Y son las "previas" las que hacen -o intentan al menos- que todo esté a punto para, ahora sí, dar ese primer paso.
De igual modo, ni el camino, ni el viaje, ni la aventura terminan cuando das el último paso.
Queda el recuerdo, el contarlo, el revivirlo para tí y tratar de hacérselo vivir a los otros.
Éste que encontraréis aquí debajo es un extracto de esta cuestión que parece escrito en mi relato -ya finalmente, ampliado, repasado, corregido, acabado, impreso y encuadernado- de mi Camino Primitivo, el último que he escrito de mi saga
"Caminando iba yo por estos caminos
sin saber realmente el porqué "
o bien tuneando el título de la entrada en el blog de las andanzas del primero de los Caminos, el francés,