EL DEL NORTE, MI CUARTO CAMINO...
Y ya con 1.429 kilómetros de Caminos en las piernas (FRANCÉS, PORTUGUÉS, PRIMITIVO y el trayecto FINISTERRE - SANTIAGO (en poco más de 15 meses) ahora “le ha llegado el turno” al CAMINO DEL NORTE y sus 787 Kilómetros.
- No lo he hecho entero del tirón, de una sola tirada, como sí lo he hecho en los tres anteriores. Lo he troceado por “Episodios”, que creo que acabarán siendo 4, y que no necesariamente los caminaré de un modo ordenado (por ejemplo, lo he iniciado con sus últimas etapas, el tramo Ribadeo – Santiago de Compostela).
- No me he propuesto ningún plazo para terminarlo (aunque sí lo tengo in mente).
- … y el más especial de todos: por lo menos en este primer Episodio, no he caminado solo (como siempre había hecho). Lo he hecho con uno de mis top-five-friends, con uno de aquellos amigos que lo fueron, lo son y lo serán por siempre, porque las raíces de nuestra amistad son muy, muy profundas.
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Episodio I
"DOS CABALGAN JUNTOS"
RIBADEO – SANTIAGO
147 K
3 al 11 de Julio 2024
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He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y atracado en cien riberas. En todas partes he visto caravanas de tristeza, soberbios y melancólicos borrachos de sombra negra, y pedantones al paño que miran, callan y piensan, que saben porque no beben el vino de las tabernas. Mala gente que camina y va apestando la tierra.
Y en todas partes he visto gentes que danzan o juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra. Nunca, si llegan a un sitio, preguntan a dónde llegan. Cuando caminan, cabalgan a lomos de mula vieja, y no conocen la prisa ni aun en los días de fiesta. Donde hay vino, beben vino; donde no hay vino, agua fresca. Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan y en un día, como tantos, descansan bajo la tierra.
Antonio Machado
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Como decía al inicio, éste ha sido un primer Episodio de Camino que se ha desarrollado de modo distinto a los otros cuatro anteriores.
Y de todas las variaciones sobre la normalidad con respecto a los Caminos anteriores, la que más me preocupaba era la de no caminar solo, lo de tener que adaptarme (en ritmos, distancias, paradas, alargar o acortar etapas…). Preveía conflictos, roces y dificultades ahí.
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PREÁMBULO
Martes, 2 de julio
Desplazamiento y llegada a RIBADEO
Contraviniendo nuevamente la norma no escrita del “En martes, ni te cases ni te embarques”, a las 5:15 de la mañana daba el pistoletazo de salida a este mi cuarto Camino de Santiago: El Camino del Norte. A esa hora el taxi me ha recogido para llevarme a un atiborrado aeropuerto para volar rumbo a A Coruña (más tarde me daría cuenta de mi error a la hora de la elección del destino). Contra toda normalidad establecida, hemos despegado a las 7:55 en lugar de a las 7:30…. pero hemos aterrizado a las 9:15 en lugar de a las 9:20, o sea que hemos salido 25 minutos tarde, pero hemos llegado 5 minutos antes (…el piloto ha debido encontrar un atajo, digo yo).
Pero no era al aeropuerto de A Coruña a donde debería haber volado, sino al de Oviedo, a mitad de distancia de Ribadeo que desde A Coruña. Pero ya estaba aquí, así que averiguo cuál es la menos mala de las combinaciones para llegar cuanto antes a Ribadeo; resultado: un trayecto de 4 horas, en 2 autobuses, uno de A Coruña a Lugo y otro de Lugo a Ribadeo (ambos conducidos en plan fórmula 1 por sus respectivos conductores).
Al darse la circunstancia de tener que parar en Lugo, he quedado con mi amiga Chiruca para una comida con ella en el casco antiguo, colindante a la Estación de Autobuses.
A todo esto, y retrasándose como se iba a retrasar mi llegada a Ribadeo a causa de la “maratón de autobuses”, yo ya le había remitido a mi amigo Enrique el bono de reserva de la habitación del albergue para que se instalase, ya que él iba a llegar mucho antes que yo con tanto trasiego de autobuses. Tanto es asi, que no ha sido sino poco antes de las siete de la tarde cuando he llegado a Ribadeo y me reencontraba, después de casi 28 años, con mi gran amigo Enrique, con quien iba a recorrer este primer Episodio del Camino del Norte hasta Santiago. Y es que él había salido 4 días antes de Avilés, porque hace 2 años, en Gijón, se rompió el menisco y no pudo terminar su Camino del Norte; y fue al decirme que lo iba a reemprender este año cuando decidí animarle a hacerlo juntos.
Hemos estado deambulando por el pueblo, haciendo tiempo hasta poder cenar en un lugar cercano al albergue y por el que ha merecido la pena la espera.
De regreso al albergue, he dado un gran paseo para ver si cogía el sueño. Pero estaba claro, por mil diversas razones, que ésta iba a ser una laaaarga noche.
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1ª etapa:
Miércoles, 3 de julio
RIBADEO-GONDÁN… 21K
(la que debería haber sido)
RIBADEO-VILAMARTIN GRANDE... 18,6 K
(la que realmente ha sido… y de ahí en taxi hasta Lourenzá).
Ritmo Medio: 15:58. - Tiempo: 4:47:45
Y lo ha sido: despierto desde las 3 de la madrugada he hecho de todo hasta que han dado las 7:30, hora en la que con Enrique hemos consensuado ponernos en marcha.
Hemos desayunado en una cafetería cercana, atendidos por una simpática camarera brasileña con la que hemos bromeado largamente, lo que ha predispuesto negativamente al dueño contra nosotros. En este nuestro primer desayuno juntos ha quedado diáfanamente demostrado el concepto de "desayuno" que tenemos cada uno de los dos. Una hora más tarde arrancábamos a caminar lo que finalmente serían 18 k nada “llanitos”, ni mucho menos. Hasta el km 10,5 en que llegábamos a A Ponte de Arante ha sido un continuo tobogán, pero sin grandes desniveles. Poco antes hemos parado a re-desayunar en Casa Domingo (fuera del trayecto del Camino) porque, unos 2 ó 3 km antes, el albergue en el que pensábamos hacerlo estaba cerrado. Ahí hemos coincidido por vez primera con Daniel y Miguel (padre e hijo, de unos 12 años?), con los que ya nos iríamos cruzando, comiendo, y compartiendo albergue a lo largo de todo este primer Episodio.
A estas tempranas alturas del partido, Enrique ya ha expresado su intención “saltarse el camino” e ir por la carretera, ya que dice que el bosque, la montaña, lo asfixia, y que prefiere hacer LA CARRETERA DE SANTIAGO en lugar del Camino (aquí, en este tramo del Camino lo tiene fácil porque casi todo el rato vamos casi pegados a la carretera).… pero de momento lo he tenido controlado y hemos seguido recorriendo el camino peregrino.
Seguimos subiendo, subiendo, ya con más desnivel hasta llegar a lo que ya creíamos que era Gonzán; pero no, era Vilamartín Grande. Y al venir de la subida que veníamos, y ser ya la hora que era, hemos decidido quedarnos a comer ahí y, de paso, comprar unos tacos de goma para la punta de mis bastones, aquellos que me regaló la barquera justo antes de cruzar el río Miño en mi Camino Portugués, porque son un escándalo cuando caminamos sobre asfalto.
Y no solo esto: como en Gonzán no hay servicios, Enrique ya había mandado esta mañana su mochila directamente a Lourenzá. Y os diréis:
- Estos, después de comer, habrán caminado desde Vilamartín Grande a Lourenzá…
Pues no; el amigo comodón que viaja conmigo en este Camino ha optado por “el comodín del taxi” para que nos llevara hasta destino.
Total, que nos hemos plantado en Lorenzá a primera hora de la tarde.
Veamos: hemos acabado la etapa 2,3 k antes de lo previsto (el tramo Vilamartín Grande - Gondán). Además, "nos hemos comido" 6,6 k de la etapa de mañana, al no iniciarla en Gondán, si no en Lourenzá. (-9k) Así que de los 21 Km inicialmente previstos para hoy y los 15,6 de mañana (36,6k total), realmente haremos 18,6k+9k= 27,6k).
Resumiendo, de una sola tacada, ya en la primera etapa "han desaparecido" 9K del recorrido del Camino. Eso, claro, si mañana realmente hacemos el trayecto Lourenzá – Mondoñedo, que está por ver.
Así que… ¡ empezamos bien el Camino !
El albergue en Lourenzá está muy bien, es original. Han conservado parte de los muros originales, formados por capas de pizarra, al estilo de los de la muralla de Lugo.
Me he pegado un siestón de los intensos (17:30 a 21:00); cena muy ligera (a base de pinxos, que yo creía eran de pago y resulta que eran gratis por cada copa que tomabas) y a la cama (no tiene desperdicio la cama de la niña del exorcista en la que he dormido), donde he vuelto a caer rendido porque, para ser el primer día, la subidita final hasta Vilamartín Grande ha sido bastante exigente para mí.
Zapas: finalmente no ha habido relevo generacional y me he llevado las mismas NB que he llevado en todos los Caminos que hasta ahora he caminado. Lo que no recordaba era si entonces lo había hecho ya llevando la plantilla especial o sin ella; pero como he estado más de un mes caminando -con las nuevas- CON plantilla, esta primera etapa la he hecho con plantilla. Pero la sensación de confort en el pie no me ha convencido, así que para la etapa de mañana ya volveré a la versión SIN plantilla especial.
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2º Etapa:
Jueves, 4 de julio
GONZÁN-MONDOÑEDO… 36,5K
(la que debería haber sido)
LOURENZÁ - MONDOÑEDO 8,3K - Acum. 26,9K
(la que realmente ha sido)
Ritmo Medio: 18:06 - Tiempo: 2:30:05
Acum. 7:17:50
Amanece el día con el objetivo de afrontar la etapa más heavy de este Camino del Norte; teníamos que atarnos los machos, concienciarnos bien, coger aire y arrancar con fuerte motivación para poder hacer sin morir en el intento, la friolera de 9k, que era en la distancia en lo que se había convertido la segunda etapa después de la movida de ayer…! Asi que vamos por el lado del cauce del rio Bidasoa hasta cruzar su Ponte de Pedra, de origen medieval, lo que da el disparo de salida hacia una vereda en fuerte subida. Mucho rato transitando al lado de la autopista. Pequeña parada en la capilla de la Virxe de Guadalupe. Más adelante nos hemos unido en un mismo recorrido con el Camiño natural de San Rosendo, fruto de la recuperación de 225 kilómetros de vías peatonales entre las provincias de Ourense y Lugo. Dividido en tres etapas, el camino sigue el trazado de distintas calzadas romanas desde el campamento de Aquis Querquennis, en Ourense, hasta Foz, en el mar cantábrico, conectando así la Galicia interior con la costera.
Decididamente, Mondoñedo es un pueblito precioso. Y he conseguido in extremis una buena habitación, utilizando mi carita de perrito apaleado y mis ojos llorosos… Hemos coincidido con un trio peculiar: por un lado Morán e Irene, y por otro una dulce Violeta que a estas alturas el partido (y creo salieron hace dos días) tiene ya los pies hechos caldo. Con los 3 iré coincidiendo a lo largo de este Episodio I.
Enrique ha “adoptado” esta tarde, al llegar a su albergue, a Gilberto, un mexicano que viene haciendo el Camino del Norte desde Irún. Buena gente, profesor desde hace 18 años en Houston y ahora mismo con 2 serias preocupaciones: el huracán que se les dirige -parece- hacia ahí, y la “espada de Damocles” de la deportación si sale Trump elegido.
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3ª Etapa:
Viernes, 5 de julio
MONDOÑEDO – ABADÍN 16,2K - Acum. 43,1K
Ritmo Medio: 15:48 - Tiempo: 4:14:37
Acum. 11:32:27
Enrique y Gilberto han decidido hoy “hacer carretera”, así que bajo un cielo plomizo, he arrancado en solitario la etapa de hoy. Para no llevarse a engaños de lo que me esperaba, ya de buenas a primeras, el primer kilómetro ha sido de subidón-subidón. Y eso que he elegido la ruta “normal”, ya que había la opción de la “variante por el monte”, desaconsejada en invierno o en días como el de hoy de niebla (bueno, la sensación real es la de estar dentro de una nube). Además me ha llovido a ratos, a intervalos.
Y el término “subidas” sería la constante del día. A poco de salir me ha alcanzado uno con el que hemos desayunado juntos (muy bien por cierto en la plaza de la Catedral) que ha decidido hacer la variante monte. Pero se ha colado y ha acabado haciendo la ruta normal. Él y otro que me ha pasado cuando estaba en O Bisonte han sido los dos únicos peregrinos con los que me he topado.
O Bisonte es una finca particular, con casa para albergar peregrinos, regentada con mucho cariño por la madrileña María, que además es una especie de coordinadora de la red de albergues del Camino.
De O Bisonte he seguido subiendo hasta Lousada, para coger una pista de tierra que baja hasta un arroyo, e inicia una SUBIDA en mayúsculas hasta el alto de A Xesta donde encontramos la ya habitual promoción rural encubierta de Mercedes Benz (un parque eólico, con sus molinos de tres palos).Y nos adentramos, de bajada, en la comarca de la Terra Chá, y más adelante enlazamos con “el camino del monte”, poco antes de llegar a Gontán (no confundir con la anterior Gondán). Llegando ahí, he contactado con Enrique para ver dónde estaban (y dónde estaba el albergue). Hemos comido, excelente, en el restaurante Niza, donde una amable, cordial, atenta y muy profesional Victoria me ha proporcionado hielo y bolsa de plástico para aliviar mi hinchada (que no dolorida) rodilla.
Tarde de panxing total y descanso… relativo, porque en Albadín estaban de fiestas, justamente enfrente de mi pensión.
La juerga, con la música a todo trapo, ha durado hasta las tantas de la madrugada (5, 6) . Antes, pero, me he tomado en la carpa blanca que se ve ahí, el mejor churrasco de mi vida (a un precio irrisorio); no exagero: se deshacía en la boca, cuando normalmente el churrasco es más bien reseco.
Me he quedado con las ganas de obsequiar a Victoria, la chica del restaurante, con una de mis gorras.
Para los que no lo sepáis, para cada Camino he diseñado siempre un logo, que incluye un hashtag, que imprimo en 2 gorras. Siempre, una de ellas ha acabado en poder de alguien que ha significado algo especial para mi, o porque sencillamente, era alguien especial. Y este mediodia, Victoria se me ha mostrado como alguien especial. Para este Camino, incluso he impreso camisetas…..
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4ª Etapa:
Sábado, 6 de julio
ABADÍN - VILALBA 19,5K - Acum. 62,6K
Ritmo Medio: 16:44 - Tiempo: 5:26:03
Acum. 16:58:30
Las cosas que tienen que ocurrir, ocurren y punto. Veréis. He forzado a Enrique y Gilberto a desayunar en el restaurante NIZA, con la peregrina esperanza de que, también en el turno de mañana, estuviera Victoria para poderle entregar una de mis gorras (que ya tenía preparada en el bolsillo de rejilla exterior de la mochila). MGEUP oséase, mi gozo en un pozo. Nuevamente bajo un cielo plomizo nos hemos puesto a caminar. Y no podría precisaros el rato que ya llevábamos camiando cuando de repente, casi como de la nada, aparece en el camino Victoria.
La he saludado y, sin entrar en detalles porque no era el momento, le he dicho si por favor podía sacar una gorra que llevaba en mi mochila. Nuevamente muy amablemente ha abierto el broche del bolsillo rejilla, ha sacado la gorra y ha hecho el ademán de dármela.
- No, no, le he dicho, la gorra es para tí. La tenía aquí preparada para tí. Siempre en todos los Caminos, encuentro a alguien “especial” y le regalo una de mis gorras. Y tu eres alguien especial.
Casi sin entender nada, me ha dado las gracias y, como vino se fue. alejándose camino del Niza.
Durante la etapa hemos ido “haciendo la goma” con Enrique y Gilberto, alejándonos un buen trozo cuando he vuelto a coincidir con Morán, Irene y Violeta al cruzar un puente donde había un personaje que vendía abalorios hechos por él. Se llamaba Jesús y, por su estética, tenía que llamarse forzosamente así.
He andado luego un rato con el trio, pero luego cada uno a su bola, que es lo que me gusta de los Caminos.
La ruta ha sido facilona, sin grandes desniveles y transitada a buen ritmo hasta llegar al albergue, donde han entrado en escena un simpático grupo de peregrinos sordomudos (3 chicas y 2 chicos, bastante granaditos, pero muy en forma); el problema es que ellos no oyen el ruido que hacen. Yo no he tenido ese problema, porque la pensión donde me he quedado estaba en el edificio colindante. Nos hemos ido de compras al supermercado y hemos cenado en el albergue A Carballeira de Enrique y Gilberto, donde también han parado Daniel y Miguelito..
En el plan de ruta inicial, y por el hecho de tener que estar Enrique en Santiago el 11 de julio, habíamos acordado “saltarnos” la penúltima etapa Arzúa-O Pedrouzo (yo la había hecho ya dos veces, en los Caminos Francés y Primitivo). Pero, una vez más, no me digáis en qué momento se decidió -decidieron, realmente- mañana domingo coger un bus y plantarnos directamente en Baamonde.
Bastante cabreado, “pero llevando el duelo por dentro”, me he ido a dormir relativamente temprano, porque con la que no haríamos mañana, ya serían dos las etapas menos que haríamos…. ¡Brrrrr !
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LA PENOSA NO ETAPA
5º Etapa:
Domingo, 7 de julio
VILALBA - BAAMONDE… 36,5K
(la que debería haber sido)
VILALBA - POBRA DE PARGA 0 K Acum. 62,6 K
(la que realmente hemos hecho)
FIASCO TOTAL Y ABSOLUTO; DE PENA.
Ante la dureza de esta etapa “oficial”, y por sus 40 kilómetros (Baamonde-Sobrado dos Monges), en la planificación inicial de ruta yo ya la había dividido en dos etapas:
Baamonde – Miraz (14,9k) y
Miraz – Sobrado dos Monges (24,9k).
Pero, me repito de nuevo, no me preguntéis en qué momento ayer se decidió hacer la primera de estas dos etapas hasta Baamonde en bus. De locos.
El caso es que hoy es domingo, es 7 de julio y desayunando, como mandan los cánones, hemos visto el primero de los encierros de San Fermín.
Nuevamente no me preguntéis porqué, pero se nos ha esfumado el autobús ante nuestras propias narices, después de haber estado a su lado casi dos horas en la estación. Una confusión con el chófer; en parte, gracias a mi manía de hablar con parábolas, jugar con las palabras, medio acertijos y medias frases -que el receptor no pilla- y en parte por el desconocimiento del recorrido que iba a hacer ese autobús que hemos tenido tooooodo el rato delante de nuestros ojos); y atónitos hemos visto cómo el chófer cambiaba el bus de andén (lo que nos ha despistado, la verdad) y que a su hora (a “nuestra” hora) se ha ido, dejándonos con una cara de tontos que era como para verla.
Total, que nos hemos quedado en tierra (literalmente en la foto de arriba)..
Este desafortunado incidente no parece haber hecho mella en la intención de mis compis “de no dar palo al agua hoy” en lo de a caminar se refiere; no parece que tuvieran mis compis muchas ganas de caminar hoy, Porque casi sin pensarlo se han acogido nuevamente “al comodín del taxi”. Y no un taxi cualquiera. Era el taxi que debía llevar al grupo de peregrinos sordomudos a no sé dónde, pero a quienes no les ha importado cedérnoslo.. Así que hemos tomado el taxi que debía llevarnos hasta pasado Baamonde, concretamente hasta A Pobra de Parga.
Pero yo me resistía a no caminar hoy, así que le he dicho al taxista que a mi me dejara a unos 10 k antes de llegar… pero nuevamente MGEUP, mi gozo en un pozo, porque el trayecto era por autopista, que solo hemos dejado a unos 2k del destino. Así que domingo en blanco en lo que a caminar se refiere.
El contrapunto positivo ha estado en el albergue PARGA NATURA.. De lo mejor que he visto hasta la fecha en todos los caminos recorridos. Daniel y Miguelito también andaban por aquí.
Y así, en plan dolce far niente, ha transcurrido este domingo de lo más relajado, perro y ”descaminado” posible. Espero que si un día pasáis por este albergue, también os den para cenar el potaje de verduras que nos han dado hoy.
Ahora entenderéis lo que, premonitoriamente, os indicaba al inicio, en las primeras páginas:
“… de todas estas variaciones sobre la normalidad con respecto a los Caminos anteriores, la que más me preocupa es la de no caminar solo, lo de tener que adaptarme (en ritmos, distancias, paradas…).
Preveo dificultades ahí”.
Suerte que esto me ha ocurrido yendo con mi amigo Enrique, y que esto me lo compensa y lo recompensa todo, porque de haber sido con otro/s lo echo todo por la borda, los dejo ahí y me voy por mi cuenta, como he hecho siempre. Sin horarios prefijados, sin parones prefijados, sin seguirle la comba a nadie.
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6ª Etapa:
Lunes, 8 de julio
PRADA DE PARGA–SOBRADO DAS MONXES
25,2K Acum. 87,8K
Ritmo Medio: 14:45 - Tiempo: 4:47:43
Acum. 22:45:13
Después del panching de ayer, hoy tocaba recuperar, hacer una etapa “de verdad”. Salimos del albergue por un lindo sendero hasta llegar al límite de la provincia y nos adentramos en la de A Coruña. A partir de ahí, asfato puro y duro.
Un “toboganeo” constante hasta alcanzar los 654 metros del punto más alto de la etapa, desde donde iniciamos la segunda pate de la etapa en franco descenso. Nos ha lloviznado a intervalos.
Hemos compartido varios kilómetros con un grupo de jóvenes peregrinos a los que, por más que les insistíamos, no ha habido manera de hacerles entender el que circularan en fila y por el lado izquierdo de la carretera. Esto, unido a la música que llevaban a todo trapo, casi provoca un accidente grave de no ser por la pericia y el buen hacer del conductor de un camión que les ha llegado por detrás y al que por supuesto, ni han visto ni oido.
No nos hemos quedado en el albergue del Monasterio. Mi hotel es nuevo y confortable. Y la rabia ha sido que me he “despistado” con la hora, y cuando me he querido acercar al Monasterio para visitarlo, faltaban 30 segundos para que cerraran y, obviamente, me he quedado “out”.
He cenado, solo, enfrente de mi hotel: 18 zamburiñas, a cada una mejor que la otra. Un poco más tarde, en la mesa contigua, Violeta y su grupo han estado también cenando ahí.
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7ª Etapa:
Martes, 9 de julio
SOBRADO DAS MONXES - ARZUA 21,5K Acum. 109,3K
Ritmo Medio: 13:25 - Tiempo: 4:48:46
Acum. 27:33:59
Etapa en la que Enrique ha tenido claro que volvía a hacer “La Carretera de Santiago” en lugar de hacer el Camino.
Día gris y lluvioso, tremendamente compensado por los muchos kilómetros que, junto a Gilberto, ha caminado a mi lado Guillermo, un espigado -y muy caminador- peregrino canarión de Ingenio. También, aunque más momentáneos y escasos, por los encuentros con el grupo de sordomudos y con la inefable pareja Daniel & Miguelito.
(… el de la Mobylette es el pastor)
Estoy convencido de que hemos caminado a muy buen ritmo tooooda la etapa desde el “enganche” de Guillermo, pero también estoy convencido de que, sin nosotros, él hubiera llegado -como poco- media hora antes a Arzúa (el chiste fácil, siendo Guillermo canario, sería decir que "lo hubiera hecho en una hora menos").
He llegado a Arzúa sin reserva alguna, cosa que no ha supuesto ningún inconveniente, porque he pillado cama en la primera pensión en la que lo he intentado. Inevitablemente, al cruzar la plaza, he recordado la tarde-noche de 2022 cuando los cuatro “tunos de derecho” montaron un sarao considerable.
Localizados Enrique y Gilberto, hemos comido los cuatro juntos (añado a Guillermo) en una cafetería, muy cerca de nuestro respectivos pensión y albergue.
Llovía, y Guillermo se debatía entre seguir otros 20k y llegar a O’Pedropuzo (piernas y fuerza no le faltaban) o quedarse y ver el partido de semi-finales de la Eurocopa, con EspaÑa con muchas opciones de -como poco- “medalla de chocolate”. Finalmente, aunque por su cuenta, Guillermo parece que se ha quedado aunque no lo he vuelto a ver.
Siesta reparadora, tarde-noche lluviosa, gris… y merienda-cena (solito) viendo el partido de semi-finales de los cachorros Jamin y Niko; nos hemos llevado el gato al agua y jugaremos la final.
A todo esto, Enrique me indica que no tiene noticias de Gilberto, que ni lo ve, ni le ha visto desde que llegaron y que no responde a sus llamadas. Como diria “Papuchi”: Raro, raro, raro….. y más en un tipo tan formal y educado como el mexicano.
Enrique me dice que mañana va directamente en autobús a Santiago, que “pasa” de las etapas Arzúa-O’Pedrouzo y O’Pedrouzo-Santiago. Además me hace la indicación de que Pilar, su amiga por la que tenemos que estar el día 11 en Santiago, y que trabaja y nos había hecho la reserva en el Albergue “El Mirador” de O’Pedrouzo, ya no trabaja allí. Así que no sé si para mañana tengo reserva o no.
Así pues finalmente y en solitario, mañana SÍ haré -por tercera vez- la etapa Arzúa – O’Pedrouzo y recuperaré así la etapa “del autobús perdido” del día de San Fermín.
Decididamente, éste está siendo un Camino de lo más…
(no sé, todavía, definirlo)
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8ª Etapa:
Miércoles, 10 de julio
ARZUA – O’PEDROUZO 18,8K Acum. 128,1K
Ritmo Medio: 12:57 - Tiempo: 4:03:34
Acum. 31:37:33
No he madrugado mucho hoy. Lloviznaba y no me hacía demasiada ilusión recorrer por tercera vez esta etapa. Pero quería hacerla, quería “adecentar” un poco el kilometraje de este mi primer Episodio del Camino del Norte.
Como en las dos ocasiones anteriores, el recorrido estaba repleto de “turigrinos” (dicho con todos mis respetos, como siempre). Y quizá, por reiterativo, se me ha hecho muy pesado, pero lo he acabado haciendo a un buen ritmo medio (12:57), coincidiendo con Morán e Irene un par de veces, y con Violeta y su grupo de gente más joven, más de su edad. Y también con mis amigos sordomudos.
He llegado poco antes de las 14:00 y me he ido directamente al Albergue El Mirador. No; como me temía, no había reserva alguna a mi nombre, ni posibilidad de alojarme individualmente ahí, así que he bajado de la loma en la que está situado, para acercarme al hotel donde dormí la última vez, que está justo enfrente. Violeta y su grupo andaban por ahí al lado dando buena cuenta de copas.
Estando ya en el hotel he recordado que había mandado una bolsa desde Arzúa al albergue El Mirador (básicamente, la ropa sucia y algunas camisetas sin usar). Así que, vuelta a subir por la colina de El Mirador para ir a buscarla.
Poco antes de llegar a O'Pedrouzo, y en el mismo lugar que en 2022 me encontré con un par de veteranas peregrinas italianas (una de ellas lesionada en un pie) con las que acabé la etapa, “me ha asaltado” una chica alemana para decirme, entre otras cosas, que a las siete había “Misa del Peregrino” en O’Pedrouzo. Así que para allá que me he ido… y ha valido realmente la pena. Un curita muy enrollado, que nos ha tenido enganchados toda la ceremonia.
Por cierto, hablamos siempre de O’Pedrouzo como si de una población clásica, o una población-tipo, se tratara… cuando la realidad es que es algo más complicado, gracias en gran parte a la compleja división administrativa de la comunidad gallega; y es que el núcleo urbano de Pedrouzo está enclavado dentro de la parroquia de ARCA y es la capital del Ayuntamiento de O’PINO. En realidad, a todos los lugareños que pregunté, me indicaron que yo me encontraba en ARCA y que en realidad O’Pedrouzo era el nombre que le daban a la carretera que cruza la población, carretera que es el centro neurálgico del universo peregrino, pues la mayoría de los muchos albergues que hay los encuentras a ambos lados de la misma (es la última parada tanto del Camino Francés como del Primitivo). Pero da igual, seguiremos nombrado las etapas como ARZÚA-O’PEDROUZO y O’PEDROUZO-SANTIAGO DE COMPOSTELA.
En 2022 me tocó dormir en una habitación ubicada en la buhardilla del edificio. 2022 fue el año de la excepcionalmente intensa ola de calor en el periodo junio-julio (llegamos a caminar a temperaturas de 41-43 grados). Esa noche previa a la llegada a Santiago, aquí en O’Pedrouzo, tuve el convencimiento de que el infierno era más o menos aquello. Imposible seguir en la habitación, motivo por el cual, si no recuerdo mal, a eso de las 03:45 empaqué mis cosas en la mochila y me puse a caminar en noche cerrada… yo y unas cuantas decenas más de peregrinos.
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9ª Etapa:
Jueves, 11 de julio
O’PEDROUZO – SANTIAGO DE COMPOSTELA 18,8K Acum. 146,9K
Ritmo Medio: 13:22 - Tiempo: 3:38:54
Acum. 35:35:27
He dormido bien, pero aún así me he despertado temprano. Y temprano me he ido a desayunar, ya con la mochila conmigo, a una cafetería mexicana al lado del hotel, donde me han puesto el sello personalizado más chulo del Camino, con cera caliente. También andaban por ahí Violeta y su grupo.
Esto del tema del sellado, en mi caso al menos, va perdiendo fuerza, intensidad y motivación después del primer Camino. Como ocurre con la Compostela (mal llamada “Compostelana”). De entrada, nunca he llevado ningún carnet de peregrino, sino que he utilizado algún elemento propio. Y de Compostela, si tienes una yo creo que ya te vale. La del Camino Portugués ni la recogí.
En cambio, en el Camino Francés sí recogí -en Sahagún- la credencial de haber pasado por el punto equidistante de ese Camino (Saint Jean Pied de Port – Santiago). Y es que la “mercantilización” del Camino (los Caminos) produce pingües beneficios a las cidades, pueblos, aldeas o pedanías por los que pasa (…o por los que se le hace pasar).
He desayunado como si no hubiera un mañana. Antes de irme, y estando el grupito de Violeta también estampando sus sellos personalizados, le he pedido a ella si podía salir un momento. Ya fuera, en la calle, le he explicado el tema de mis gorras y le he dado la suya porque, realmente, sin aparentemente haber hecho nada, estaba claro que para mí había sido una personita muy especial.
Y después de darle la gorra, y hacernos la foto (pero, oh! sin la gorra puesta), y como ya tenía conmigo la mochila, a eso de las 07:50 he puesto rumbo final a Santiago.
Y lo he hecho a buen ritmo, aunque sin ese sentimiento de emoción de la primera vez. Y es que era ya la tercera vez que hacía esta etapa (se me “atraganta” siempre la subida al aeropuerto).
A medida que me acercaba a Santiago, iba llamando a Enrique para poder encontrarnos antes de la entrada a Pl. Obradoiro.
Esta vez sí, me he desviado hacia el Monte de Gouzo para intentar ponerme en la piel de un peregrino de antaño cuando, desde ahí, podía divisar por vez primera las torres de la Catedral.
Logística y prácticamente he decidido que no tenía ningún sentido llegar hasta Pl. Obradoiro cargando con la mochila y luego seguir arrastrándola conmigo hasta media tarde, en que después de comer me iría hasta mi albergue (que no tenía ni idea de dónde estaba, aunque sí muy cerca de Pl. Obradoiro). Así que, después de cruzar el cartel de entrada a Santiago (engalanado temporalmente con los colores del orgullo) he pillado un taxi para que me llevara a la pensión que me había reservado mi hija Andrea el día anterior para dejar ahí la mochila: P.R.BADALADA Recomendable de todas todas. Pequeña, acogedora, trato exquisito… y a unos 200 metros escasos del gaitero apostado antes de entrar en Pl. Obrdoiro.
Teníamos, en principio, comida con unas amigas de Enrique (de ahí el tener que estar en Santiago el día 11). Pero entre pitos y flautas, finalmente no ha habido comida y he acabado haciendo la entrada en la plaza corriendo, como de costumbre, y con los colores TRIBANDA. Esta vez ha sido Enrique quien ha inmortalizado el momento.
Y también, como de costumbre en mi caso, hemos comido en el restaurante italiano “L’Incontro”. Él y yo solos.
Acabada la comida, cada uno se ha retirado a su alojamiento; yo me he pegado un siestón de campeonato. He salido, lloviznando, para acercarme hasta la Catedral (donde me he encontrado por última vez al simpático grupo de sordomudos cuando estábamos en la cripta), me he encontrado también por última vez a Morán e Irene, he estado un buen rato en unos soportales viendo actuar a una especie de tuna de chicas de alguna facultad portuguesa, y no demasiado tarde he repetido en L’Incontro para cenar, para acabar callejeando por los alrededores de la Catedral, donde la Tuna, la de siempre, una vez más, la estaba “liando”.
Y, a dormir..
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12 de julio:
SANTIAGO DE COMPOSTELA Kilómetros acumulados 146,9K
JORNADA DE RELAX Tiempo acumulado: 35:35:27
Esta vez sí que lo he hecho bien. El vuelo de regreso es a las 18:55, así que he tenido tiempo de sobras para ir relajado, levantarme sin prisas y acordar con la chica de la Badalada (que, por cierto, significa: Campanada) el poder dejar hasta el último momento la mochila en la pensión.
Me ha rondado por la cabeza el acercarme en autocar hasta Muxia; y con esta intención he vuelto a desayunar en Morriña Derby, como siempre excelente: Tosta de aguacate con tomate, zumo de naranja, chocolate con churros. Estando ahí me ha llamado Enrique, que ya estaba dando vueltas por Santiago y estaba a escasos 300 metros de mi paradero.
Seguía sin poder concretar si comeríamos con sus amigas o no, y se ha venido hasta el Morriña Derby. Hemos estado un buen rato ahí, he desechado la idea de irme a Muxia (ya tengo una buena razón para volver a Santiago) y hemos empezado a dar vueltas por la ciudad, dejando pasar el tiempo hasta la hora del almuerzo, para ver si se concretaba o no esa comida.
Hemos estado largo rato en Pl. Obradoiro, haciendo fotos y viendo llegar peregrinos, una de ellos una atleta sevillana que había hecho de “turigrina” desde Sarria, pero corriendo (no veas las piernas de corredora que tenía la criatura).
Finalmente hemos podido quedar con las amigas de Enrique, “Las Bodegueras”. Y, por poco, no me vuelve a pasar lo que me ocurrió en mi primer Camino, que estando con la canaria Nieves en la misma calle y a menos de 150 metros de las otras compañeras de andanzas, no nos encontramos. Pero no, esta vez sí. Ha sido un diálogo casi rozando el absurdo: |
- Quedamos, si queréis, en El Casino para tomar unos vinos (vais pillando el porqué de “las Bodegueras”). ¿Vosotros donde estáis?
Como Enrique estaba con el móvil con el altavoz abierto, le he tocado el hombro, le he señalado el edificio que teníamos enfrente mismo de nosotros, y les ha respondido:
- No os lo váis a creer, pero estamos enfrente mismo de El Casino.
Así pues, a los pocos minutos estábamos empezando a abrir botellas de vino (claras, en mi caso). Al evento se han unido dos amigos comunes italianos… y las manecillas del reloj iban desgranando los minutos.
Seguimiento del día a día del Camino por parte del Juez Mario Benítez
Hemos decidido darnos un homenaje y nos hemos ido hasta el restaurante SEXTO 2 a tomarnos una paella de bogavante. Una comida muy divertida, aunque con el apremio del reloj. Yo lo miraba una y otra vez, porque el tiempo se nos echaba encima y veía cierto relajo entre os comensales. Por suerte, los italianos volvían a casa vía Barcelona, así que volábamos juntos. Y hemos consensuado que había que estar en el aeropuerto en 45 minutos. Yo seguía con la mochila en la pensión y Pilar se había ofrecido a llevarnos, así que he salido pitando hacia la pensión, he recogido la mochila, me he equivocado de calle para llegar hasta el parking donde me esperaban Pilar y los italianos, y finalmente, sudoroso, he llegado hasta ellos.
El trayecto hasta el aeropuerto es breve. Hemos llegado sobre la bocina, he embarcado la mochila (esta vez con los palos dentro, asomando ligeramente), los dos italianos tenían que hacer una gestión y ya no los he vuelto a ver.
Salida en hora y llegada a casa con un cacho más de Camino en la mochila. Fin de un atípico Episodio I de este interesante, y duro, Camino del Norte.
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BREVES APUNTES
* ZAPAS:
Una vez más (aunque en esta ocasión han sido muchos menos kilómetros) destacar el excelente comportamiento de mis negras New Balance “por dos veces recauchutadas”; ni una herida, ni una rozadura, ni una llaga, ni una ampolla en mis pies. Volvieron a casa inmaculados igual salieron.
Se han ganado con creces el que en dos de los próximos Episodios vuelvan a ir conmigo. Al menos.
* ¿Y QUÉ NO DECIR SOBRE MI ESPALDA?
Siendo, como es, una darporculera constante las 24 horas del día, no ha dicho ni mú, pero es que ni por asomo, ninguno de los días. Quizá, y solo quizá, es por la posición de la espalda con la mochila puesta, que me obliga a caminar más enderezado, como le comenté a David Gallego , mi amigo, mi compañero Tribanda y osteópata (un crack: os dejo su teléfono).
*… Y LA RODILLA ?. Pues decidió no erigirse en protagonista. Las molestias habituales, pero sin dolor. Los primeros días la protegí con mi rodillera; cuatro días antes de llegar a Santiago, Enrique me regaló una, que llevé intermitentemente. Creo que, de todos modos, iba mejor sin rodillera que con ella.
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EPÍLOGO
Viviendo lo que he vivido en este primer Episodio, y cómo lo he vivido, está claro que, si éste hubiera sido mi primer contacto con El Camino, no hubiera habido más, no habría repetido experiencia. Seguro.
Tan solo el hecho de poder volver a ver y estar con mi amigo Enrique después de tantos y tantos años (y no solo eso, sino el verlo tan y tan bien) hace que la experiencia vivida en este fragmento del Camino del Norte no sea totalmente deseable de olvidar, de pasar página lo antes posible..
Hasta antes de mayo 2022 yo no sabía nada del Camino. O casi nada. Pero, en cambio, sí lo tenía muy idealizado, como algo con trazas de heroico. Lo imaginé siempre como algo que hacer en solitario (a sabiendas de que nunca vas realmente solo), hecho de principio a fin de una tacada y llevando siempre tus pertenencias (mochila) contigo.
Y es por ello que emprendí mi “Camino a Santiago – Francés” con estas premisas; aunque unos 25 días antes de partir no tenía ni idea del recorrido que iba a hacer, ni sus características, ni mochila, ni zapas, ni nada del material que iba a poder necesitar. Aquí tengo que agradecer, y mucho, la aportación personal de Mario, mi amigo y compañero de Correcat.
Pero con el tiempo (ahora ha hecho 2 años de mi primera experiencia en el Camino) me doy cuenta de que no había dimensionado dónde me iba a meter en este primer encuentro con el Camino:
33 días de periplo,
de los cuales 31 caminando
un promedio de 20k +/- diarios
y, encima, en plena ola de calor que me llevó a caminar a temperaturas de 41-43 grados.
Pero a pesar de ello, mis dos mochilas y yo (una, en la que llevaba mucho más de lo necesario para afrontar el Caminos, y la otra, la de mi Parkinson que me “colgaron” 10 años atrás) logramos llegar a Santiago, y en unas condiciones mucho más que aceptables, y así pudimos entrar corriendo por primera vez a la Plaza del Obradoiro.
Cada uno lo entenderá como quiera pero, para mí, “El Camino de Santiago” es el Camino Francés, y no desde Roncesvalles, sino desde Saint Jean Pied de Port. Y, como ya dije, yo creo que la denominación correcta debería ser
- Camino a Santiago,
- y no Camino de Santiago,
entre otras razones porque no creo que el Apóstol Santiago peregrinara a su propia tumba.
Se sabe que el Apóstol Santiago murió decapitado en Jerusalén y que sus restos -que estuvieron perdidos desde 1589- fueron redescubiertos en 1879. Sin embargo cuenta la leyenda que al morir decapitado, un ángel recogió su cuerpo, lo depositó en una barca de piedra y que con ella y unos pescadores cruzó el Mediterráneo; se adentraron por la península y llegaron a la actual Santiago, donde el ángel les indicó que ahí deberían enterrar sus restos.
Como leyenda no está mal; aunque si quieren que sea así, lo que no encaja es lo de haber llegado a Finisterre (¿caminó él hasta ahí anteriormente y se dió la vuelta y más tarde lo decapitaron?, y si fue así, ¿cuándo fue ésto?. Y Muxia, ¿dónde encaja Muxía en todo esto?. Y la pregunta del millón:
si lo decapitaron en Jerusalén… ¿quién hay en el sarcófago de la Catedral? (…si es que hay alguien).
Parece que está claro que casi todo lo relacionado con el Camino de Santiago es un acto de fe; pero que con anterioridad, desde un buen principio, fue una impecable operación de marketing, si queréis muy primitivo, al ocurrirsele a alguien que ahí se encontraba enterrado el cuerpo del apóstol, con todo el trajín de idas y venidas de peregrinos al lugar y todo lo que de negocio reportaría esto.
A nivel España, el resurgir del Camino de Santiago hay que atribuírselo a Manuel Fraga Iribarne siendo Presidente de la Xunta de Galizia que, por los mismos motivos de cientos de años atrás (el acto de fe, y el negocio que reportaría a las poblaciones “agraciadas” por el atravesar el Camino por ellas) “inventa” lo del XACOBEO, y ya contempló el Camino de Santiago como un motor económico. El Xacobeo fue la respuesta fraguista a los fastos de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla. Un posible recurso para desarrollar un turismo espiritual y cultural, alternativo al de sol y playa.
Por lo recogido en mi caminar por cuatro caminos distintos (francés, portugués, primitivo y del norte) creo que puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que los motivos de los peregrinos actuales para aventurarse a transitar por los distintos Caminos a Santiago son diversos, aunque casi genéricos:
- Los orientales (japoneses, filipinos, tailandeses, coreanos, indonesios…) acuden por motivos religiosos, espirituales.
- Los yankees mayoritariamente por haber visto la película “The Way”, de Emilio Estévez (podéis verla en You Tube gratis). Igual que ocurre con Heminway y los sanfermines.
- Los europeos (alemanes, franceses, italianos…) por una mezcla de aventura y espiritualidad
- Y multi nacionalmente, hay mucho peregrino que acude por motivos de gratitud (por un familiar enfermo, por haber superado una situación económica complicada…).
Particularmente, y sin saber que el tema iba a salir cuando fuera a recoger “la Compostela”, no supe qué responder cuando me preguntaron cuáles eran los motivos para haber emprendido el Camino. Creo recordar que respondí algo así como:
- “…pues la verdad es que no lo sé; un día dije que lo haría, y lo he hecho”.
Sea como sea, nunca imaginé que el Camino, los Caminos, me engancharan, y mucho menos que me engancharan tanto. Y todavía hoy no se bien bien qué responder a la pregunta de “por qué has hecho el Camino”.
Confío en que lo que me resta por recorrer de este Camino del Norte, lo sea con una vuelta a los orígenes:
- Recorrerlo, en principio, solo
- Y llevando conmigo siempre mi mochila (que creo haber conseguido saber cómo hacer para que no me pese más de 8 kg...
... porque la que ya no podré cumplir es la tercera de mis “reglas para el Camino”: la de hacerlo “del tirón”; y es que mi gente “ya no me deja”, y las entiendo; pero yo estoy plenamente convencido de que lo podría haber hecho del tirón en 40 días (36 etapas y 4 días de descanso entre ellas). Pero es que, y repito que las entiendo, 40 días seguidos fuera de casa son muchos días.
Habiendo terminado este Episodio I, me quedan todavía “pendientes” de recorrer 614 K, que según el planteamiento inicial esperaba hacerlos así:
- Behobia – Bilbao. (7 etapas, 150 K). Con, o bien Begoña o bien Jessica, mis dos amigas bilbaínas, harían una o dos etapas conmigo.
- Bilbao – Ribadeo (20 etapas, 464 K) Y, lo mismo: o bien Jessica o bien Begoña me acompañarían en un par de etapas “near Bilbao”.
Aunque después le he dado varias vueltas al asunto y he concluido que debido a lo duras y largas etapas cántabras y astures, debería variarlo y hacer…
”LA PRUEBA DEL NUEVE”
Porque NUEVE han sido las etapas del Episodio I.
Y lo que me planteo ahora, para lo que me resta es:
Episodio II. Behobia - Castro Urdiales,
9 etapas, cuatro de ellas con Begoña y Jessica, 187 K
Episodio III. Castro Urdiales - Colunga,
9 etapas, muy duras, 230 K
Episodio IV Colunga – Ribadeo
9 etapas, parecidas a las anteriores, 197 K)
No tengo, en principio, calendario de actuación. Aunque si sólo de mi dependiera, sería:
- Septiembre2024: Behobia – Castro Urdiales (por buscar, todavía, climatología favorable).
- Mayo/Junio2025: Castro Urdiales – Colunga. (más Mayo que Junio, igualmente por la climatología).
- Septiembre 2025: Colunga – Ribadeo.
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Repito, no he transitado por este primer Episodio del Camino del Norte como a mí me hubiera gustado. Pero, ¡a lo hecho, pecho! Este bajón caminero por cómo me han sucedido las cosas sólo se mitiga, sólo se compensa y se acepta por haberlo compartido con mi buen amigo Enrique.
¡Nos vemos pronto en Behobia!
Casualmente, si puedo cumplir con este calendario, será éste el primer año, desde 2012, en que no acudiré a mi cita anual con la Behobia/San Sebastián (B/SS)