21 junio 2018

CONOZCO A POCAS PERSONAS...


... más orgullosas de su trabajo que Cati.


Llevamos varios años cruzándonos día sí, día también a eso de las 8 de la mañana, por el mismo tramo de la Avda. President Companys, en Badalona; yo en moto, camino de mi despacho; ella empuñando su escoba o tirando de este carro en el que hoy nos reclinamos para la foto.
Siempre con una sonrisa en los labios, siempre una palabra amable con casi todo el mundo que se cruza con ella; trabajadora, enérgica, orgullosa, sencilla... y toooodo el año como la veis ahora: en manga corta.

Cati, mi adorable barrendera (palabra que a ella no la ofende, sino a la que ella dignifica). Las cursis se denominarían "empleada del servicio municipal de limpieza"; es como aquellos vendedores que, "para darse brillo", se autodenominan "gerentes de ventas", "delegados de zona"... como huyendo de la preciosa palabra vendedor, que a muchos les sabe a poco. Yo reivindico la palabra vendedor; y es que es un orgullo ser vendedor (que es mucho más que el saber "colocarte", o no, un producto o servicio).

¡Cuan distintas serían las cosas si todos tuviéramos su misma actitud en nuestro trabajo!. Porque dudo mucho que Cati, cuando aparca la escoba y el carro, tenga una actitud vital distinta.

Hoy, un año más, la barrendera y el vendedor nos hemos hecho la foto en nuestro lugar habitual de cruce, en el lugar donde yo hago sonar el claxon de mi moto y ella deja lo que esté haciendo para saludarme brazo en alto.



https://txabialbert.blogspot.com/2016/09/mi-adorable-barrendera.html