuro?. Es toda una incógnita pero, de momento, no existe, porque no sé si habrá un futuro para mi, no sé si habrá un mañana para mi, no tengo el control sobre ello. De ahí que desde hace ya hace tiempo no tengo ni elaboro planes de futuro, ni guardo items "para cuando...porque quizá yo no estaré cuando llegue ese cuandoY es que, desgraciadamente, en los últimos meses, la vida me ha demostrado esta máxima:

    - Vive tu presente; tu futuro quizá no exista, porque quizá tu, precisamente tu, ya no estés en él.

Carpe diem no es sólo una frivolidad cursi. Para mí es una actitud vital: 

VIVE INTENSAMENTE MIENTRAS VIVAS, Y VÍVELO AL MÁXIMO. NO DILAPIDES, PERO NO TE GUARDES NADA PARA MAÑANA... PORQUE NO SABES SI PARA TI HABRÁ REALMENTE UN MAÑANA.