Tres días moviditos.
El miércoles salí a trotar “por mi pueblo”. Es una sensación extraña, pero agradable, estar a menos de un minuto de Barcelona y sentirse en un pueblo. En mi pueblo, en Esplugues. Y pude por fin saludar a Pilar, runner propietaria del bar La Campaña, aprovechando para “repostar” con uno de sus “esmorzars de forquilla”.